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César Gaviria, Andrés Pastrana, Ernesto Samper, Álvaro Uribe Y Juan Manuel Santos están participando en la contienda electoral, tanto para las elecciones en el Congreso como para la escogencia de jefe de Estado. Eso sí, cada uno con una estrategia totalmente diferente.
César Gaviria | Foto: juan carlos sierra-semana

ANÁLISIS

La encrucijada de César Gaviria y los liberales: ¿a cuál candidato apoyar a la Presidencia?

El jefe del Partido Liberal explora alianzas con tres figuras de derecha, centro e izquierda. Le juega a Alejandro Char, a Alejandro Gaviria y a Gustavo Petro. Solo decidirá después del 13 de marzo.

28 de febrero de 2022

El expresidente César Gaviria vive hoy una encrucijada frente al debate electoral: su partido (el Liberal) no tiene candidato presidencial propio y está desojando margaritas para decidir con quién se va.

Gaviria es un peso pesado de la política colombiana, artífice de la Constitución de 1991 y el liberalismo es una colectividad centenaria llena de trofeos en la política colombiana por décadas.

Algunos expertos que conocen de la política creen que el jefe liberal está en el mejor de los mundos: está quieto en su búnker mirando desde su ventana pasar la romería de presidenciables en busca de votos.

Gaviria, quien ha ganado muchas batallas –también ha perdido otras– decidió apostarle, como si estuviera en un hipódromo, a varios caballos ganadores, sin comprar tiquete por anticipado para ninguno de los corredores en competencia.

Aterrizando este lenguaje a la política, quiere decir que Gaviria está apostándoles a tres precandidatos presidenciales que podrían ganar las consultas interpartidistas este 13 de marzo y tomar fuerza en primera vuelta. Se ha reunido con cada uno de ellos y a cada uno le ha dicho que hará una definición sobre el tema cuando realmente comience la campaña presidencial, que será el 14 de marzo.

Para asegurarse una cuota de poder en el próximo gobierno, Gaviria le apuesta por la derecha a Alejandro Char, de la coalición Equipo por Colombia. SEMANA reveló recientemente que Fuad Char, líder de la ‘Casa Char’, y su hijo, el hoy precandidato Álex Char, visitaron hace apenas un par de semanas a Gaviria en su residencia.

Nunca se conoció el tema de la conversación y ninguno de los contertulios ha dicho público si hubo algún acuerdo o no, pero no es equivocado asegurar que hablaron de las elecciones.

Ambos, los Char y Gaviria se necesitan. Los Char tienen el candidato y Gaviria necesita candidato. Pero, hasta ahora, no hay ningún acuerdo. Apenas se sabe que algunos amigos de Gaviria ya decidieron apoyar a Char.

Y lo más importante: Char siente que algunos sectores liberales, allegados a Gaviria, lo están apoyando.

En la coalición Centro Esperanza, César Gaviria tiene a Alejandro Gaviria. O los dos se tienen. ¡Volvieron!

Los dos Gaviria se reunieron de nuevo en privado hace algunas semanas después de la botada del teléfono –de César a Alejandro– como si no hubiera pasado nada.

Todo sin compromiso. No hay ningún acuerdo público suscrito entre los dos.

Pero luego de esa charla, algunos amigos de César Gaviria comenzaron a llamar a Alejandro Gaviria. Están haciendo reuniones políticas, que fue lo que les sacó la piedra a sus compañeros de coalición.

Alejandro Gaviria se está sintiendo más liberal que nunca. Inclusive a riesgo de la mala cara de sus compañeros de coalición. Igual ya nada pueden hacer antes de la consulta, no lo podrán botar.

“El candidato liberal soy yo. Yo soy el candidato de las libertades”, le dijo Alejandro Gaviria a SEMANA este lunes, admitiendo que sí está llegando gente con camisetas rojas a ayudarle.

Alejandro decía lo de ser liberal, más por la defensa ahincada que hizo de Ucrania y de las libertades que ve en riesgo en Colombia, que por las camisetas rojas que le están llegando a la campaña. Pero por todo, también.

Y Gaviria –Alejandro– siente que sectores liberales importantes, allegados a Gaviria –César– lo están apoyando también. Como a Char.

La tercera apuesta de César Gaviria es por Gustavo Petro y su Pacto Histórico.

