Análisis

La huella del liderazgo: diez años del Premio Mejores Líderes de Colombia

Diez años de ganadores en el Premio Mejores Líderes de Colombia, una iniciativa de Telefónica Movistar y SEMANA, dejan el retrato de una sociedad que lucha por transformarse a pesar de las estructuras políticas y logra cambios gracias a liderazgos sociales que desafían la inequidad.

19 de diciembre de 2020
En 2017, el Comité Cívico por laDignidad del Chocó (izq.) y la Asociación de Negros del Río Yurumanguí (der.) fueron galardonados por su liderazgo colectivo.

El liderazgo público en Colombia muchas veces está atado a una percepción de lo político, como si lo que pudiera lograrse en términos de avances sociales siempre necesitara un racero de elección popular o de instancia gubernamental o caudillismo para hacer posibles los cambios. Sin embargo, a lo largo de diez años de convocatorias públicas, con más de 4.000 aspirantes y más de 120 seleccionados en arduas jornadas de secretaría técnica, se ha encontrado que la huella del liderazgo en Colombia pasa más por la sociedad civil, por el liderazgo colectivo, por los territorios, por la espontaneidad y la visión del líder que sabe que algo no funciona bien y debe ser transformado mediante un trabajo sostenido en el tiempo e imprimiendo el mensaje en otros que adolezcan los mismos problemas y generen acciones concretas.

Es así que, en la juiciosa labor realizada por los jurados del Premio Mejores Líderes, la constante en las discusiones ha sido encontrar que en esta huella del liderazgo son más las personas que establecen una visión de su entorno desde las regiones. Usando la herramienta de la acción colectiva, ponen el reflector sobre situaciones que requieren alzar la voz y trabajo sostenido para garantizar o avanzar en temas de derechos fundamentales. Minorías étnicas, raciales, grupos de mujeres, organizaciones de derechos LGBTI, defensores ambientales transitan por la ruta de las causas sociales que buscan reformas más por la vía de la movilización, que luego se represente en cambios normativos en los que se amplíe la frontera de sus derechos. Es como si los líderes públicos, desde la sociedad civil, tomaran la bandera de las reformas que no son posibles desde la vía del establecimiento.

En segundo lugar, el liderazgo público encontrado en las deliberaciones ha reflejado alejarse del liderazgo político, que en la mayoría de los casos emerge individual y personalista. En los liderazgos encontrados prima una línea social, colectiva, que muchas veces es encarnada por el líder anónimo que con fuerza y resiliencia tiene la visión colectiva y que con constancia lleva al cambio.

En tercer lugar, se vislumbra un nuevo orden entre el centro y la periferia, ya que por la vía del poder central, tradicionalmente, se ha determinado la acción política y reformas en el país. Pero como acción opuesta a este funcionamiento histórico, los liderazgos se alejan de estos centros de poder que determinan legislaciones y destinos, y se reinventan en un sinnúmero de acciones regionales transformadoras de la sociedad, como un nuevo orden que da solución a las verdaderas necesidades sociales, ambientales, educativas o económicas de los territorios. Estos alzan su voz a lo nacional para lograr, con una fuerza contundente, conciencia y cambios claves en el desarrollo social.

Por último, emerge otro aspecto en diez años de revisiones y postulaciones: el sentido de encontrar un liderazgo político y empresarial homogéneo que convive con liderazgos diversos que, así mismo, ponen de presente los matices de un país que muchas veces se debate entre los temas de las sociedades premodernas, enmarcadas en los ámbitos rurales y los territorios, los visos de la posmodernidad, los dilemas que vienen con el desarrollo, y las pautas económicas y sociales de la globalización.

Es así que innumerables grupos de minorías, mujeres, empresarios comprometidos, colectivos, organizaciones sociales, educativas, movimientos de víctimas, campesinos, profesionales reflexivos desde la academia, establecen visiones de cambio y reclaman mayor equidad, inclusión y participación. Los recursos naturales se convierten en sujetos de derechos, los empresarios llevan sus acciones a crear mayor valor en la sociedad y el establecimiento recibe todos estos movimientos como la agenda de las próximas reformas, que nacen desde la visión y el liderazgo transformador que se gestan en cualquier situación que necesite una evolución.

Es así que la huella de los liderazgos transformadores que el Premio Mejores Líderes de Colombia le entrega al país muestra un cúmulo de capital social en el que personas visibles y en la mayoría de los casos desconocidas, por fuerza de su visión, acciones colectivas, trabajo desde los territorios y desmarcadas de un sistema homogéneo han generado cambios históricos para nuestra sociedad. No se trata de la huella de unos pocos, que figuran en los titulares de prensa. Es la huella de millones de personas que, unidas por una causa y en colectivo, han generado la fuerza suficiente para no solo mostrar la importancia de sus problemáticas, sino también lograr una mayor equidad y garantía de derechos, también para trabajar y no desistir hasta ver su realidad transformada: la realidad que un día soñaron y que solo se logra con visión, sostenibilidad en el tiempo, acción colectiva y resultados, en algunos casos incluso a costa de poner en riesgo su propia vida.

Finalmente, se hace un reconocimiento a todas las personas que participaron en la elección de los líderes de Colombia en las nueve ediciones del Premio. Año tras año, esa labor fue posible gracias a importantes figuras que dedicaron muchos de sus días a discutir y seleccionar a los mejores líderes de los centenares de solicitudes que llegaban. Por eso, en esta edición, se les hace un homenaje a todos los miembros del jurado que han acompañado este sueño.

Debido a la coyuntura causada por la covid-19, este año no se realizó ni la convocatoria ni el proceso selección. Sin embargo, teniendo en cuenta el compromiso que hace nueve años se adquirió con el fomento de la cultura de liderazgo en país, es conveniente hacer un especial editorial en el que se rinde un homenaje a los ganadores del Premio durante todas las ediciones, así como a las personas y organizaciones de distintos sectores de la sociedad que les hicieron frente a los estragos causados por el coronavirus.