La fábrica de contratos falsos, los audios de Pizano continúan

El audio de una tercera reunión que sostuvo Jorge Enrique Pizano (qepd) fue revelado por El Espectador. En esta ocasión el encuentro fue con Alberto Mariño, representante del Grupo Aval ante la junta directiva de la concesionaria Ruta del Sol. 

En la conversación, Pizano retoma detalles de las anteriores citas que sostuvo con Néstor Humberto Martínez. "La instrucción de doctor (inaudible) es que usted mute y quieto", reconstruyó Pizano sobre la respuesta que obtuvo. Los hallazgos seguían siendo alarmantes para él y no paró de investigar. Tampoco paró de tocar puertas para explicarle a más personas sobre eso que llamó la "fábrica de contratos ficticios", que salieron del Consorcio Ruta del Sol II y de la Constructora Consol.

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"Es la fábrica de los contratos falsos, de la porquería más grande. Es que, como le decía a Néstor Humberto Martínez, es como concéntrese: dígame un número, 4 y 23, ¡pum! Dígame otro: ¡pum! Es que son todos los días", le dice Pizano a Mariño al introducirlo a esta conversación en la que le termina revelando graves hallazgos.

Al parecer, eran tan evidentes las irregularidades detectadas que por momentos los interlocutores se cuestionan sobre si los empresarios de Odebrecht en Brasil podrían tener verdadero conocimiento de la forma en que se estaban llevando las cuentas en Colombia. "Le voy a hacer una pregunta: usted que los tiene todos los días ahí... es que, la conclusión, ¿estos hijueputas tienen una cultura mafiosa?", manifestó Mariño en un aparte. 

El controller de la Ruta del Sol II, nombrado por Corficolombiana, desde ese momento ponía en duda personas que trabajan con Odebrecht, algunos de los cuales tienen ahora orden de captura en Colombia. Le llamaba la atención los viajes y los lujos que se permitían. Le puso la lupa a los movimientos de Hernando Medellín, gerente de sostenibilidad; Marco Antonio Gloria, gerente administrativo y financiero; Carlos Gustavo Ramírez Villa, gerente de Operación y Mantenimiento; y Marcio Marangoni, exempleado de Consol. Este último tiene una orden de captura en Colombia, precisamente por las operaciones ficticias con las que se pegaron millones de pesos a lobbistas y políticos en el marco de la adjudicación del otrosí Ocaña - Gamarra. 

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Alberto Mariño: Con otro poco de gente que se da cuenta porque... O sea, bruta la gente no es, entonces la gente se da cuenta y dice: ‘Ah, entonces yo también robo’. Con un ingrediente adicional: que yo creo que el hijueputa que roba está seguro que si lo van a joder por robar, los apunta es a usted. ¿Me explico? O sea, eso se debe volver una cadena muy hijueputa. Y la segunda pregunta que le iba a hacer a usted es: ¿usted cree que en Brasil esto lo saben o no? Lo digo por la independencia...

Jorge Enrique Pizano: No creo que sepan, no. Primero eso. Lo segundo es, la otra descripción que le he hecho yo también a Néstor Humberto es que esto es como una milhoja. Entonces de arriba Éder, y yo le he visto, cómo le firma Éder a Hernando Medellín lo que le ponga. Hernando Medellín es el peor hampón...

A.M.: Sí, eso me dijeron...

J.E.P.: Tengo la placa del vehículo que compró, un BMW Z4 plateado y es tan descarado que lo lleva al parqueadero de la concesionaria.

A.M.: ¿Y está a nombre de él?

