Meta
La misteriosa historia de un exmilitar vinculado con ataque terrorista en Meta
Las autoridades señalan al exmilitar de colaborar con la Segunda Marquetalia de las disidencias de las Farc.
El 18 de diciembre fue noticia nacional el ataque terrorista que sufrió el peaje Ocoa, ubicado en la carretera que conduce de Villavicencio a Acacias. La hipótesis de las autoridades es que las disidencias de las Farc estaban detrás de la emergencia y, tras varias semanas de indagaciones, se comprobó la teoría.
La Dirección de Investigación Criminal e Interpol de la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación dieron con el paradero del hombre que, supuestamente, lanzó una granada a la estación de servicio y escapó en una motocicleta. La alteración del orden público dejó daños materiales y un sinsabor entre los mandatarios regionales.
Los detectives descubrieron que el protagonista de la emergencia, quien fue captado por cámaras de vigilancia, abandonó la moto un kilómetro más allá del peaje para pasar desapercibido. Los oficiales, valiéndose de técnicas de última tecnología, hallaron las huellas del posible involucrado y establecieron su identidad.
Al parecer, se trataba de Medardo Gutiérrez Tique, conocido con el alias de Medardo, quien integró las filas del Ejército Nacional mediante el servicio militar y estaría al servicio de la Segunda Marquetalia para materializar acciones criminales en diferentes zonas de Colombia, cuando así fuera necesario.
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El coronel Edwin Urrego Pedraza, comandante de la Dijín, reveló que la pieza clave la hallaron en sus propias manos. “En el hecho [se encontró] un detalle fehaciente, sus huellas dactilares, las cuales estaban plasmadas en la motocicleta que se movilizaba en el momento en que atentó contra el peaje”, se lee en el expediente.
Él fue capturado en la vereda Chenche Agua Fría del municipio de Coyaima, en el departamento del Tolima, a pocos metros de la residencia de sus padres. A los agentes les llamó la atención que el sujeto tenía puesta una capucha de manera permanente y dormía en un cambuche que instaló en la selva.
La formación militar que le dio el Ejército Nacional habría sido determinante para adelantar esta maniobra. En efecto, deberá responder ante las autoridades competentes por los presuntos delitos de terrorismo, concierto para delinquir y porte ilegal o explosivos de uso privativo de las fuerzas armadas.
Vale la pena recordar que la Segunda Marquetalia, al mando de alias Iván Márquez, reconoció públicamente su injerencia en esta emergencia. Las responsabilidades también estarían en otros dos ataques reportados en los peajes Boquerón y Pipiral, en diciembre de 2023, donde los explosivos y armamento coinciden.
Estas disidencias de las Farc dieron cuenta de que esta sería un“nuevo modo delinquir”, para afectar la infraestructura política y económica de los sectores con poder en Colombia. Por esa fecha también se atribuyó el descarrilamiento del tren de la multinacional Carbones del Cerrejón en La Guajira.
Además de la Segunda Marquetalia, al departamento del Meta lo aterroriza el Estado Mayor Central, bajo el mando de alias Iván Mordisco. No paran las denuncias por extorsiones, intimidaciones y expansión de las organizaciones criminales. Allí hay una batalla silenciosa por el control territorial, según las administraciones regionales.
“No se les puede seguir entregando el país a los delincuentes. Ya es hora de que el presidente actúe como comandante de las Fuerzas Militares y de Policía y ejerza la autoridad para defender a los ciudadanos”, afirmó el exgobernador del Meta y posible candidato presidencial, Juan Guillermo Zuluaga.