El jefe liberal no ha hecho ningún acuerdo con Petro, apenas quería hablar con él, sin compromiso, y por eso fue su encuentro de este lunes.

Petro podría ser el más interesado en la cita con Gaviria de este lunes, no porque crea que el jefe del liberalismo le va a dar su apoyo ahora. No, no es por eso. Es porque mucha gente va a pensar que si Gaviria se reunió con él es porque no es tan peligroso. No debería haber miedo.

Petro, por lo demás, es quien más ganas tiene de llevarse al liberalismo para el Pacto Histórico.

El líder de la Colombia Humana les ha estado sonsacando a los liberales al menudeo en distintas regiones del país. Claro, con la ayuda de algunos liberales reconocidos como Luis Fernando Velasco, quien va por el país de ciudad en ciudad agitando las bandeas rojas con Petro.

Todavía no hay un acuerdo formal entre Petro y Gaviria. Todo es sin compromiso.

Pero Petro sabe que algunos sectores liberales allegados a Gaviria lo están apoyando.

Quienes conocen a César Gaviria dicen que el expresidente solo hará su apuesta después de las elecciones de marzo. Y seguramente le dará su apoyo a quien tenga más posibilidades de ser presidente de la República.

La apuesta del Partido Liberal y del expresidente Gaviria será para la primera vuelta, a la que irán entre cinco y seis candidatos.

La fuerza negociadora de Gaviria con el candidato de sus afectos serán los votos que sus candidatos a Congreso hayan logrado en las urnas el 13 de marzo.

En las cuentas de Gaviria hay cerca de dos millones de votos que provendrían de las urnas a favor de los senadores y representantes liberales.

El liberalismo tendrá que hacer en todo caso una convención para tomar la decisión después del 13 de marzo.

La pregunta es si todo el partido estará de acuerdo con el que diga Gaviria.

Muchos de los candidatos liberales a Congreso ya están trabajando en favor de distintos precandidatos, pero no de manera oficial. Y será muy difícil que se devuelvan después de las consultas.

Otra pregunta es si el expresidente Gaviria tiene la capacidad de “endosar” toda la votación que los congresistas reciban en las urnas al candidato de sus afectos. La historia tradicional reza que cada día es menor la capacidad de endoso.

Los votantes en las elecciones presidenciales suelen recuperar toda su libertad para sufragar. Y mucho más en las zonas urbanas.

Las maquinarias para las elecciones presidenciales juegan cada día menos. La opinión ha ganado mucho terreno en esas elecciones.

Partidos en decadencia

Más que los liberales, son los partidos políticos los que han entrado en una franca decadencia frente a la opinión.

Según la última encuesta de opinión de Invamer Gallup, de mediados de febrero de este año, los partidos políticos en Colombia –todos– tienen una opinión desfavorable del 84 %.

Alejandro Gaviria, Alejandro Char, Rodolfo Hernández y Gustavo Petro, los candidatos de algunos liberales.
Alejandro Gaviria, Alejandro Char, Rodolfo Hernández y Gustavo Petro, los candidatos de algunos liberales. | Foto: SEMANA

Pero la historia electoral reciente del Partido Liberal abre varios interrogantes.

El liberalismo, que gobernó a Colombia en solitario por décadas, ha tenido sus más bajas votaciones en las elecciones recientes.

El último presidente de Colombia elegido con votos liberales fue Ernesto Samper Pizano (1994-1998).

La debacle para el liberalismo comenzó desde 2002, cuando Álvaro Uribe, salido de esas filas, le ganó a Horacio Serpa. Y repitió en 2006, sin dejarle espacio alguno.

Pero el liberalismo cayó en picada en 2010 cuando Rafael Pardo obtuvo en primera vuelta apenas el 4,38 % del total de los sufragios emitidos en las urnas.

En 2014 el liberalismo no tuvo espacio y decidió apoyar a Juan Manuel Santos.

En 2018 el candidato presidencial por el liberalismo, Humberto de la Calle, obtuvo en la primera vuelta apenas el 2,06 % de la votación total, después de haberle ganado una lánguida consulta interna a Juan Fernando Cristo.

Con esta, que podría ser su última jugada como jefe del Partido Liberal, Gaviria se juega su prestigio en la historia de la colectividad, porque como presidente logró uno de los grandes reconocimientos al impulsar una de las constituciones más progresistas de nuestro tiempo.