La guerra sucia en la campaña por la Gobernación del Magdalena

El clima político está enrarecido en Magdalena. El hecho de que el jefe del movimiento Fuerza Ciudadana, Carlos Caicedo, ex alcalde de Santa Marta y actual candidato a la gobernación, haya sido atacado con huevos en viernes en Ciénaga, mientras adelantaba una correría con el excandidato presidencial y senador Gustavo Petro, da cuenta de ello.

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Este bochornoso hecho ya tenía un antecedente. El jueves se conocieron y difundieron por redes sociales dos conversaciones que habrían sido chuzadas entre el alcalde de Santa Marta, Rafael Martínez (también de Fuerza Ciudadana), y el candidato Caicedo que dan a entender que el primero estaría participando indebidamente en política.

Según lo que se oye, el aspirante está preocupado por no poder conseguir los apoyos ciudadanos suficiente para su aspiración, no solo en materia de fuerza política sino también de firmas. En un aparte de la conversación se escucha:

- "Te estaba llamando por WhatsApp —dice supuestamente Caicedo—, pero bueno, lo que me han dicho es que estos Cotes están metidos ya en los barrios de Santa Marta con el tema de Varga. Rafa, yo ya no sé qué más hacer".

- "Bueno es un tema ya solo de firmas —responde Martínez, presuntamente".

- "Pues van cogiendo terreno en el escenario donde tú eres el alcalde, o sea —criticaría el candidato a la Gobernación—. Eso es lo que yo quisiera que tú entendieras, del pedazo equipo ese que tú tienes. Ustedes se están quedando sin bases, porque mira, el trabajo en el magisterio se perdió. William se lo cagó, el trabajo social, se perdió. Solo están quedando unas juntas comunales y Rago está destruyendo ese trabajo. Todo el trabajo que yo di de comité de participación de Mi Calle, se perdió, la infraestructura, todo eso se perdió"

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Opositores han señalado que las autoridades revisen las grabaciones y que se determine si el alcalde Martínez habría cometido algún delito. Sin embargo, hasta ahora, ninguna se ha pronunciado sobre la legitimidad de la interceptación.

Tampoco se ha establecido legalmente si la grabación fue manipulada, si las voces corresponden a Caicedo y a Martínez, y cuándo se habría podido dar la supuesta conversación. Ante la Fiscalía ya fue interpuesta una denuncia que debería resolver algunos de estos interrogantes.

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El pasado lunes Caicedo y la candidata de ese movimiento a la Alcaldía de Santa Marta, Virna Johnson, materializaron su candidatura con la presentación de 550.000 firmas a la Registraduría.

De lado y lado

Los ataques a Caicedo han tratado de ser capitalizados de lado y lado. El incidente con huevos pretendió ser una muestra de desprecio por el aspirante de Fuerza Ciudadana, máxime si se encontraba al lado de Gustavo Petro, lo que garantizaba resonancia nacional.

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No obstante, la respuesta no se hizo esperar. “Cotes sabemos que eres tu, sabemos con que dinero lo haces y es una manera de mostrar que no se tienen las ideas que no se tiene la capacidad. El dinero no cultiva el cerebro, lo única que cultiva el cerebro es el saber, el estudio y de eso se trata la campaña” dijo tras loe hechos el senador Petro.

Lo dijo en referencia al también candidato a la Gobernación del Magdalena Luis Miguel “el Mello” Cotes, que ya una vez ocupó esa silla, en la que se sienta hoy su tía, Rosa Cotes. En junio pasado, a exgobernador y gobernadora la Procuraduría General de la Nación les abrió pliego de cargos por presuntas irregularidades en la construcción de la Vía de la Prosperidad.

Por su parte, Caicedo manifestó también en la tarima: “Algunas persona, pagas, precisamente por los clanes políticos tradicionales por las élites familiares iban a lanzar algunos tipos de objetos. Ya lo habían hecho cuando fui precandidato presidencial […] y lanzaron objetos contundentes, piedras y huevos. En la inscripción de la candidatura me sabotearon de todas las maneras”.

Antecedentes

Y es que los antecedentes en medio de la campaña electoral no son sencillos. Hace cuatro meses la inestabilidad administrativa llegó a Santa Marta, tras la suspensión del alcalde Rafael Martínez y el interregno del alcalde encargado, el secretario de Transparencia de la Presidencia, Andrés Rugeles.

El suceso se prestó para ataques de lado y lado, donde Rugeles cambió el gabinete que venía acompañando a Martínez por uno quizá más técnico, pero a la vez más cercano a opositores políticos con el fin de ayudar en la contienda por la alcaldía que desde hace dos periodos la perdió la tradicional clase política del Magdalena.

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Una vez Martínez retornó el alcalde, hace unas semanas, quedó con las manos atadas por la Ley de Garantías que no le ha permitido modificar a los secretarios de los despachos distritales que le dejó Rugeles. Martínez ha dicho que no son de su confianza y por ello los ha sometido a rendiciones de cuentas públicas a través de redes sociales.

A los pocos días, el procurador Delegado para la vigilancia administrativa y judicial, Germán Calderón España, fijó una audiencia por la presunta conducta de participación en política por parte del alcalde Martínez, cuando durante la inauguración del estadio de béisbol, usado en los Juegos Bolivarianos, estuvo acompañado de Caicedo, que para entonces era precandidato presidencial.

Entretanto, Caicedo recibió en la víspera de su inscripción la noticia de que se le abrió un pliego de cargos en su contra por la expedición de un decreto que modificó el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de la capital del Magdalena, cuando se desempeñó como alcalde.

En la mitad de este candente escenario, la población de Magdalena, que según la más reciente medición de pobreza monetaria es la cuarta más pobre del país, espera con expectación que la campaña pase de las rencillas entre candidatos y que a pocas semanas de los comicios brillen más bien las propuestas. En últimas, es de eso lo que se trata la democracia.