POLÍTICA

¿La mala hora de los sectores cristianos en la política?

El voto cristiano es el más fiel y disciplinado; sin embargo, los partidos de este sector religioso están en medio de divisiones.

31 de marzo de 2022
Fotografía: Edwin Tamayo / SEMANA

Para nadie es un secreto que las organizaciones cristianas se han convertido en fuerzas claves de la política colombiana, tanto para la elección de Presidente como para la conformación del Congreso de la República.

El voto de los cristianos es muy valorado porque, aunque no sean tantos millones en las urnas - se calcula que están entre los 500.000 y el millón de votos - sí es muy seguro. La mayoría de los cristianos comprometidos con sus pastores vota. Los pastores son acatados muchas veces con gran disciplina por los feligreses.

Y aunque los líderes cristianos suelen decir en sus púlpitos que una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, al final los votos y la fe se terminan uniendo. Así quedó comprobado, por ejemplo, en el plebiscito por la paz, en el que los sectores religiosos fueron fundamentales para la victoria del ‘No’, así mismo, estas fuerzas fueron claves en la victoria del presidente Iván Duque en 2018

Sin embargo, en los últimos meses los sectores cristianos han empezado a entrar en una mala hora, que ha sido alimentada por varios hechos que han terminado afectando su fuerza política.

Esto se hizo evidente en las elecciones a Congreso del pasado 13 de marzo. En 2018, los partidos cristianos, Mira y Colombia Justa Libres, alcanzaron juntos cerca de un millón de votos, lo que les alcanzó para tener seis curules entre ambos.

En esta oportunidad, cuatro años después de este importante resultado, no alcanzaron a superar los 560 mil votos en las elecciones a Congreso y bajaron a cuatro curules.

Adicionalmente, también resultó golpeado en estos comicios un tercer grupo religioso con algún poder, que es el de la Misión Carismática Internacional o G-12, de la pastora Claudia Castellanos, quien ocupa una curul por el partido Cambio Radical.

Para las elecciones de este año, la senadora decidió no reelegirse para hacerle campaña a su hija, Sara Castellanos, quien se lanzó por el Partido Liberal. Sin embargo, según lo que se ha conocido hasta el momento, se quedaría también por fuera del Capitolio Nacional. Los 62 mil votos que obtuvo no le están alcanzando para entrar.

Castellanos es la más ‘conservadora’ dentro del liberalismo. Tanto es así que hace algunas semanas, antes de las consultas presidenciales, le expresó su apoyo al referendo antiaborto que estaba promoviendo el entonces precandidato del Partido Conservador David Barguil.

El expresidente César Gaviria, en medio de fuertes críticas dentro del propio liberalismo, permitió el ingreso de Castellanos a su lista al Senado esperando que con los votos de los sectores cristianos pudieran darle mayor fuerza a la lista, pero esto no sucedió de la manera como se esperaba.

De esta manera, de poco le habría servido al exmandatario y jefe del partido haber traicionado en buena medida los ideales liberales dejando entrar a sus listas a alguien con postulados conservadores a cambio de unos votos de más.

Presidenciales

En cuanto a las elecciones presidenciales, el panorama por ahora tampoco es muy alentador para los partidos cristianos, pues de manera sorpresiva se han encontrado en medio de agudas divisiones.

Desde hace varios meses se registró una fractura que parece no tener solución en el partido Colombia Justa Libres. El presidente de la colectividad, Ricardo Arias, ha sostenido que la convención nacional que eligió al senador John Milton Rodríguez como candidato presidencial no fue legítima.

La pelea ha llegado a tal punto que Arias ha presentado varias demandas en las que pide que se anule la elección de Rodríguez como senador y se le decrete la pérdida de investidura, esto con el fin que no se pueda postular a cargos de elección popular nunca más en su vida.

Todo esto al considerar que no es un representante idóneo del partido ni de los valores que representan. En medio de la discusión las palabras y acusaciones se fueron tornando más graves, hasta el punto que Arias señaló a Rodríguez de tener una “desbordada codicia que debería controlar”. Frente a esto, el senador aseguró que estos señalamientos son “berrinches y pataletas con las que trata de deslegitimar la dignidad de nuestro partido”.

En todo caso, Rodríguez logró inscribir su candidatura presidencial, pero no cuenta con el respaldo unánime de su partido, lo que le ha restado fuerza.

Adicionalmente, el otro sector cristiano, el Mira, ya anunció su apoyo al candidato Federico Gutiérrez, de hecho la que fuera la aspirante presidencial de esta organización religiosa, la senadora Aydee Lizarazo, hizo parte de la consulta del Equipo por Colombia, que finalmente fue ganada por Fico.

Si hay un electorado fiel y disciplinado es el cristiano, ya ha quedado demostrado en las urnas, ¿podrá esa disciplina vencer las divisiones en apenas dos meses que quedan para la primera vuelta presidencial?