NACIÓN
La Gata, pese a la orden de un juez, seguirá en la cárcel
La exnegociante del chance tiene pendiente un proceso judicial por un homicidio registrado en mayo de 2001.
Enilce López Romero, más conocida como La Gata, seguirá privada de su libertad pese a la orden emitida el pasado lunes por el Juzgado Sexto de Ejecución de Penas de Barranquilla. Esto debido a que la mujer, reconocida en el negocio del chance, tiene un requerimiento judicial pendiente por su presunta participación en el homicidio de Nunilia Ester Collazos, registrado el 6 de mayo de 2001 en el municipio de Magangué (Bolívar).
Por este asesinato, que habría sido ejecutado por paramilitares, se emitió una medida de aseguramiento privativa de la libertad contra La Gata mientras se adelanta el juicio en su contra. Una fuente del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) le confirmó a SEMANA que López no quedará libre debido a esta situación.
Y es que la suspensión de la pena que ordenó el juzgado de ejecución de penas únicamente cobija el proceso que se adelantó contra López Romero por el crimen de Amaury Fabián Ochoa, un vigilante de un peaje, que fue acribillado por los paramilitares tras ser señalado de ser colaborador de la guerrilla de las Farc. Según el fallo emitido por el Tribunal Superior de Bogotá en 2013, y que fue ratificado por la Corte Suprema de Justicia, La Gata fue la determinadora de este asesinato.
López Romero, quien fue detenida en 2016, recibió la suspensión de su condena de 37 años de prisión por los graves quebrantos de salud que presenta. Teniendo en cuenta los dictámenes médicos, se señala que la empresaria del chance cuenta con graves enfermedades, las cuales han afectado su calidad de vida.
En el análisis jurídico del caso, el despacho judicial determinó que La Gata ya ha estado 17 años de su vida privada de la libertad, puesto que fue detenida en 2006.
Igualmente, señala la decisión que en las condiciones como vive actualmente no existe riesgo de reincidencia en la conducta por la que fue sentenciada. “Se debe mirar no solo en razón al delito cometido, sino revisar si la persona, de acuerdo con su personalidad, estaría frente a la reiteración del delito.
Para el caso en concreto de la señora López Romero, en la actualidad su pronóstico de vida es mínimo, debido a lo ya comentado, por lo que en su estado de salud difícilmente podría cometer otros tipos de delitos, evadir la justicia o no cumplir con las obligaciones”.
Pese a que se advirtió que los delitos por los que fue sentenciada La Gata revisten una gravedad absoluta, puesto que vulneraron la vida y la seguridad pública, no se puede desconocer el hecho de que ha cumplido la mayor parte de su sentencia, demostrando “un comportamiento ejemplar” como lo indican “sus calificaciones de la conducta, asistido al llamado de los requerimientos del despacho y cumplido su deber como persona privada de la libertad”. El juzgado le ordenó a López Romero firmar una diligencia de compromiso y una caución.
El juzgado señaló que la mujer ha llevado un proceso de resocialización, prevención general, retribución justa, prevención especial, reinserción social y protección al condenado. López Romero ha estado los últimos años cumpliendo su pena en un centro médico en la capital del Atlántico.