NACIÓN
La historia del hombre que utilizaba a su mamá para traficar armas para el ELN en Venezuela
El detenido le habría confesado a las autoridades que utilizó el nombre de su progenitora para reclamar la encomienda proveniente de los Estados Unidos.
Las estrategias de la criminalidad para lograr su objetivo parecen no tener límites. En Riohacha (La Guajira), las autoridades capturaron a un hombre que al parecer era un enlace para el tráfico de armas de la guerrilla del ELN que se encuentra en Venezuela.
SEMANA Noticias conoció apartes de la investigación en donde quedó en evidencia cómo esta guerrilla utiliza diferentes métodos para ingresar armas al país y posteriormente trasladarlas a Venezuela, donde según información de inteligencia se encuentran algunos cabecillas y guerrilleros rasos.
El hecho se dio luego de una alerta que emitieron las autoridades norteamericanas a las colombianas sobre un posible caso de trafico de armas por vía de encomienda.
Al recibir el llamado, las autoridades colombianas le hicieron la respectiva trazabilidad al paquete enviado desde Estados Unidos con destino a Riohacha y efectivamente comprobaron que se trataba de un posible caso de tráfico de armas con destino a organizaciones ilegales.
Al profundizar en las pesquisas, los agentes judiciales –según le confirmaron a SEMANA– evidenciaron que las armas tendrían como destino último la guerrilla del ELN que se encuentra en Venezuela.
Por este motivo, la Policía Fiscal y Aduanera, la DIAN y la Fiscalía realizaron un operativo con el que se logró la captura de dos personas en tres allanamientos realizados en Riohacha, donde se incautaron 5 fusiles de asalto de fabricación americana.
Señala la investigación que los fusiles de asalto tenían registrada en la guía de transporte internacional el nombre y documento de una mujer de la tercera edad que resultó ser la madre del hombre capturado.
Tras la inusual captura, es decir, de la mujer de la tercera edad, los investigadores encontraron que el detenido utilizaba el nombre su mamá para recibir esta clase de encomiendas sin su consentimiento.
En medio de la compleja situación judicial en la que el sujeto puso a su mamá, le habría confesado a las autoridades de su práctica ilegal para poder recibir el armamento.
Durante lo que va corrido del mes de enero las autoridades han decomisado dos lotes de armas de fuego que suman 11 fusiles de asalto y 12 proveedores. El pasado 15 de enero habían caído 6 armas de fuego más en vías del Magdalena, que serían parte de este cargamento.
Ahora el detenido deberá responder por delitos de tráfico de armas y posible patrocinio a grupos guerrilleros. Además, las autoridades recordaron que el Gobierno es el único que tiene la potestad para importar esta clase de fusiles.
Es de recordar que en el pasado, SEMANA reveló que la Cuarta Brigada era una suerte de fortín lleno de irregularidades de las que se estarían beneficiando hasta las organizaciones criminales.
También se hizo referencia a que de acuerdo con la investigación que el batallón de contrainteligencia N.º 7 del Ejército inició en 2016 y cuyo informe de la misma entregó a la Fiscalía en mayo de 2019, aparentemente se concluye que las irregularidades en las ventas de armas y en los permisos que se estaban otorgando para su porte, también involucraría a altos mandos en Bogotá: el 7 de abril de 2016, a la Seccional de Control Comercio de Armas N.º 45 de las Fuerzas Militares en Medellín, llegó una mujer acompañada de tres hombres para comprar armas, una para cada uno de sus acompañantes. Según el informe, la mujer habría manifestado que ella venía de parte del general Romero Pinzón –comandante entonces de la Cuarta Brigada y hoy capturado– y que los hombres que la acompañaban eran “recomendados” del general.
Con todos estos detalles que se narran en el informe de contrainteligencia del Ejército, y que está en manos de la Fiscalía Medellín desde mayo de 2019, habrían quedado expuestas dos cosas: una, que la cadena presuntamente corrupta y delictiva por la que, entre otros delitos, fue capturado el general Romero, no estaría solo en la Cuarta Brigada de Medellín, y dos, que involucraría a oficiales de la Seccional de Control Comercio de Armas del Cantón Norte de Bogotá.