Judicial
La jueza Vivian Polanía fue suspendida por 3 meses por la Comisión de Disciplina Judicial: la polémica funcionaria se vio en paños menores en plena audiencia
Su aparición en una audiencia virtual causó una fuerte controversia.
La Comisión de Disciplina Judicial suspendió a Vivian Polanía, la jueza de control de garantías de Cúcuta que hace pocos días dejó prendida su cámara y quedó en evidencia cuando estaba en la cama, con cigarrillo en mano y sin la toga. La escena se hizo viral y recuerda otros “eventos” particulares con la misma jueza.
En un fallo de 16 páginas, la Comisión Seccional de Disciplina Judicial de Norte de Santander y Arauca concluyó que se configuró una falta suficiente como para separarla de sus tareas como jueza durante este tiempo mientras se adelanta una investigación. Hay que señalar que también la Procuraduría radicó una queja disciplinaria por estos mismos hechos.
Para la Comisión es cuestionable la actitud y aptitud que tuvo la mencionada jueza durante la diligencia, prendiendo su cámara cuando en la audiencia habían pasado 57 minutos. Igualmente, no atendió las observaciones hechas por los otros sujetos procesales. Por esto se considera que la medida es necesaria para evitar que la “funcionaria judicial incurra en una reiteración de la conducta”.
Narró que inicialmente llegó a Cúcuta en condición de provisionalidad como juez primera penal del circuito y, con el pasar del tiempo, algunas amistades le empezaron a manifestar que existían molestias entre algunas personas que eran parte de su círculo laboral, por sus piernas. De acuerdo con Polanía, teniendo en cuenta las altas temperaturas en esa ciudad, no soportaba ponerse pantalones, por lo que recurría a otro tipo de vestimenta. “Obtuve unos cambios en mi cuerpo, con disciplina, y me enamoré de este deporte (CrossFit). Obviamente uno cambia, me ponía vestidos; fue más la molestia. La gente que me quería me decía ‘doctora, que sus fotos’, no, que pena con ustedes. Lo intenté, de verdad, comprándome vestidos acorde a lo que la gente quería en palacio. ¡Ayy, no resistí!”, explicó en Vicky en Semana.
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“Cuando en el minuto 57:37, el procurador sorprende a la juez diciéndole que tiene la cámara activada, la funcionaria inmediatamente se desconecta de la audiencia y el representante del Ministerio Público sigue hablando (sin la presencia virtual de la juez) hasta 01:01:49. La juez se conecta nuevamente a la diligencia (aunque con la cámara desactivada). 01:01:27, es decir, mientras estaba en uso de la palabra el procurador”, señala uno de los apartes del fallo.
En este sentido, se considera que la actitud de la jueza “no se compadece con el esmero, respeto y circunscripción con una juez de la República debe administrar justicia, investidura pública como respeto de las personas que intervinieron en la audiencia (...) es un deber de la Judicatura disciplinaria evitar que se reitere el desprecio de la juez por la investidura de su cargo y el desdeño y desaire que demostró con sus pares del ministerio público, de la Fiscalía y de la defensa”.
Cabe recordar que en Vicky en Semana, la jueza Polanía, quien hoy tiene 34 años de edad, dijo que cada quien era sexy a su manera y que, además, le gustan los tatuajes y los piercings. “Cuando llegué a Cúcuta yo me ponía shorts y camisetas, así es el look que más me gusta. Posteriormente yo conozco el CrossFit y, practicándolo, el cuerpo cogió otra forma”, explicó.
De acuerdo con Polanía, aunque intentó vestirse con vestidos largos, elegantes, también se le convirtió en un problema, ya que le decían que se veía muy sexy y bonita, por lo que le mandaron a decir que debía andar con toga. “Me cansé de darles gusto a las personas por encima de mi tranquilidad. En el Palacio de Justicia no hay salas suficientes para hacer las audiencias y yo tengo una cantidad de trabajo impresionante, las hago en mis despachos, y se me enredaban los vestidos en la silla. Vestidos que valían un montón de plata”.
En Vicky en Semana, Polanía también aclaró que su única fuente de ingreso es su salario como jueza de la República, y que mientras ha sido funcionaria no ha recibido dinero de nadie. “Creo que fue una situación que tenía que explotar. El karma; mientras yo estuve en el Palacio de Justicia, me conocen, soy una persona que hablo de frente, no invento chismes, no hablo mal de la gente (...). A mí me toca ser una mujer fuerte porque muchas personas creen que porque soy una mujer joven y ellos son de más edad y porque tienen corbata, creen que pueden aprovecharse y pasar por encima de uno”.
Además, contó que vive sola, se divierte en Instagram y que no cambiará su personalidad tan solo porque otras personas no están de acuerdo con su forma de ser, y que seguirá haciéndose tatuajes porque le “encantan”, a tal punto que en este momento tiene plasmados en su cuerpo un total de 37. También afirmó que no es cierto que ella les esté faltando al respeto a sus colegas.
“Una cosa es uno ser fuerte y pueden creer que yo soy muy joven, pero yo llevo en la Rama Judicial desde los 18 años y eso a ti te da experiencia para ir viendo cómo va el discurso (...). Jamás he irrespetado a un colega o a un compañero, inclusive yo soy una persona que soy muy alegre. Yo de pronto en las audiencias me quito la toga, hago recocha con la Fiscalía, con los defensores, con los procesados. Somos personas”, agregó Polanía.
La jueza también reveló que algunos magistrados del Consejo Seccional de la Judicatura de Cúcuta y Arauca mantienen revisando sus redes sociales, y hasta han enviado una serie de solicitudes a Facebook pidiendo: “Dizque cuántos likes tengo, dónde estoy ubicada, que cuántas fotos. No mejor dicho, la más perseguida como si yo fuera de una organización delincuencial. A mí eso me tiene sorprendida, pero no veo ningún problema, mis cuentas siempre han sido públicas, las pueden mirar, revisar”. Señaló que ella prefiere que la gente se dé cuenta del “error tan grande que están cometiendo”.