Judicial

La influencer y senadora Catherine Juvinao no asistirá a conciliación con su colega Ape Cuello a quien señaló de “corrupto” sin pruebas

El dirigente político conservador denunció a la representante a la Cámara por llamarlo “corrupto” en sus redes sociales.

26 de septiembre de 2022
Catherine Juvinao representante a la Camara por la Alianza Verde
Cathy Juvinao
Congresista 2022 / 2026
Bogota julio 18 del 2022
Foto Guillermo Torres Reina / Semana
Representante a la Cámara Cathy Juvinao | Foto: Guillermo Torres /Semana

La representante a la Cámara, Catherine Juvinao le manifestó a la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia que no asistirá a la audiencia de conciliación convocada programada para el próximo viernes 30 de septiembre en el marco de la denuncia que interpuso en su contra el congresista conservador, Ape Cuello Baute por los delitos de injuria y calumnia.

En un documento enviado por Juvinao, se señala que es su deseo “evitar cualquier confrontación con el denunciante”. Debido a esto, la Corte declaró como fallida la diligencia, la cual es obligatoria para atender este tipo de delitos. Descartada cualquier tipo de conciliación, el despacho del magistrado Héctor Javier Alarcón continuará con la práctica de pruebas para tomar una decisión de fondo.

El origen del proceso tiene como base las denuncias presentadas por el representante a la Cámara por el Partido Conservador, quien consideró que en diversas oportunidades fue injuriado por la representante a la Cámara.

En la denuncia, firmada por el abogado Julián Quintana, se revela que, incluso antes de la posesión del Congreso 2022- 2026, Juvinao hizo varias publicaciones en su cuenta de Twitter en las que tildaba al dirigente conservador de “bandido, ladrón, infame, corrupto, hampón, godo corrupto y que debería estar en la cárcel”.

Con esto, según señala, la representante a la Cámara de la Alianza Verde, afectó el buen nombre y honra del congresista conservador quien, según su abogado, “tiene una trayectoria impecable en el sector privado y público, ha forjado una valiosa reputación en virtud de su esfuerzo y destacado desempeño en su trabajo. Igualmente, socialmente es referenciado como una persona de buenas costumbres, correcto y transparente, a pesar de las malintencionadas campañas mediáticas que ha liderado la querellada”.

El jurista es claro en indicar que al momento de hacer estos trinos, Juvinao ya era representante electa a la Cámara, por lo que debe ser la Corte Suprema la que adelante las investigaciones y, de ser el caso, el juzgamiento.

Teniendo en cuenta la naturaleza de los delitos por las que fue denunciada, se pide que se cite a una audiencia de conciliación en la cual la representante deberá retractarse de las acusaciones hechas. De no llegar a un acuerdo se pide que se continúe con el proceso penal.

“En este orden de ideas, consideramos que la representante a la Cámara Catherine Juvinao Clavijo extralimitó sus derechos a la libre expresión, vulnerando los derechos de nuestro representado, conductas que para este representante de la víctima, constituyen los delitos de injuria y calumnia agravada”, precisa la denuncia.

Teniendo en cuenta su fuero constitucional, la defensa de Cuello insiste en que tiene una exigencia mayor al hacer este tipo de publicaciones, citando las fuentes, y dar información veraz, imparcial y verificable.

En la denuncia, de 29 páginas, se indica que Catherine Juvinao “ha vulnerado dicho derecho al querellante, al sostener en redes sociales, información imprecisa, errónea y distorsionada. Información alejada de la realidad, lo que genera que la sociedad adopte una imagen negativa de Alfredo Ape Cuello”.

Reseñó que esta situación está afectando gravemente “su nombre, producto de estos improperios, por cuanto distorsiona y empaña sus derechos subjetivos ante la sociedad. Socavando su prestigio y la confianza de que gozaba en su entorno”.

Para sustentar su dicho puso de presente los comentarios que se registraron en las publicaciones hechas por la representante a la Cámara en contra de Cuello Baute, situación que fue calificada por Julián Quintana como un “linchamiento mediático contra el querellado, acabó con su buena reputación”.