NACIÓN
La declaración que terminó de hundir a Musa Besaile
SEMANA revela el relato que hizo en Miami el exgobernador Alejandro Lyons, y el cual fulminó la versión de “víctima” que trató de vender el senador Besaile. Esto dijo el colaborador de la DEA, quien hoy vuelve a la carga en una audiencia vía Skype.
A las ocho de la mañana del pasado 7 de septiembre el exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons (el mismo que bajo la coordinación de la DEA desenmascaró al ex fiscal anticorrupción Gustavo Moreno) acudió al Consulado de Colombia, en Miami, para rendir una diligencia judicial con el fin de empezar a concretar su colaboración con la Justicia nacional.
El relato de Lyons ha resultado ser tan concreto como demoledor. La diligencia está transcrita en apenas ocho páginas –conocidas por Semana.com– cuyos efectos se han hecho sentir y de qué manera. Lyons reveló explosivos detalles de la sociedad de corrupción que lideraban los exmagistrados Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte con la asistencia de Gustavo Moreno. El relato causó efectos en varios frentes: a Ricaurte le significó la pérdida de la libertad, a Gustavo Moreno lo hizo reconsiderar su situación y lo llevó a concluir que era mejor tomar la “voz cantante” y así tratar de obtener algún beneficio judicial. Y al exmagistrado Leonidas Bustos lo puso en serios apuros, tanto por la declaración en sí como por la determinación de Moreno.
Pero además de los mencionados personajes otro gran “damnificado” de lo dicho por Lyons es el senador Musa Besaile, justamente quien ya cumple una semana prófugo. La orden de captura expedida por la Corte Suprema de Justicia contra el parlamentario se funda en dos delitos: cohecho (pago de soborno) y peculado (robo de dinero del erario). El primer delito se deriva de la declaración de Gustavo Moreno, según la cual Besaile no fue extorsionado sino que decidió pagar 2.000 millones de pesos teniendo claro que era un “acuerdo para un fin ilícito”, el de torcer su proceso en la corte. Sin embargo, no mucho se sabe sobre en qué funda la corte el segundo delito. Y la declaración del exgobernador en Miami es la respuesta.
Lyons se adentró en el caso Musa como un elemento adicional de su declaración, ya avanzada dijo: “Además de los hechos que narré en mi denuncia y que comprometen la responsabilidad de los señores Moreno y Pinilla quiero contarle a la Fiscalía, en el marco de nuestro acuerdo, un hecho de corrupción judicial que consistió en lo siguiente…”. Y paso seguido empezó a hacer el recuento de una serie de encuentros con el senador Musa Besaile.
“En febrero del año 2015 me reuní en la ciudad de Bogotá con el senador Musa Besaile por espacio de 15 minutos a las afueras del restaurante Pesquera Jaramillo en el parque de la 93, y me comentó que le habían pedido una cifra de dinero muy importante para frenar la orden de captura que supuestamente había expedido en su contra la Corte Suprema de Justicia por un proceso por presuntos vínculos con grupos paramilitares, él necesitaba que le entregara un dinero para cumplir con las exigencias que le habían realizado. En esa reunión no hubo mayor detalle, quedamos de vernos en la ciudad de Montería en los siguientes días” –narró Lyons al fiscal Jaime Camacho Flórez, y agregó–: En efecto estando en un evento en el Centro de Convenciones de Montería me llamó a mi celular y me dijo que había retornado de Bogotá y que necesitaba conversar conmigo ese mismo día para abordar el tema que habían dejado pendiente en nuestra conversación anterior”.
En este punto Lyons empezó a desarrollar el quid del testimonio que en buena medida tiene al senador Besaile huyendo de la Justicia. “Le dije que llegara al Centro de Convenciones, allí lo atendí en una oficina, me comentó que magistrados de la Corte Suprema de Justicia le habían exigido a través de Gustavo Moreno una plata para frenar la orden de captura y que él había acordado con ellos un valor de dos mil millones de pesos”.
“Me dijo –continuó Lyons– que si podía darle mil millones de pesos para completar esa plata que ya había conseguido parte de la misma, le respondí que le podía entregar de lo que a él le correspondía por unos acuerdos que teníamos de algunos temas que involucran corrupción administrativa la suma de 600 millones de pesos. Le pedí que me diera un par de días porque tenía algunos compromisos propios del cargo para poderle entregar el dinero. A los pocos días de esa reunión le entregué el dinero en mi apartamento, fue la suma de 600 millones de pesos, yo tenía 400 millones en mi casa y le pedí a una persona que a veces recogía dinero que me llevara 200 millones para completar la suma que me correspondía entregarle al senador Besaile, esa persona se llama Sammi Spath”
Según el exgobernador, Spath –amigo íntimo de Lyons y quien fue asesor jurídico de su administración– no solo se encargó de llevar los millones faltantes sino que además fue testigo de todo. “Sammi Spath no solo entregó ese dinero sino que me ayudó a organizarlo en un bolso o tula pequeña y presenció además cuando el senador llegó, se reunió conmigo en la sala de mi apartamento y se tiró con el dinero que previamente habíamos puesto en el bolso o tula. En ese momento el senador ya fue muy explícito conmigo en quién o para quienes iba dirigido ese dinero, me afirmó que quien le exigió ese dinero para frenar su orden de captura e inclusive buscar el archivo de ese proceso, fue el señor Gustavo Moreno con quien me dijo se había reunido en varias oportunidades en Bogotá pero no me precisó ni en qué sitio, en qué fecha ni cuantos encuentros puntualmente tuvieron. Adicionalmente me dijo que el dinero tenía como destino los magistrados Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte, quienes eran los que le estaban exigiendo esa plata para cancelar esa orden de captura por parapolítica”, puntualizó Lyons.
El testimonio del exgobernador Lyons fue trasladado al expediente que la Corte Suprema sigue en contra de Besaile. Como se recuerda hace poco más de un mes el senador acudió a la corte para admitir que había pagado 2.000 millones de pesos a la organización de corrupción judicial, pero argumentó que lo hizo en calidad de víctima de extorsión y que había tenido que pedir prestado a un empresario arrocero la suma que entregó a Gustavo Moreno. Su versión hizo agua cuando el propio Moreno acudió a la corte y confesó que sí había servido de enlace en el retorcido caso de Besaile pero que el senador había estado de acuerdo en pagar a cambio de comprar la Justicia.
El otro pedazo de la versión de Besaile –el de que pagó con dinero prestado, que aún adeudaba y para lo cual adjuntó recibos– terminó hecho añicos con esta confesión de Alejandro Lyons según la cual, en síntesis, la corrupción de la Corte Suprema de Justicia se pagó con el desfalco a la Gobernación de Córdoba. Es por eso que la corte busca por todo el país y en el exterior a Musa Besaile, y es por eso que el senador deberá responder también por el delito de peculado (robo de dinero del erario).
Mientras que la Justicia busca a Besaile, el exgobernador Lyons asistirá a una audiencia vía Skype en la cual además de poner al tanto al magistrado del Tribunal Superior de Bogotá sobre el acuerdo de colaboración con la Fiscalía, puede dar nuevas puntadas sobre las delaciones que debe hacer para obtener beneficios jurídicos.