LA NARCO-GUERRA

SEMANA revela lo que han podido establecer las autoridades sobre quiénes eran y qué querían los secuestradores de Pastrana y el Procurador.

29 de febrero de 1988

Juan Gossaín se encontraba en cabina hablando sobre el secuestro del Procurador, en el Noticiero del Mediodía que acababa de comenzar. Eran las 12:15 cuando súbitamente entró una llamada del director de Radiosucesos de Antioquia, Arturo Giraldo. "Liberaron a Andrés Pastrana", dijo al aire el corresponsal. Gossaín, entre sorprendido e incómodo, lo interrumpió: "No lancemos noticias al aire sin absoluta confirmación''. A esto reviró Giraldo en tono convincente: "Yo respondo Juan, por esta información. Me la acaban de confirmar en la Gobernación de Antioquia". En segundos, Gossaín hablaba al aire con el gobernador de Antioquia, Fernando Panesso Serna, quien confirmó la noticia; "Acabo de hablar -aseguró- con Andrés Pastrana. Está en la Alcaldía del municipio de El Retiro".
En ese momento William Rojas, mejor conocido en el máster de RCN como Campaz, el legendario buscador de números telefónicos imposibles, entró en acción. Muy poco se demoró en conseguir línea con la casa de Anita Calderón, una anónima residente de El Retiro. "Acabo de ver al doctor Andrés, que iba acompañado de un gentío", dijo la matrona antioqueña. Interrogada por Gossaín si tenía posibilidad de ponerlo al teléfono, la respuesta fue negativa. La señora argumentó que no podía dejar la casa sola. Pero a todas estas, Campaz seguía trabajando y había conseguido comunicarse con el teléfono de la Alcaldía de El Retiro. "Andrés está en estos momentos en el comando de Policía", dijo el Alcalde. Gossain le paso a Nohra Puyana, esposa del candidato, quien se encontraba a 3 cuadras de RCN, en la sede del Noticiero TV Hoy. Cuando fue informada de la aparición de su marido, salió volada, en compañía del codirector del noticiero, Luis Alberto Moreno, hasta la torre de RCN. Al oír el alcalde de El Retiro la voz de la señora de Pastrana, se fue de inmediato a buscar al recién liberado. Dos interminables minutos después, se oyó una voz que decía al aire: "Aló". "Mi amor divino" contestó Nohra. "Gorda ", replicó el emocionado Andrés . Comenzó entonces el más dramático desenlace feliz, "en vivo y en directo", desde el reencuentro ante los televidentes del país, de Camila Michelsen con su familia.
El happy-end duró apenas 4 horas. La misma línea Medellín-Bogotá de RCN que a medio día había soltado la buena nueva, tenía, poco antes de las 4 de la tarde, otra primicia, esta vez trágica. Había sido identificado como el Procurador General de la Nación, Carlos Mauro Hoyos, un cadáver desfigurado a bala, que había sido hallado en terrenos de la finca San Gerardo, en jurisdicción del municipio de El Retiro, el mismo donde Pastrana había sido rescatado de sus captores. El jefe del Ministerio Público había sido secuestrado esa mañana a las 7 menos 5, cuando se dirigía al aeropuerto de Rionegro para regresar a Bogotá. En su Mercedes Benz lo acompañaban 2 hombres, el chofer y un escolta, ya que siempre se había negado a aceptar las estrictas medidas de seguridad que le recomendaban. En una balacera digna de Bonny and Clyde, que dejó muertos a los dos escoltas,los secuestradores que se movilizaban en 3 carros, lo bajaron del Mercedes, gravemente herido, frente a docenas de testigos estupefactos, que viajaban en un bus.
Una operación rastrillo cubrió la zona en su búsqueda, durante la mañana del lunes. Nunca lo hallaron. Pero, en forma inverosimil, encontraron a Andrés Pastrana, cuando sus captores, atemorizados por la presencia de la Policía, huyeron de la finca "El Fresal", donde lo tenían cautivo, dejándolo con un sólo guardián. Cuando el carabinero Roberto Zapata, uno de los 5 hombres que llegó a la finca, estaba recorriéndola, se tropezó con el guardián, quien apuntaba con un fusil a la cabeza de Andrés Pastrana. Un singular diálogo entre el carabinero y el secuestrador produjo la liberación de Pastrana, a cambio de que Zapata quedara como rehén. Con este acto heróico del agente, quien más tarde quedó libre, terminaba la agonía, no sólo de la familia Pastrana, sino del país.
No muy lejos de ahí, en otra finca, terminaba otra agonía, pero en un sentido más trágico y real: la de Carlos Mauro Hoyos. Por heridas de bala, una de las cuales lo había paralizado al atravesar su columna vertebral, se estaba desangrando desde el momento del secuestro. En un acto de sevicia certificado horas después por los examenes de medicina legal, fue rematado con 11 balazos en la cabeza y otros tantos en el resto del cuerpo. Una llamada anónima de "Los Extraditables", habría de revelar el sitio donde había sido abandonado su cadáver. El interlocutor agregó: "Hemos ajusticiado al Procurador, el señor Carlos Mauro Hoyos, por traidor y vendepatria". Finalmente, repitió varias veces: "Escuchen, la guerra continúa".

