NACIÓN
La extraña muerte del investigador Malaver, tras una noche de rumba con tres mujeres en Tunja
La miniserie de Alerta Roja de Semana Noticias reconstruyó la investigación con la que se logró esclarecer el crimen del investigador de la Policía de Tunja Fabio Malaver.
Solo habían corrido 11 días del año 2020 cuando un patrullero de la Policía de Tunja fue hallado sin vida en un motel. El cuerpo del investigador de la Sijin Fabio Malaver fue encontrado en el interior de un carro en el parqueadero; en el cuarto estaban tres amigos suyos, aún en estado de embriaguez. Los investigadores del caso relatan la historia que llevó a esclarecer en crimen de su compañero.
Acá la historia completa en video:
¿Quién encontró el cuerpo?
Eran las nueve de la mañana cuando el administrador de la residencia vio el reloj y se percató que la habitación, número tres, aún estaba ocupada por los hombres que llegaron a la madrugada con tres mujeres. Preocupado por tantas horas que habían pasado decidió ir a golpear, pero nadie abrió, así que con su llave maestra entró al cuarto y encontró la escena ya descrita.
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Los amigos del patrullero, todos civiles, estaban aún dormidos. Malaver al parecer había sufrido un ataque cardiaco mientras colocaba la música en su carro para amenizar el rato. Los investigadores judiciales se encargaron de hacer el levantamiento del cuerpo y no descartaron que se tratara de un homicidio debido a que las mujeres que acompañaban a los amigos del policía no aparecían, ni tampoco las pertenecías de ellos, faltaban cadenas, relojes, celulares y dinero en efectivo, todo sumaba más o menos 15 millones de pesos.
¿Quiénes eran esas mujeres?
A las mujeres las conocieron esa misma madrugada, mientras estaban en la esquina de un cajero automático, dos de ellas pasaron por la zona de rumba, el patrullero y sus amigos les hablaron, compaginaron a tal punto que hay videos, de cámaras de seguridad, en los que se ven que incluso bailan en la calle. Luego ellas llamaron a otra amiga y todos se fueron para el motel.
Según el administrador, llegaron a las dos de la mañana aproximadamente y ellas se marcharon dos horas y media después. Los jóvenes que fueron víctimas del robo aseguraron que ellas les dijeron que trabajaban en Duitama, Boyacá, un municipio cercano, que estaba de ferias y fiestas para la fecha, allí al parecer vendían sombreros.
Pero la investigación arrojó que en realidad eran mujeres que se dedicaban a hurtar pertenencias de hombres y que operaban como una banda de delincuencia común, en diferentes regiones del país, sobre todo en la zona cundiboyacense.
La Hipótesis
Los investigadores de la Sijin de Tunja sospecharon que Malaver, ese día que descansó y sus amigos de rumba, habían sido drogados, no descartaban que les hubiesen dado escopolamina, por tal razón los llevaron a realizarse pruebas de laboratorio al hospital más cercano, pero salieron negativos para cualquier sustancia, excepto alcohol. Sin embargo, al cuerpo del uniformado se le realizaron exámenes más exhaustivos que fueron llevados a Medicina Legal en Bogotá.
Los resultados
El 20 de mayo, cuatro meses después del crimen, llegaron los resultados y tal como lo imaginaban los miembros de la Sijin, dio positivo para sustancias extrañas, no era la popular escopolamina que estaba en su cuerpo, era Clonazepam y Clozapina, el primero es utilizado para controlar convulsiones y el segundo es de uso psiquiátrico.
SEMANA tuvo acceso al documento oficial en el que Medicina Legal señaló que “la causa de muerte: intoxicación exógena mixta por alcohol etílico, clonazepam y clozapina”. Además, dice: “Se considera una manera de muerte violenta con diagnóstico médico legal de homicidio”.
¿Qué generan esos medicamentos en el cuerpo?
Consultamos al doctor Miguel Tolosa, un médico especialista en toxicología quien manifestó lo que sucede en el cuerpo humano al combinar estas sustancias “Cuando se combina alcohol con medicamentos psiquiátricos o alcohol con venzoacepinas como el clonazepam la persona tiene mayor riesgo de efectos adversos, mayor riesgo de sedación y mayor riesgo de muerte”.
Tolosa agregó que cada vez es más común que a la sala de urgencias lleguen pacientes con síntomas de intoxicación por esta letal combinación, antes de la pandemia, en su mayoría suministrada por terceros, en ambientes de rumba, con intereses de sedar a su víctima para poder robar o incluso acceder sexualmente a ella.
Pero también es común ver en los centros de salud estos casos de intoxicación provocados directamente por el paciente, que tiene depresión y en medio de crisis por un intento de tranquilizarse erróneamente mezcla alcohol con medicamentos.
Los investigadores de la Sijin de Tunja indicaron que a los amigos del patrullero Malaver también les dieron la misma sustancia, debido a que todos referenciaron que las mujeres les brindaron bebidas refrescantes. Pero la dosis que recibieron fue suficiente para dejarlos dormidos. No afectó su corazón, como sucedió con Malaver.
Y hay una explicación del por qué los exámenes de ellos no dieron positivo durante los exámenes preliminares realizados en Tunja. Esos medicamentos no dejan rastro, después de unas horas, el metabolismo del organismo los elimina. Pero con el patrullero fue diferente, como su organismo dejó de funcionar a la hora de morir, las sustancias siguieron en el cuerpo.
¿Cómo ubicaron a las presuntas responsables?
Los miembros de la Sijin lograron rastrear un número telefónico, el cual a través de la una orden judicial interceptaron y obtuvieron conversaciones en las que no solo una mujer conocida con el alias Camila, sino dos más, una de ellas de nacionalidad venezolana y una menor de edad confirmaron su participación en el robo de Malaver.
En exclusiva, SEMANA conoció algunas de estas grabaciones:
Alias Valentina: amiguita póngale cuidado que hay un man de la Sijin que le cloneó el face a Camila.
Alias María: ¿Qué le qué?
Alias Valentina: Cloneó, ¿si me entiende?
Alias Valentina: Nosotros robamos a un man de la Sijin.
Alias María: Sí, ajá…
Alias Valentina: Y entonces el man de la Sijin contactó a Camila, y le cloneó el face y anda que la busca.
Alias María: ¿Y el man de la Sijin de dónde es?
Alias Valentina: De Tunja, de Tunja.
Alias María: ¿De Tunja?
En las conversaciones que están en poder de la Fiscalía, y de las cuales muchas de hechas ya han sido presentadas ante un juez, se escucha cómo planean nuevos robos y la compra de medicamentos para poder suministrar a sus víctimas.
Operaban en departamentos como Cundinamarca, Boyacá y Tolima, por nombrar algunos, pero pensaban salir del país a delinquir en Perú, según ellas mismas lo confiesan telefónicamente en las conversaciones que sostenían.
Por lo anterior, antes de que salieran del país y de que se conocieran nuevas víctimas fueron capturadas en el municipio de Zipaquirá el pasado 10 de agosto. Las dos mujeres se encuentran recluidas en la cárcel de Sogamoso, Boyacá y la menor de edad también está bajo custodia de las autoridades.