NACIÓN

La foto de la reconciliación entre Alejandro Gaviria e Íngrid Betancourt

Luego del duro cruce que sostuvieron en el cara a cara de SEMANA y El Tiempo, los candidatos coincidieron en un debate organizado por la Universidad del Norte, en Barranquilla.

10 de febrero de 2022
Alejandro Gaviria e Íngrid Betancourt, en Barranquilla
Alejandro Gaviria e Íngrid Betancourt, en Barranquilla | Foto: Foto suministrada a SEMANA

Los candidatos presidenciales Alejandro Gaviria e Íngrid Betancourt se reencontraron tras el duro cruce que sostuvieron a instancias del cara a cara organizado por SEMANA y El Tiempo. Los aspirantes, cuya división implicó que Betancourt dejara a un lado la alianza que tenía con Gaviria y otros precandidatos, coincidieron en un debate organizado este 10 de febrero de 2022 en la Universidad del Norte, en Barranquilla.

Su cara a cara en la Universidad del Norte, en Barranquilla:

Los aspirantes referidos coincidieron en el debate presidencial organizado y liderado por la División de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales y grupo estudiantil Cosmopolítica, en el que participaron otros candidatos presidenciales como Francia Márquez y Gustavo Petro.

Cabe recordar que los precandidatos se cruzaron fuertes señalamientos por “los métodos” y los apoyos que tendrían con tal de ganar la nominación con miras a las elecciones presidenciales. Alejandro Gaviria e Íngrid Betancourt se cruzaron muy duros señalamientos durante el cara a cara que tuvieron y que organizó SEMANA y El Tiempo. En medio de la defensa de sus argumentos, Íngrid Betancourt fue muy crítica de Alejandro Gaviria porque supuestamente dejó que lo apoyaran personas con las cuales no estaban de acuerdo.

Durante el cara a cara, Betancourt aseguró que cuando se reunieron en el denominado “cónclave”, es decir la reunión entre preaspirantes de dicha coalición, se acordó no recibir apoyos de ninguna índole que estuvieran en tela de juicio. Lo hizo al tiempo que acusó al senador Gustavo Petro de querer imponer un modelo “soviético” en Colombia.

“Alejandro, tú y yo hicimos un acuerdo que lo firmamos en el cónclave. Que no íbamos a traer a la coalición a ninguna maquinaria. Has aceptado el apoyo de gente que me preocupa muchísimo. Yo convoco a la Coalición para hoy mismo, no vamos a dejar que los lobos dejen donde están los ovejas”, le dijo Betancourt a su compañero de coalición.

De un momento a otro, el exrector de la Universidad de los Andes Alejandro Gaviria se puso de pie, se le acercó a Íngrid Betancourt y la trató de oportunista y de hipócrita. “Lo suyo es hipocresía y oportunismo”, aseguró el también exministro mientras que Íngrid, sentada, le decía: “A mí no me ataques”. Betancourt fue más allá y de manera pública dijo que estaría dispuesta a irse de la coalición de la Esperanza, como efectivamente lo hizo después.

Alejandro Gaviria aseguró que él no tenía investigaciones de ninguna índole y le respondió a Betancourt que cuando se reunieron en el denominado “cónclave” ella no dijo nada y ahora que surgió este cara a cara público, a la luz del país, salió con tales aseveraciones. “Lo suyo es hipocresía y oportunismo. No tiene otro nombre. Debería mirarse en el espejo, no hay ninguna maquinaria ahí, lo que usted llama maquinaria de forma despectiva. Es disfrazar de superioridad moral”, dijo Gaviria.

Gaviria dijo que se tomó unas fotos con representantes políticos, muchas de ellos porque tenían trasfondos personales. “Así vamos a ganar la consulta del 13 de marzo y yo rechazo ese oportunismo”. Betancourt replicó señalando que “no voy a responder ataques personales, mi vida la puede mirar cualquiera, pero eso no quita que yo sí estoy preocupada. Nosotros no podemos decir que somos la coalición que vamos a derrotar con el método de los corruptos. Quedamos secuestrados en la Presidencia y llegaríamos a repartir favores”. Y advirtió: “Esto es lo que me preocupa, o llegamos con voto de opinión, voto libre, sin corrupción, o yo no hago parte de esta coalición”. Desde entonces, Betancourt se fue como candidata presidencial, lejos de la coalición y criticando lo que ella ha denominado “maquinarias”.