Bogotá
La historia de Karen Viviana Turga, una joven que vivía en Bogotá y terminó sin vida en una finca cerca a Melgar | ¿La mataron?
A la familia le dijeron que se ahogó, pero su cuerpo estaba golpeado y con múltiples moretones. ¿Qué pasó ese día?
“Le di la bendición. La abracé fuertemente y le di dos besos en la frente. La encomendé a Dios, le pedí que se cuidara mucho y le dije que aquí la iba a estar esperando”.
Así es como Gladys Mosquera recuerda la despedida con su hija Karen Viviana Turga, de 22 años, en la mañana del viernes 10 de junio de 2022, cuando estaban en su casa, en Fontibón, y la joven se disponía a viajar a Girardot. Ese fue el último momento en el que la madre pudo abrazar y darle un beso a su hija en vida.
Karen, según su mamá, se dirigió a Girardot con la intención de trabajar ese fin de semana como mesera en un piqueteadero, pues se encontraba sin trabajo y necesitaba plata para cubrir los gastos de su pequeña hija de tan solo un año de nacida. Pero no viajó sola. Lo hizo con Geraldine Montes, una mujer a la que llevaba muy poco tiempo de haber conocido.
Gladys no sabe cómo y cuándo Geraldine apareció en la vida de Karen, pero fueron varias las ocasiones en que Geraldine fue a su casa. “Geraldine era la que insistía en que debían viajar a Girardot, en la moto, yo opté por pedirle su número de celular, porque no la conocía, no sabía quién era, y recuerdo las palabras que me dijo: ‘Qué señora tan desconfiada’. Lo único que le pedí es que por favor me cuidara a mi hija”, dijo Gladys.
Con el pasar de las horas, las corazonadas de Gladys se hicieron realidad. La pesadilla apenas comenzaba.
¿Qué sucedió?
Durante toda la tarde y la noche, Karen no contestó las llamadas de su mamá. Geraldine tampoco. Fue hasta el sábado a las 11:00 a. m. que Geraldine llamó a Gladys para darle una trágica noticia: “Karen está muerta, se ahogó en la piscina”. El corazón de la madre se desmoronó en mil pedazos.
Agentes del CTI de la Fiscalía también se comunicaron con Gladys para solicitarle que viajara a Melgar a hacer el reconocimiento del cuerpo. Karen y Geraldine no viajaron a Girardot. Se dirigieron fue a una finca retirada del casco urbano de Melgar y que hace parte de Carmen de Apicalá.
La agente del CTI a cargo de la investigación y del levantamiento del cuerpo fue Jessth Jaidivi Vela. La primera gran incógnita para la familia es por qué si Karen murió a las 4:30 a. m. fue hasta las 11:00 a. m. que Geraldine y el CTI le comunicaron a Gladys lo que había sucedido.
“La explicación que Geraldine le da al CTI es que estaban tomando unas cervezas en la piscina y ella se fue a dormir, pero Karen supuestamente se quedó sola en la piscina, minutos más tarde ella se despertó, bajó y fue cuando encontró a Karen ahogada y flotando en la piscina”, aseguró Carolina Mosquera, hermana de Karen.
En la finca estaban varias personas más, entre ellos, al parecer, un oficial de la Policía.
Lo que no se explican los familiares es por qué la agente Vela no dejó a Gladys ver el cuerpo de su hija Karen. Incluso, denuncian que en las fotos que les mostraron en su momento Karen estaba de lado y solo se veían sus tatuajes, pero no su rostro.
“Yo alcancé a ver una fotografía de Karen, estaba de perfil y noté que tenía sangre en su nariz y en la boca, en su espalda tenía varios morados, pero la investigadora pasó rápidamente la fotografía y no nos dio explicación alguna”, precisó Gladys.
“No se entiende cómo una agente del CTI no toma fotos que den completa claridad de quién es el occiso. Las fotos deben hablar por sí solas. Es más, la foto que la familia asegura que vio con la cara de Karen ensangrentada ya no está en el expediente”, explicó el abogado defensor Luis Enrique Hernández.
A la única persona que dejaron ver el cuerpo fue a Diego Ríos, el papá de la niña de Karen y quien fue el primero en llegar a Melgar. “Ese hombre salió pálido. Nos contó que mi hermana tenía el ojo morado y los labios reventados”, dijo Carolina.
