POLÍTICA
La estrategia de María Fernanda Cabal, ¿a qué le apuesta?
La senadora reveló que está estudiando ofertas de ser fórmula vicepresidencial de candidatos ajenos a su partido.
La senadora María Fernanda Cabal es hoy una de las figuras más influyentes del Centro Democrático y en quien están sembradas parte de las esperanzas para recoger algunos de los votos que deja ‘huerfanos’ el expresidente Álvaro Uribe al no presentarse como candidato en esta oportunidad, así como lo hizo en 2014 y 2018.
Sin embargo, la congresista uribista se convirtió en una figura polémica del partido que ha desatado duras disputas en la colectividad con sus pronunciamientos y no ha tenido pelos en la lengua a la hora de criticar algunas acciones del gobierno.
Por ejemplo, hace poco generó discusión sobre si los uribistas debían votar o no en las consultas presidenciales del 13 de marzo.
No se trata de un hecho menor. Los uribistas conforman una de las principales fuerzas electorales del país, pero el partido decidió no apoyar a ningún precandidato, ya que su aspirante es Óscar Iván Zuluaga y competirá solo en la primera vuelta.
Sin embargo, varias voces, lideradas por Cabal, pidieron que se votara en la consulta de marzo por alguno de los precandidatos del Equipo por Colombia. Allí competirán David Barguil (Partido Conservador), Federico Gutiérrez, Aydeé Lizarazo (Mira), Alejandro Char y Enrique Peñalosa (La U).
“Yo insisto en que uno no puede jugar con el futuro de un país por cálculos que están dejando de lado ese peligro mayor”, dijo Cabal.
“Si nosotros no motivamos a las bases a votar, va a haber un cambio de percepción en la ciudadanía en que ellos son más cuando no es cierto. Esa es mi inquietud”, aseguró la congresista.
Al final, a pesar de que las mayorías estaban por no votar, se prefirió dejar en libertad a la militancia.
Otro asunto protagonizado por la senadora que no generó mayor confusión pero sí bastante malestar fue la confesión que le hizo a SEMANA que recibió ofertas de David Barguil y Alejandro Char para que sea su vicepresidenta.
Además anunció en este medio que será candidata presidencial dentro de cuatro años y que no va a dejar de trabajar ni un solo día por ese proyecto.
“Sí, no voy a dejar ni un solo día de trabajar por lo que puede hacer por Colombia y mi dolor con este gobierno es que dejó de hacer cosas que podía hacer. Este es un país parcelado, detrás de cada ley hay un dueño, el día que se rompan los monopolios el país crece”, dijo.
Cabeza de lista
A finales del año pasado fueron dos los hechos protagonizados por la senadora los que levantaron ampolla.
El primero fue haber puesto en duda la transparencia de la elección de Óscar Iván Zuluaga como candidato del partido, un proceso en el que ella quedó de segunda. Sus seguidores desataron toda una polémica que al final llevó a la colectividad a tener que dar explicaciones una y otra vez.
Poco después, la discusión fue por la cabeza de lista al Senado, que se le dio al exsecretario de gobierno de Bogotá Miguel Uribe Turbay. Cabal aseguró que este “premio” era “inmerecido” para él y decidió irse al puesto 100 de la lista.
Y para acabar de completar esas semanas caóticas para el uribismo, la senadora se salió del grupo de WhatsApp de la bancada y por eso no supo de un desayuno con el candidato Óscar Iván Zuluaga, quien le ganó la nominación a la Presidencia de Colombia por el Centro Democrático.
Además, Cabal es una de las pocas uribistas que no tiene pelos en la lengua a la hora de criticar al gobierno de Iván Duque.
Hace poco aseguró que le ha dolido en los últimos tres años del actual Gobierno y criticó que el presidente Iván Duque, que avaló el Centro Democrático, su partido, “no se rodeara de los mejores”.
La precandidata presidencial dijo que Duque tuvo la oportunidad de tener un gabinete de lujo “porque en este país hay gente muy buena. Y lo hubieran protegido además a él. Eso no sucedió. Ese es un reparo que tengo”.
María Fernanda Cabal mostró distancia con el gobierno de Iván Duque desde hace unos meses. Aunque propiamente no es opositora, sí es distante a la Casa de Nariño.