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La historia de amor de Monsalve y del reloj-espía para grabar en la cárcel

El testigo estrella del caso que hoy tiene en casa por cárcel a Álvaro Uribe conoció a su expareja en La Picota cuando ella trabajaba como médica allí. Ella cumpliría un rol importante para grabar su conversación con el abogado Diego Cadena y Enrique Pardo Hasche.

9 de septiembre de 2020

Deyanira Gómez inició su trabajo en centros penitenciarios en el 2010 cuando se desempeñó como médica general en la cárcel de mujeres El Buen Pastor en Bogotá. Descontenta con el ambiente, pidió traslado. No tardó mucho tiempo allí, pero sería una experiencia que marcaría su hoja de ruta laboral por los próximos años. Llegó a la cárcel La Modelo, ingresó en el área de sanidad de uno de los patios de alta seguridad y en una de sus rutinas diarias conoció a Juan Guillermo Monsalve. Ese encuentro, que inicialmente no tuvo connotación especial, significaría un antes y un después en su vida.

Conocí a Juan Monsalve y no tuvimos ninguna relación en ese momento. Lo conocí como a cualquier otro preso” recordó en entrevista con María Jimena Duzán en Semana en Vivo. Duró dos años y medio en este cargo y renunció por demoras en el pago de los salarios. Por su parte, Monsalve fue enviado a otro lugar de reclusión. Jamás pensó volvérselo a cruzar.

Gómez se vinculó a Coomeva atendiendo pacientes de medicina prepagada y a eso se dedicó hasta julio de 2013 cuando surgió la posibilidad de trabajar a medio tiempo en La Picota. Partió su horario en dos y destinó sus tardes a cuidar la salud de la población privada de la libertad de esta cárcel. Fue entonces que Monsalve reapareció en una de sus consultas.

“Comenzamos a hablar y entablamos una amistad al principio y después decidimos que íbamos a cambiar por una relación” contó. Y al momento de preguntársele por qué optó por involucrarse emocionalmente con una persona condenada por la justicia, su respuesta es tajante: “Yo no me enamoré de un delincuente, yo me enamoré de un ser humano”.

Vea: “Yo no me enamore de un delincuente, yo me enamore de un ser humano”: Deyanira Gómez

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Es enfática al afirmar que su afecto por Monsalve no se debió “a una relación pasajera” y que, aunque no contrajeron matrimonio, prueba de ello es el hijo que tuvieron juntos. Un niño que hoy tiene cinco años. En razón a la distancia —Gómez se encuentra asilada fuera del país por cuestiones de seguridad— y las dificultades que desencadenó el proceso judicial en contra de Álvaro Uribe Vélez, actualmente ya no son pareja. Estuvieron juntos por seis años. 

El momento que lo cambió todo

En 2018, la Corte Suprema de Justicia volteó los roles: archivó la investigación que adelantaba al senador Iván Cepeda por supuesta manipulación de testigos y el expresidente Uribe Vélez pasó al sillón del acusado. Los magistrados de la alta corte consideraban que tenían suficientes indicios y pruebas para creer que el líder del Centro Democrático estaba constriñendo a antiguos paramilitares para que dieran un testimonio favorable a sus intereses.

Pero ¿qué tenía que ver Deyanira Gómez con esto? Su pareja, Juan Guillermo Monsalve, estaba siendo contactado por diferentes flancos para que se retractara de una serie de acusaciones en las que acusó a Uribe Vélez de participar en la fundación del Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia. Su padre, Óscar Monsalve, fue administrador de la finca Guacharacas, propiedad de la familia del expresidente, en la década de los noventas.

El abogado Diego Cadena, por encargo del exmandatario, y Carlos López, alias Caliche, lo llamaban desesperadamente para que echara para atrás lo dicho. Le ofrecieron, según cuenta Gómez, innumerables beneficios a cambio de que hiciera un acto de contrición público en el que admitiera haber mentido en lo dicho sobre Uribe Vélez.

Vea: "Hasche y Caliche mienten": Deyanira Gómez

Caliche le pide que por favor le permita ingresar allá, que necesita que le haga un video, que le van a colaborar” expresó Gómez quien se enteró de estos hechos por boca de Monsalve en una de sus tantas visitas. Aseguró además que su antigua pareja no gozaba de ningún privilegio o lujo en su celda, desmintiendo así lo dicho por Caliche.

Sí admitió que tenía una pequeña nevera para guardar sus alimentos ya que previamente había sido víctima de dos atentados: uno en cómbita cuando fue atacado por otros reclusos con puñal en mano y un intento de envenenamiento con una sustancia de venta prohibida en Colombia que apareció en su celda. A partir de eso, Monsalve solicitó una nevera para poder ocuparse directamente de sus alimentos. 

Pero es sólo hasta el momento en que Gómez compra un reloj-espía y se lo hace llegar a Monsalve que ella adquiere un papel más activo.

Enrique Pardo Hasche, también recluido en La Picota y compañero de patio de Monsalve, estaba a su vez intercediendo por el expresidente Uribe Vélez. Instó en varias oportunidades a Monsalve para que diera una declaración favorable al exsenador y, así como López, prometió una serie de ayudas. Todo llegó a oídos de Gómez.

Él (Monsalve) sabe que le van a mandar un abogado para hablar del expresidente. Entonces, me manifiesta esa información y yo compro el reloj” reveló.

