Bogotá
La insólita excusa del canadiense que atacó al patrullero en el aeropuerto El Dorado tras declararse inocente
La Fiscalía le imputó el delito de violencia contra servidor público en circunstancia de agravación. El canadiense quedó a disposición de Migración Colombia.
En video quedó registrado el reprochable caso de agresión contra el patrullero John Favio Largacha, quien fue sorprendido por el extranjero cuando, enfurecido, se abalanzó contra el uniformado para quitarle su arma de dotación, frente la mirada atónita de quienes esperaban su vuelo en el aeropuerto El Dorado de Bogotá el pasado martes.
Este miércoles, fue presentado por la Fiscalía General ante una juez de control de garantías para legalizar su captura e imputarle cargos. Durante la diligencia judicial, de manera repetida, Vince-Tong Sozio, como fue identificado el extranjero, pedía la palabra en la audiencia para explicar, según él, lo que había pasado.
Pese a que la defensa tuvo que advertirle que cualquier expresión o dicho durante la diligencia podría convertirse en un problema legal para él mismo, insistió en hablar. Su excusa fue insólita.
“Cuando hablo con el defensor, le digo que he estado en el aeropuerto por cuatro días y no había comido y no estaba pensando muy claramente”, dijo el traductor del extranjero, quien también aseguró que, “entonces, quiere tener la oportunidad de aclarar varias cosas en la misma audiencia”.
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Por estos reprochables hechos, el ente acusador le imputó el delito de violencia contra servidor público en circunstancia de agravación. Durante la audiencia, se le explicó en detalle cómo ocurrieron los hechos que derivaron en su captura. Pese a afirmar que poco entendía el español, la juez le preguntó a Vince-Tong Sozio, a través del traductor, si entendía los cargos y la posibilidad de aceptarlos.
El hombre le dijo al despacho que entendía la imputación, pero nuevamente pidió la palabra para explicar lo que a su criterio ocurrió en El Dorado y que previamente advirtió en la audiencia de legalización de captura, sobre su situación en el aeropuerto y las implicaciones legales del ataque al uniformado.
Entre el material de prueba, la Fiscalía presentó la denuncia del uniformado con el relato de los hechos que incluyó la forma, el cómo y cuándo del ataque en su contra. El policía reveló en detalle cómo ocurrió el ataque, cuando justamente el extranjero buscaba, a toda costa, arrebatarle su arma de dotación.
“Yo trato de alejarlo con mi mano izquierda, el armamento lo tengo en el lado derecho de mi cintura, lo coloco en un lugar donde no lo pueda coger. Lo trato de alejar para evitar que el señor me despoje del armamento y ocurra una tragedia, porque inicialmente lo que el señor quería era despojarme del armamento”, explicó el uniformado.
El patrullero John Favio Largacha aseguró que, tras repasar los videos en los que aparece junto al canadiense, piensa en la gravedad de los hechos y de lo que pudo ocurrir si este agresor le hubiese quitado su arma de dotación. Las imágenes son perturbadoras, no solo por la violencia, sino por la actitud del atacante que no se detuvo un segundo en la golpiza, de no ser por los ciudadanos que intercedieron en favor del policía.
Al salir del baño, “un sujeto se me abalanza por la espalda y trata de quitarme mi pistola de dotación; me doy vuelta, le pregunto al señor qué le pasa, no me contesta, hace caso omiso y caminó unos pasos adelante, yo al ver obviamente la actitud del señor pido apoyo por el radio de comunicaciones para poder individualizar”, explicó el uniformado.
Luego de la exposición de la Fiscalía y el respaldo de la Procuraduría para legalizar la captura del canadiense, el juez escuchó a la defensa del extranjero. Esta pidió al ente acusador el traslado de los elementos de prueba. Con las intervenciones completas, la juez legalizó la captura y abrió paso a la imputación de cargos.
Posteriormente, la juez reiteró una pregunta al canadiense sobre si aceptaba o no el delito que le imputó la Fiscalía por violencia contra servidor público y que podría dejarle una pena entre los seis y ocho años de prisión. Finalmente, Vince-Tong Sozio se declaró inocente. La Fiscalía lo dejó a disposición de Migración Colombia para su expulsión del país.