La encrucijada de los verdes para escoger candidato a la gobernación del Meta

El Partido Verde, que ha anunciado que presentará los mejores y más transparentes candidatos para las elecciones regionales de octubre, está en una encrucijada para la entrega del aval para la gobernación del Meta, donde ya se daba por descontado que su carta iba a ser el exdiputado Arley Fernando Gómez, pero el aval al parecer está refundido.

Gómez también aspiró a este cargo hace cuatro años, quedó en segundo lugar después del gobernador Juan Guillermo Zuluaga y por eso obtuvo su asiento en la Asamblea del departamento, a la cual renunció para lanzarse, nuevamente, por la Gobernación.

Según se sabe, Gómez tenía tres procesos abiertos en la Fiscalía, uno de ellos fue cerrado, pero los otros dos permanecen vigentes. Así queda claro en la base de datos del Sistema Penal Oral Acusatorio (Spoa).

Los cuestionamientos contra Gómez se enfocan en temas de tierras, unos por la venta varias veces de un solo predio o por despojo. En uno de los procesos se dio un desistimiento.

En la Alianza Verde analizan con lupa la decisión de entregar este aval, al punto de que la semana pasada le fue entregado con bombos y platillos el aval al candidato a la alcaldía de Villavicencio, capital del Meta, a Juan Camilo Chavez, pero nada se dijo de la carta a la gobernación.

Y es que el asunto resulta complicado. SEMANA habló con el senador Ariel Ávila, quien antes de ser congresista era investigador de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), que acostumbra, en época electoral, a publicar la lista de candidatos cuestionados. El primer informe ya salió, pero ahí no estaba el nombre de Arley Fernando Gómez, por ningún lado.

Sin embargo, al ser consultado, y sin saber de los reportes en el Spoa, señaló: “Yo, sin mirar ni conocer esta información, no le daría el aval, no lo voto. Como fui investigador de Pares (Fundación paz y reconciliación) no daría ese aval, pero debemos mirar bien la información. Mi partido ha escogido gente muy cuestionada y no se le da el aval. Y aunque no hay delitos de sangre ni impedimentos para participar en elecciones si se trata de problemas judiciales de la familia política, en el Meta no ha pasado por alto que su yerno, Peter Eduardo Mosquera, estaría vinculado por ser presuntamente uno de los autores materiales del asesinato de dos policías y un narco de origen europeo”.

Los hechos se dieron en el municipio de Guamal, y llamaron la atención porque también murió el ciudadano serbio, Dejan Stanimirovic, quien fue herido ese mismo día, al parecer en una discusión justamente por temas de drogas.

El pasado 31 de marzo de 2020, dos policías que realizaban un patrullaje rutinario por una de las vías cercanas al municipio de Guamal, Meta, vieron un hombre que se tambaleaba sobre la carretera. Al acercarse estaba sangrando producto de varios impactos de bala. Mientras lo trasladaban a un hospital alcanzó a pronunciar algunas palabras. Por el acento, los uniformados pensaron que se trataba de un ciudadano español. El hombre llegó sin signos vitales a urgencias.

Horas más tarde se enterarían de que el sujeto era nada más y nada menos que Dejan Stanimirovic, el jefe del cartel de la droga de los Balcanes, buscado por más de 30 países por inundar con cocaína gran parte de Europa y Rusia.

Poco después de su muerte en la clínica, otros dos policías se trasladaron en una patrulla hasta el lugar donde sus compañeros encontraron al serbio mal herido. Observaron que había un rastro de sangre que iba hasta una vivienda no muy lejos de la carretera. Al llegar a la casa, fueron recibidos con una lluvia de balas. Los uniformados quedaron tendidos sin vida al lado de su vehículo.

Ante el ataque, otros policías acudieron al sitio y cuando las balas cesaron ingresaron al lugar. En el suelo estaba el cuerpo de José Rivera, alias Soldado, un exparamilitar temido en la región por sus vínculos con el narcotráfico. Su esposa y otro hombre se encontraban en el sitio y fueron arrestados. Uno de sus hijos, quien disparó contra los uniformados, alcanzó a escapar.