Vea: “Yo compro el reloj con mi plata”: Deyanira Gómez

El reloj, en realidad era un dispositivo de vigilancia y contaba con una micró cámara incorporada. Gómez se lo entregó al abogado Héctor Romero, defensor del testigo, y este se encargó de llevarlo a La Picota y dejarlo en manos de Monsalve. La intención era documentar el contenido de la conversación y las ayudas ofrecidas a Monsalve como llevarlo ante la Jep, lo cual no es posible por las condiciones de los delitos por los que está preso por parte del abogado enviado por Uribe Vélez, Diego Cadena, y Pardo Hasche. Estas grabaciones son ahora parte clave de la investigación que recién pasó a la Fiscalía General, pero que en su momento conoció la Corte Suprema.

Con el reloj-espía Monsalve logró registrar algunas escenas de cuando Diego Cadena lo visitó en la cárcel para tratar de obtener su retractación así como varios momentos en la celda en que Pardo Hasche le insistía en que "Uribe es dios" y que por tanto lo mejor sería atendender la solicitud de suscribir una declaración favorable al expresidente. Dentro de ese material grabado con el famoso reloj está también la escena en que Cadena, con tono de desespero, le dice a Monsalve "hermano, necesito que firme los hijueputas documentos" 

La reunión con Cadena

En el encuentro Cadena le dejó claro al exparamilitar Monsalve cómo debía redactar su retratación. El abogado de Uribe pensaba que ahí mismo la recibiría para posteriormente radicarla en la corte y cumplir con la misión encomendada por su cliente. Se equivocó. Monsalve se excusó y comentó su deseo de que fuera “su esposa”, Deyanira Gómez, quien radicara el documento. No se percibió ningún problema y así terminó la reunión.

El fin de semana inmediatamente siguiente, Gómez visitó a Monsalve en La Picota y recibió la carta. Justo debajo de la retractación había un pequeño párrafo escrito por el puño y letra del testigo en donde explicaba que había sido sometido a presiones por parte de Uribe Vélez y sus allegados. En realidad la supuesta retractacción era una evidencia del asedio entorno al testigo, y era eso lo que este quería mostrarle a al Corte Suprema. 

"Ellos decían que era imposible que Juan hubiera escrito eso. Para eso pueden hacerle grafología y verificar si es la letra de Juan. Él coloca su nombre al pie de página y manifiesta que esta siendo víctima de presiones de Pardo Hasche, de Álvaro Uribe y del abogado Diego Cadena" declaró Gómez. El lunes siguiente, el documento llegó a la corte.

Aparentemente, Diego Cadena esperaba tomar una foto de la carta para hacerle publicidad en medios y así consolidar la tesis de que el expresidente Uribe Vélez nada tenía que ver con la manipulación de testigos que se le acusaba. Deyanira Gómez fue contactada por Cadena y tras comentarle a este que tenía la retractación en su poder, ella le preguntó qué beneficios le estaban siendo ofrecidos a Juan Guillermo Monsalve a cambio de su firma en el documento. Se concertó así una reunión que se llevó a cabo el 5 de marzo de 2019 en un Dunkin‘ Donuts en el centro de Bogotá, a escasos metros del Palacio de Justicia. 

Vea: “Diego Cadena esperaba que yo mostrara la carta a los medios”: Deyanira Gómez

Para entonces Diego Cadena estaba en error. Por un lado, creía que la retractación de Monsalve había sido radicada como él lo había planeado e ignoraba la aclaración que se escribió posteriormente en el pie de página. Además, tampoco sabía que la Corte Suprema, una vez verificó la retractación, ordenó que Deyanira Gómez usara una grabadora al momento de de asistir a la reunión con él.

"La Corte, con todo su sistema investigativo, coloca una grabadora en mi cuerpo para que en ese momento estuviera grabado toda la conversación que iba a pasar en ese momento con Cadena".

Deyanira llegó primero y esperó al abogado que apareció minutos después con sus escoltas. Sin saber que ella tenía claridad sobre las presiones ejercidas a Monsalve, Cadena le aseguró que este se encontraba muy arrepentido y que ellos (Álvaro Uribe Vélez y él) pensaban ayudarle con "una verificación de su proceso". No contenta con esas palabras, Gómez preguntó qué en concreto se le había planteado a Monsalve y Cadena respondió que "absolutamente nada" más allá de "colaborarle en la revisión".Gómez notó que Cadena mentía ya que sus afirmaciones iban en contravía a lo dicho por su pareja, el abogado Héctor Romero y los videos grabados por el reloj que ella mismo pudo ver antes de entregarlos en la corte.

"Yo le digo ‘Doctor, usted me está diciendo mentiras‘ y él dice que no son ningunas mentiras, que eso no fue lo que él le dijo a Juan" comentó Gómez. Añadió que ella le recordó a Cadena que fue él quien buscó a Monsalve y no al revés.

Gómez le dejó claro a Cadena que no radicaría la carta (aunque ya lo había hecho) por que sentía que le habían mentido a Monsalve y el abogado muestra claras señales de indignación. Tiempo después, cuando trascendió que el CTI había registrado todo el encuentro entre la mujer de Monsalve y Cadena, este presentó su propia grabación de la cita. Cadena, al sospechar que la reunión estaba siendo monitoreada activó su celular y también grabó. Sin embargo, asegura Gómez, el audio que entregó Cadena está editado y solo muestra apartes que son convenietes para él. "Es muy fácil, solo hay que cotejear la grabación de esa reunión que hizo la Fiscalía con la que entregó Cadena. La grabación que hizo la Corte por medio del CTI nunca estuvo en mi poder, tan pronto salí de ahí ellos tomaron el micrófono y todo entró en cadena de custodia", explicó. 

La médica insistió en que Cadena presentó solo estractos de la conversación editados y que no son fieles a la verdad. "Sólo muestra lo que le conviene a él" establece ella. El audio completo, el que grabó el dispositivo en el cuerpo de Gómez, fue recibido por investigadores que le dieron cadena de custodia y lo entregaron a la Corte Suprema.