J.E.P.: Sí. Entonces, es eso. Sin peros. ¿Sabe por qué? Porque no les interesa. Y ahí cae un personaje que es de nuestro rollo, porque se tienen temas documentales. Mira, dime aquí en ese, tú que me preguntas... los gerentes hacen lo que les parece. Uno va a ver: ‘¿Dónde está tal?’... ‘Ah, se fue de vacaciones’. Es eso. Sí, Medellín va y hace lo que le da la gana. Éder firma con... hay una serie de contratos que... fíjate que hay un tema que manejamos hace como un año, un tema de informe a las escuelas…

En una entrevista concedida a El Espectador, Mariño asegura que puso en conocimiento de la Vicepresidencia de Contraloría de Grupo Aval las irregularidades detectadas por Pizano con el fin de que intentara averiguar si las sospechas eran ciertas. "El doctor Pizano sí mencionó que sospechaba que dichos pagos fueran por extorsiones de paramilitares. Igualmente, expresó temores por su vida debido a que tenía evidencia de que un exsenador de la república lo estaba siguiendo", aseguró.

Uno de los apartes más inquietantes de la conversación tiene que ver con la supuesta entrega de un lote en Subachoque de parte de Odebrecht a un magistrado de la Corte Constitucional para que salir beneficiados en un fallo judicial. El caso en cuestión sería el relacionado con un megapleito en el que la Corte Constitucional dejó en firme un laudo arbitral que obligaba al pago de 125.000 millones de pesos a Odebrecht. 

La controversia se generó por la ejecución del contrato de construcción del proyecto hidroeléctrico del río La Miel, en su primera fase. El contrato fue adjudicado en 1.994 al consorcio La Miel, del que hacían parte los brasileños, Alstom Brasil Ltda. y Kvaerner Energy A.S. En julio del 2010, un Tribunal de Arbitramento internacional ordenó a Isagén el pago. El caso pasó por el Consejo de Estado y finalmente la Corte que, como última instancia, revisó una acción de tutela y dejó en firme el laudo. 

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"Si le contara, es que todo se sabe en la viña del Señor. El tema de por qué ganaron el proyecto de La Miel fue porque le regalaron siete hectáreas en Subachoque a Luis Eduardo... a Vargas, el magistrado", indicó Pizano en la conversación, que vuelve a poner la lupa sobre esta decisión.

"Jamás he tenido, ni tengo una hectárea de tierra en parte alguna de la geografía colombiana a pesar de haber trabajado 40 años en la Rama Judicial, 27 de los cuales como Magistrado", replicó Luis Ernesto Vargas, exmagistrado de la Corte Constitucional al ser consultado por El Espectador. Cabe anotar que no hay exmagistrados que lleven el nombre exacto que mencionó Pizano y el de Luis Ernesto Vargas no aparece asociado a la firma del fallo que ahora está en cuestión. 

Las grabaciones también dan cuenta de cómo Pizano tenía sospechas por las reuniones que desde ese entonces tenía Otto Bula con Éder Paolo Ferracuti. Y revela una situación que le despertó suspicacias. El episodio se origina en el SIMIT, en donde Pizano intentaba averiguar por las placas del carro de Hernando Medellín. En ese momento su conductor de confianza le pide que revise a quién corresponden las placas de un vehículo: "cuando veo que esa placa es de Otto Bula. Y dije: "Huevón, ¿usted cómo sabe de esa placa?". Me dijo: "Doctor, ese carro me estaba siguiendo"".

"¿Se acuerda doctor que yo le dije que cojamos por la circunvalar que está cerrada la 72? … ‘Y la otra vez cuando usted fue a visitar a su amigo a la Santa Fe, que dimos la vuelta no sé qué, que yo me entré al parqueadero de la Santa Fe y usted me regañó... también fue por eso. ¿Coincidencia? No sé. No lo traje, pero lo tengo en la gaveta de la oficina. Dice uno, no es por victimizarse ni nada, ¿será coincidencia?". Pizano también aseguró que el hijo de Otto Bula sostenía reuniones con Ferracuti. 

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Este nuevo episodio se une al rompecabezas que con esmero intentó armar Pizano antes de morir, por una falla cardíaca según el dictamen médico. Para mediados del 2017, los contratos irregulares iban en 26.000 millones de pesos, pero ante las autoridades alcanzó a generar reportes por sumas que llegan a los $ 55.000 millones en movimientos sobre los que tenía serios interrogantes.