NACIÓN
La historia de Yudexi, la venezolana asesinada por su esposo colombiano en Soacha
Testigos contaron a SEMANA que el hombre le propinó una puñalada en el estómago porque ella no quiso darle 20 mil pesos para comprar bebidas alcohólicas.
Cinco días estuvo batallando por su vida en una unidad de cuidados intensivos la migrante venezolana Yudexi Reyes, de 23 años, quien recibió una puñalada en el estómago por parte de su pareja, en el barrio Los Robles, de Soacha, el pasado domingo 5 de diciembre de 2021.
A esta mujer –que había migrado por la crisis de Venezuela con la esperanza de un futuro mejor en Colombia– le truncaron todos sus sueños. Falleció en el hospital de Meissen, en el sur de Bogotá, la noche del viernes 10 de diciembre, dejando huérfanos a sus seis hijos: un bebé de 3 meses, que tuvo con el hombre que presuntamente la asesinó, y otros dos niños de 3 y 2 años que se encuentran con la familia de su padre en Rionegro (Antioquia). En Venezuela viven sus otras tres niñas: unas gemelas de ocho años y una niña de siete, que quedaron al cuido de la abuela.
Testigos del hecho contaron a SEMANA que ese domingo, cuando Yudexi fue atacada con un arma blanca, ella mantuvo una discusión muy fuerte con su marido, un colombiano identificado como Octavio Panesso, a quien conoció hace un año y de quien salió embarazada de su último hijo.
“Ella estaba afuera de la casa discutiendo porque su pareja quería seguir bebiendo, y ella le dijo que no le iba a dar más plata. Él le dijo que le diera 20.000 pesos, entonces ella le respondió que se los daba de la plata del pasaje del trabajo, y que él resolviera irse caminando el martes. Allí él la golpeó y se fue a una miscelánea que quedaba cerca a comprar un cuchillo; cuando volvió a donde estaba ella, la abrazó por la espalda y le pegó una sola puñalada por el estómago”, relató la fuente, quien prefirió no identificarse por temor a represalias.
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El hombre se fue de la escena y Yudexi quedó tendida en la carretera, al frente de su casa, en el barrio Los Robles, de Soacha. Eran las 3:00 de la tarde. Ella se desangraba ante la mirada de asombro de los curiosos y vecinos, quienes después de una hora la trasladaron hasta la sala de urgencias del hospital de Meissen.
Según contó Marcos, un primo de Yudexi, la puñalada le perforó los intestinos, le paralizó los riñones y ameritaba un trasplante de urgencias de hígado, que finalmente le colapsó todo su organismo.
“Pedimos justicia por Yudexi. Este asesinato no puede quedar impune”, repite el familiar constantemente, quien ha tenido que correr, y sin dinero, a hacer las diligencias en Medicina Legal para que este lunes le entreguen el cuerpo de su prima.
Indignados por este caso, familiares de la venezolana abrieron una página en la red social Facebook Justicia para Yudexi, donde sus allegados escriben sus condolencias y exigen que la Policía capture a Octavio Panesso.
La trágica muerte de esta migrante venezolana hizo que su mamá, Marisol Veroes, y su hermana mayor, viajaran consternadas desde la ciudad de Punto Fijo, en el noroccidente de Venezuela, hasta Soacha. En medio de la precariedad, de las pocas donaciones de vecinos y de gente en la calle, esperan completar el dinero para realizar la cremación del cuerpo y los servicios funerarios, que cuestan más de tres millones de pesos.
Los familiares no han colocado la denuncia ante la Fiscalía. Lo harán este lunes.
Una amiga de Yudexi, que también se reservó su identidad, aseguró a SEMANA que Octavio la maltrataba constantemente, le pegaba cuando ella estaba embarazada, y hace unas semanas le había dejado un morado en la espalda cuando le lanzó un zapato con todas sus fuerzas.
“Todo esto que pasó es muy triste, que ese hombre la asesinara. Ella estaba enamorada de él y ella quería salir adelante con su familia”, dijo la fuente.
Yudexi Reyes trabajaba vendiendo bolsas de basura en la calle 72, ubicada en el norte de Bogotá. Todos los días se trasladaba desde Soacha hasta esta zona para buscar un sustento, con su bebé de tres meses en brazos. Su pareja trabaja como obrero en una construcción cercana a la calle 72.
“Ella era una mamá con carácter, todo lo que hacía era para que sus hijos no pasaran hambre. Como amiga, le daba consejos: si tú no tienes qué comer, me dices, que yo te doy comida. Le encantaba echar cuentos, era alegre y muy servicial”, afirmó otra amiga.
Un flagelo que no para
La Fundación Feminicidios Colombia ha alertado en varias oportunidades que los feminicidios en el país están afectando cada vez más a las migrantes venezolanas. En Colombia los casos de feminicidio hasta agosto de 2021 ascienden a 200, un aumento del 17,65 % con respecto al mismo periodo (enero-agosto) del año 2020, cuando se registraron 170 casos, constatados con la Fiscalía General de la Nación.
“Más del 50 % de los feminicidios en Colombia son íntimos, es decir, los agresores son en su mayoría parejas, exparejas, novios, esposos y amantes. En 2021 ha aumentado el número de parejas que cometen feminicidios en relación con la proporción de exparejas (79 parejas y 28 exparejas)”, señaló esta organización a la vez que enfatiza que la mayoría de los feminicidios son cometidos con el uso de arma cortopunzante y le sigue en frecuencia el arma de fuego.
En 2021,al menos han sido víctimas de feminicidio al menos: 11 mujeres negras,afro,raizales o palenqueras,8 mujeres indígenas y 20 mujeres migrantes venezolanas.
— Fundación Feminicidios Colombia (@FeminicidiosCol) August 31, 2021
En el caso de las mujeres negras, no hay certeza por la ausencia de enfoque diferencial de los medios de comunicación.