Nación
Las ‘joyitas’ con circular roja de Interpol que querían pasar por el hueco colombiano hacia los Estados Unidos
La Policía capturó en las últimas horas a dos ciudadanos venezolanos, quienes pretendían usar Colombia para evadir los delitos de homicidios por los que los acusan en otros países.
La crisis migratoria que afronta la región del Urabá por el tránsito de miles de migrantes que buscan llegar a Panamá para de allí saltar a Centroamérica y Estados Unidos es conocida por todos. El Urabá se convirtió en una especie de hueco, así como sucede en México, donde miles de personas arriesgan su vida intentando cruzar la frontera, quedando a merced de criminales.
En Colombia el panorama no es distinto, las redes de tráfico de migrantes están atentos para llevar a sus víctimas a zona de frontera cobrándoles fuertes sumas de dinero, lucrándose de esta manera del drama que viven los viajeros ilegales.
Tras las actividades delincuenciales que se presentan en Urabá derivadas de la crisis migratoria, la Policía realiza constantes operativos en coordinación con Migración Colombia para tratar de contrarrestar el fenómeno de la migración irregular.
Es así como, en medio de esos controles, las autoridades capturaron a dos ciudadanos venezolanos que tenían un pesado prontuario criminal y estaban usando a Colombia como puente para escapar de sus delitos que habrían cometido en otros países.
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“El primer caso se presentó en el municipio de Turbo, donde unidades del Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes logran la captura del ciudadano venezolano de 25 años, Francisco Medina Guerrero, por el delito de robo con homicidio en desarrollo consumado”, dijo la Policía de Urabá.
Explicó la autoridad que este ciudadano habría “cometido el delito en la ciudad de Santiago de Chile en el año 2022, cuando en compañía de otros sujetos ingresaron a una residencia con el objetivo de hurtarla, asesinando en el acto con arma cortopunzante a su morador y dejando gravemente herida a su acompañante”.
El segundo caso ocurrió en la ciudad de Capurganá, en donde “fue capturado Carlos Alberto Barreiro Espinoza, de 29 años de edad, de nacionalidad venezolana, solicitado por este mismo país por el delito de homicidio calificado con alevosía en la ejecución de un robo agravado”.
Sobre Barreiro dijo la Policía que, el “delito fue cometido en el año 2019 cuando acompañado de otras personas ingresó a la residencia de una mujer, quien se encontraba en incapacidad de resistir por afecciones médicas, siendo esta asesinada mediante asfixia mecánica y su residencia saqueada”.
Los dos detenidos quedaron en manos de las autoridades competentes para sus respectivo procedimiento internacional a través de Interpol.
Hambre, necesidad y desesperanza: más de 160 mil migrantes han utilizado Necoclí para llegar a Panamá
La crisis migratoria en la región de Necoclí, en el Urabá antioqueño, no se detiene. Las imágenes de miles de personas durmiendo en pequeñas carpas levantadas sobre la playa, otros a la intemperie, con niños de brazos, haciendo miles de peripecias para poder, si lo logran, tener las tres comidas diarias, es el reflejo de la difícil condición que se presenta allí.
El coronel Hernán Cortés, comandante de la Policía de Urabá, indicó que se vienen desarrollando acciones con diferentes autoridades para atender a los migrantes, quienes en su mayoría son ciudadanos venezolanos.
Dijo que en las playas de Necoclí hay pernoctando cerca de 1.500 personas que esperan obtener un cupo en las embarcaciones que salen con destino hacia la frontera con Panamá.
“La situación no solamente está ocurriendo en Necoclí, también en Apartadó y en Turbo, donde hay una cantidad menor de personas que se encuentran allí en tránsito. Ellos llegan desde Medellín en buses de transporte público”, explicó el oficial.
El coronel Cortés reconoció que las personas que están en Necoclí están atravesando situaciones muy complejas. “Lo que hemos podido hablar con los migrantes, ellos toman su vehículo hacia Necoclí, allí compran un tiquete a una empresa de transporte normal, otros toman transporte pirata; en este punto la Armada ha incautado un número importante de botes, luego los migrantes pasan al golfo de Urabá y llegan a Capurganá y comienzan toda una caminata por todo el tapón del Darién.
Explicó el oficial que “los migrantes comienzan a caminar y el terreno más inhóspito, según los mismos migrantes, es en el lado de Panamá, donde son recibidos por unas infraestructuras apostadas en ciertos lugares y de allí son transportados a Costa Rica”.