NARCOTRÁFICO
La macabra alianza de los carteles de Colombia y México
El Clan Úsuga ha sido uno de los principales proveedores de droga del Cartel de Sinaloa. Las autoridades descubrieron cómo operaban estas estructuras criminales.
La relación entre el Clan Úsuga y el Cartel de Sinaloa en México es más estrecha de lo que se pensaba. Según las autoridades, la estructura narco-paramilitar más poderosa del país ha sido una de las principales proveedoras de cocaína para el grupo criminal mexicano.
Lo que se sabe es que la banda criminal, también conocida como ‘Urabeños’, venía sosteniendo negociaciones con Ismael Zambada García, alias ‘El Mayo’, número uno del Cartel de Sinaloa, desde enero de 2014, tiempo en que Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán estaba en prisión.
Las reuniones tenían lugar en Honduras y Guatemala, países elegidos para acordar precios y modalidades para el pago de lavado de activos.
Así operaban
El modus operandi para traficar los alucinógenos también logró ser detectado por las autoridades. Con lanchas Go fast, acondicionadas para transportar hasta 1500 kilos de cocaína, partían desde el Golfo de Urabá hasta Centroamérica.
El cargamento podía, fácilmente, llegar en 24 horas desde Colombia hasta Costa Rica. De allí, las redes del Clan Úsuga hacían transbordo en altamar para continuar su ruta hacia Honduras.
Según la Policía, en esta región de Centroamérica se adelantan investigaciones contra organizaciones locales que se dedican al transporte de los narcóticos por rutas terrestres, como camiones o tracto camiones de empresas fachadas, o con compañías de alquiler de vehículos que delinquen para este cartel.
El objetivo final de esta macabra alianza ha sido entregar la cocaína en Honduras y Guatemala. En estos países el Cartel de Sinaloa mantendría un andamiaje muy estructurado para acopiar y distribuir la droga hacia México, EE. UU. y Europa, entre otros.
Otras pruebas
Las operaciones adelantadas en Centroamérica han tenido resultados que reconfirman los nexos entre la estructura criminal de ‘Otoniel’ y la del ‘Chapo’ Guzmán.
El 24 de julio de 2015, en inmediaciones del río San Pedro, provincia de Bocas del Toro (Panamá), las autoridades incautaron 725 kilogramos de cocaína pertenecientes a los ‘Urabeños’ y que tenían como destino los carteles mexicanos.
Los informes policiales también demuestran que el Cartel de Sinaloa se ha beneficiado de rutas que arrancan desde las costas colombianas, en Nariño, Valle y Chocó, este último departamento es uno de los bastiones criminales del ‘Clan Úsuga’, que tiene estructuras narcotraficantes en Bahía Solano y en el sur de la región, dirigidas por Jairo de Jesús Durango Restrepo, alias ‘Guagua’.
Durango Restrepo saca la droga desde laboratorios en el Medio y Bajo Baudó chocoano hasta los municipios de Pizarro y Nuquí que, por la ubicación a orillas del mar Pacífico, facilitan la salida de la droga en lanchas Go fast que, posteriormente, son abastecidas de combustible en aguas centroamericanas para continuar su ruta directo a México.
Otros vínculos en Colombia
Según las autoridades, el Cartel de Sinaloa también ha demandado alucinógenos de narcotraficantes que delinquen desde el interior del país. Las investigaciones han detectado a varios emisarios de esta mafia mexicana que sostendrían contacto con organizaciones ilegales en las principales ciudades.
En febrero del 2015, la Policía desarticuló en Bogotá una red dirigida por alias ‘Tarzán’ o ‘Polar’ (capturado), quien presuntamente mantendría nexos con el Cartel.
‘Tarzán’ se dedicaba al testaferrato y lavado de activos. Con el tiempo fue apoderándose de valiosas propiedades de alias ‘Don Mario’, heredando envíos de cocaína a México y Europa.
De acuerdo con las investigaciones, conocidas por Semana.com, ‘Tarzán’ tendría frecuentes conversaciones con un emisario del Cartel de Sinaloa conocido como ‘Pigua’, que tenía circular roja de Interpol y fue capturado en Colombia en octubre de 2014.
Otro mexicano asociado a la red de ‘Polar’ o 'Tarzán' era alias ‘Shrek’, integrante del Cartel de Sinaloa y responsable de establecer redes de constreñimiento al interior de los aeropuertos internacionales.
Pero estas no son las únicas pruebas de los nexos de estos grupos criminales. En septiembre de 2015, las autoridades incautaron dos toneladas de la llamada “cocaína negra” en los principales aeropuertos de México y Colombia. La droga era camuflada en bultos rotulados como "óxido de zinc" o químicos para impresoras.
El envío se realizaba a través de vuelos registrados a empresas que, al parecer, serían fachadas. Los paquetes eran resguardados en contenedores de madera cuyo destino de origen era Bogotá, y que terminaban por descargarse en el estado mexicano de Sinaloa, el cuartel general de la gente del ‘Chapo’ Guzmán, desde donde la droga sería enviada a Estados Unidos y a Europa.