POLÍTICA
La ‘garrotera’ de los expresidentes: más distanciados que nunca
Pastrana y Samper protagonizaron un fuerte contrapunteo; Uribe y Santos no se pueden ni ver. Pastrana ha arremetido contra Santos. Los expresidentes están más distanciados que nunca.
El expresidente Andrés Pastrana acudió a la Comisión de la Verdad este lunes y salpicó al exmandatario Ernesto Samper. Presentó la carta en la que los líderes del cartel de Cali, los hermanos Rodríguez Orejuela, señalaron que el exmandatario recibió dineros de ese grupo para llegar a la Presidencia.
Samper no se quedó callado y salió a responderle a Pastrana. En vez de responder por la carta de los Rodríguez Orejuela, le pidió explicaciones a Pastrana por sus relaciones con Jeffrey Epstein, el pedófilo norteamericano que se suicidó en su celda en agosto de 2019.
Atrás quedaron los tiempos en los que los expresidentes mantenían una relación de camaradería y se apoyaban en momentos críticos en favor de la Nación.
Coincidentemente, el presidente Iván Duque los había convocado a nombre de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, una figura a la que puede acudir el mandatario cuando requiere escuchar los consejos y opiniones de quienes han ostentado el cargo.
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La razón en este caso es el litigio con Nicaragua por algo más de 8.000 kilómetros de mar del archipiélago de San Andrés, tema que se discutirá en la Corte Internacional de Justicia de La Haya en las próximas semanas.
Los presidentes no asistirán y esa reunión se frustró. A pesar de que la mayoría argumentó tener otros compromisos o estar fuera del país, lo cierto es que hoy todos los expresidentes están agarrados como nunca.
Además de la pelea entre Samper y Pastrana subida de tono, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos han protagonizado una de las divisiones más fuertes en los últimos años.
A pesar de que Santos llegó al poder en 2010 gracias al apoyo de Uribe, la firma del acuerdo de La Habana y otras decisiones llevaron a que el líder del Centro Democrático se convirtiera en el principal opositor del expresidente.
Precisamente la Comisión de la Verdad ha sido escenario de estas discusiones. Recientemente, Uribe conversó con el padre Francisco de Roux y habló de los falsos positivos. Santos culpó sin pena ni gloria a quien lo llevó al poder, echándole el agua sucia.
Las garroteras no solo se han dado entre ellos. Pastrana también ha sido muy crítico de Santos. Además de relacionar algunos precandidatos de ser las ‘fichas’ del expresidente para el 2022, como lo hizo con Sergio Fajardo, también lo ha cuestionado por el acuerdo de paz. “¿Qué nos dejó Santos?: 300.000 hectáreas de coca y a las Farc como el mayor cartel del narcotráfico del mundo, multiplicando sus ingresos”, dijo Pastrana.
En medio de una audiencia, a la que acudió Pastrana en la Comisión de Acusaciones de la Cámara, por unas investigaciones que se adelantaban en contra de Santos por supuestos relacionamientos con Odebrecht, Pastrana cuestionó a Santos pidiendo que se aclarara si era verdad que se había reunido con los ejecutivos de la multinacional brasileña.
“¿Es verdad o es mentira? Lo que el país no puede aceptar es que eso fue a sus espaldas mientras el tesorero de su campaña está en la cárcel”, le cuestionó Pastrana a Santos.
El expresidente César Gaviria tampoco se ha quedado callado. A pesar que en medio de la polémica de reforma tributaria de Alberto Carrasquilla conversó en buenos términos con Uribe, lo cierto es que esa relación no siempre ha sido la más cordial.
Gaviria fue uno de los críticos más acérrimos del expresidente al final de su mandato, llamándolo “caudillo” y “dictador”. “Insulta Gaviria, dándoles garantías a los narcos con la no extradición (...) Insulta Gaviria, dejó al país plagado de guerrillas, paramilitares, narcotráfico”, le respondía Uribe en el mismo tono.
Gaviria ha sido uno de los fuertes críticos del presidente Duque recientemente. Así como Pastrana, que comenzó apoyando a Duque pero en ocasiones se ha distanciado cuestionándole algunos nombramientos en Palacio.
Por el momento que vive el país varias de esas relaciones hoy parecen irreconciliables. Sin embargo, todos saben que la política es dinámica y en los próximos años todo puede pasar.