Irónicamente, mientras a la familia de Karen le insistían que ella había muerto ahogada, la noticia criminal dice claramente que el hecho se trató de un posible homicidio.
La hipótesis que empezó a manejar la Fiscalía es que en dicha finca hubo mucho alcohol, drogas y orgías, y Karen estaría participando en estas actividades. El abogado se pregunta si Karen fue a ese lugar engañada, obligada o si era consciente de lo que iba a ocurrir.
“La única persona que tiene las respuestas a todos los interrogantes de qué pasó esa noche es Geraldine, pero irónicamente no la han llamado a indagación”, dijo el abogado. Geraldine tampoco le volvió a dar la cara a Gladys.
Han pasado casi seis meses de la muerte de Karen y su familia sigue exigiendo justicia. Aún no conocen los resultados de la necropsia y en días pasados hicieron un plantón en Medicina Legal, en Bogotá, pero resulta que el estudio no lo practicó esta entidad, sino el hospital de Carmen de Apicalá.
“Nos atendió el director, nos quiso ayudar. Él se comunicó directamente con el hospital a pedirles que agilizarán el proceso”, reseñó Carolina, quien agregó: “Al director le llamó la atención que la necropsia la haya practicado el hospital y no Medicina Legal”.
En diálogo con SEMANA, el director Jorge Jiménez afirmó: “En Colombia las necropsias las hacen Medina Legal y el sector salud, y yo lo que hice fue solicitarle al hospital que le diera trámite al proceso”. Aun así, la familia sigue sin conocer los resultados.
El fiscal encargado del caso es Fernando Ramírez, quien le indicó a este medio que desde hace un mes se encuentra incapacitado por una cirugía que le practicaron y su reemplazo es la fiscal Ruby Quiñones, quien no contestó a las llamadas ni a los mensajes.
Antecedentes
Según pruebas entregadas por el abogado defensor y corroboradas por SEMANA, Geraldine Montes tiene antecedentes judiciales por falsedad ideológica en documento público y por tráfico de estupefacientes. Por este último delito fue condenada a prisión domiciliaria a cinco años y cuatro meses.
“No se entiende por qué, si tenía prisión domiciliaria, Geraldine estaba fuera de su casa y en Melgar, y por qué la investigadora del CTI no se dio cuenta de esta situación”, comentó Hernández. De acuerdo con el expediente que reposa en la rama judicial, han sido varias las ocasiones en las que Geraldine ha evadido la casa por cárcel. Incluso, desde agosto tiene una orden de captura en su contra.
Pero Geraldine no es la única que tiene antecedentes. Desde octubre de 2021, la Fiscalía abrió noticia criminal en contra de Diego Ríos por violencia intrafamiliar, es decir, por maltratar a Karen. En el relato que la propia Karen les entregó a las autoridades, contó que en varias ocasiones el padre de su hija la amenazó con “partirle las manos”, “matarla” o “mandarle a los de la moto”.
A Gladys y a Carolina se les hace muy extraño que Diego haya llegado primero a Melgar y que en varias conversaciones haya afirmado que conocía a Geraldine, pero después se retractaba.
“Aquí deben estar abiertas todas las posibles líneas de investigación, pero no es posible que el CTI no avance en el proceso”, cuestionó Hernández.
¿El dictamen?
Fuentes cercanas al proceso le indicaron a SEMANA que los resultados de la necropsia habrían arrojado que la causa de la muerte fue ahogamiento. “Si mi hija murió ahogada, ¿por qué tenía sangre en la nariz y morados en todo el cuerpo? No me lo explico. A mi hija la mataron, de eso estoy segura”, puntualizó Gladys.
Ahora, la familia ni Hernández se explican cómo es posible que Geraldine haya encontrado supuestamente el cuerpo de Karen flotando, si cuando alguien se ahoga, se sumerge, y solo varios días después es que el cuerpo sale a flote.
“Aquí hubo un mal procedimiento que deja muchas dudas”, sintetizó Hernández. Mientras tanto, para Gladys y Carolina, hay una pregunta que las atormenta día y noche: ¿Por qué Karen se fue con Geraldine ese día? La verdad depende de que la justicia actúe con prontitud.