Nación
“La imparcialidad de la señora jueza se encuentra seriamente comprometida”: defensa del expresidente Álvaro Uribe recusó
El abogado Jaime Granados advirtió que se debe analizar la imparcialidad de la jueza, que la defensa considera ha quedado en duda.

Durante la segunda sesión del juicio que se adelanta en contra del expresidente Álvaro Uribe por la presunta manipulación de testigos, la defensa del exmandatario sacó una carta con la que espera demostrar que la jueza a cargo del proceso no goza de imparcialidad y que, al contrario, se ha mostrado alejada del principio de objetividad.

En criterio del abogado Jaime Granados, la juez ha demostrado una vulneración sistemática de las garantías al debido proceso del expresidente Álvaro Uribe, mostrando un particular interés por avanzar en el juicio, mientras golpea otros derechos fundamentales que les asisten a los procesados.
La defensa del expresidente Álvaro Uribe recusó a la juez del caso tras advertir que se encuentra en duda su “imparcialidad objetiva” y piden revisar sus actuaciones en el proceso. https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/VggW6LoTm9
— Revista Semana (@RevistaSemana) February 10, 2025
“La señora jueza que preside este juicio, en lo que ha ocurrido del mismo, ha asumido y ha exteriorizado una conducta sistemática de vulneración de garantías de la defensa, tanto técnica, como material, mostrando, por el contrario, un desmedido e inusitado interés porque la actuación avance sin que importe el respeto por el debido proceso, poniéndose en duda la imparcialidad con la que está actuando”, dijo el abogado.
Para el defensor, hay una conducta sistemática de afectación de garantías de objetividad, y salen justamente de la jueza quien tendrá que definir la situación judicial del expresidente. Incluso, advierte el abogado Jaime Granados, la displicencia y ataques no solo ocurrieron en contra de la defensa, sino de las intervenciones de la Procuraduría.
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“Lo que denomina una conducta sistemática de la señora jueza de afectación de las garantías de objetividad y de trato en esa dimensión de la defensa técnica, de quien defiende en este caso al acusado e incluso de quienes han cumplido una función constitucional buscando amparar el respeto del debido proceso como el Ministerio Público, que ha recibido también un trato que no es compatible con este principio de objetividad”, advirtió el defensor.
En este, como en cualquier otro proceso en el que se recusa a la jueza, el objetivo es apartarla de la actuación y comprobar que de manera efectiva tiene algún interés diferente al ejercer justicia. Asunto que tendrá que resolver la misma jueza, si acepta la recusación y, si no, escalar a su superior jerárquico.
En este proceso, de acuerdo con el abogado Jaime Granados, existe una clara intención de la jueza de descalificar todas las actuaciones de la defensa, lo que constituye, en su criterio, un prejuicio en contra del acusado. Además de que la misma jueza se ha pronunciado sobre asuntos que en teoría se tendrían que resolver en el juicio y no antes.

“De manera reiterada, descalifica la actuación de la defensa con adjetivos y acusaciones que dan cuenta de un evidente prejuicio hacia la defensa y sus postulaciones. Adicionalmente, debe decirse que la señora jueza se ha pronunciado de manera anticipada sobre aspectos que hacen parte de lo que será la práctica probatoria del juicio y que irán en la sentencia final, puntos centrales del debate”, explicó la defensa.