LAS INCOGNITAS
Esta declaratoria de guerra no estaba desprovista de incógnitas. Para comenzar, nadie entendía muy bien cómo, después de un secuestro absolutamente profesional, con helicópteros y todo, como fue el de Andrés Pastrana, pudo el mismo grupo haber llevado a cabo un operativo tan chambón y amateur, y tan innecesariamente sangriento, como el secuestro del Procurador. Inicialmente se especuló que el primero podía haber sido subcontratado con un grupo guerrillero con experiencia en esta lides, mientras que el segundo había sido llevado a cabo por típicos sicarios de la mafia, más acostumbrados a matar que a llevarse un rehén. Sobre esto, hasta la fecha, hay evidencia contradictoria. Inmediatamente después del secuestro de Pastrana, el gobierno se comunicó, a través de la hot-line con Casa Verde, con Jacobo Arenas. El número 2 de las FARC garantizó que su grupo nada tenía que ver con el evento, que tampoco la Coordinadora Simón Bolívar y, en cuanto al M-19, que no creía que estuvieran involucrados. Después del comunicado oficial del M-19, negando cualquier participación, en círculos de izquierda se consideró un hecho que estuvieran diciendo la verdad. El "M" hace muchas cosas. Pero siempre las reivindica, y según los conocedores, es más factible que secuestraran a Andrés Pastrana sin ocultarlo, a que simplemente le hicieran el "trabajito" a la mafia, ocultándolo. Esta opinión la expresaron, entre otros, Gabriel García Márquez, quien en conversación telefónica con Andrés Pastrana tras su liberación, le manifestó que no veía al M-19 usando esposas, como las que se usaron en esta operación.
Pero la cosa no es tan sencilla. Después del secuestro, las autoridades obtuvieron retratos hablados de testigos presenciales que los servicios de seguridad consideraron que correspondían a miembros del M-19. El gobierno colombiano se inclina por esta interpretación, haciendo la salvedad de que es posible que se tratara de ex soldados del M-19 u otra agrupación guerrillera, dedicados ahora a utilizar su experiencia al servicio del mejor postor. En todo caso, aunque los del secuestro de Bogotá hayan resultado más "profesionales" que los de Medellín, la verdad es que recibieron órdenes de los mismos jefes e hicieron parte de la misma ofensiva, como se pudo confirmar con el testimonio de Andrés Pastrana, quien aseguró tras su liberación, que sus captores le habían comunicado sus intenciones de secuestrar al Procurador y a otras personalidades posteriormente. Incluso, le anunciaron que el secuestro se iba a realizar el viernes 22.
Un misterio más difícil de descifrar es a quién se le puede ocurrir trasladar un secuestrado a la misma zona donde se va a realizar el próximo secuestro, a sabiendas de que es precisamente por ahí por donde las autoridades van a comenzar a buscar, casa por casa y metro a metro. Semejante error táctico, hasta el momento no ha podido ser explicado por nadie.
¿Qué pensaban hacer los secuestradores con los secuestrados? Esa es la otra pregunta que se ha repetido una y otra vez en los últimos días. En Medellín circula con bastante fuerza una versión según la cual, a finales del año pasado cerca de 100 extraditables fueron a buscar a Pablo Escobar, para discutir con él qué deberían hacer ante el hecho de que, a pesar de la caida de la extradición en la Corte, seguían abiertas las posibilidades de que ellos fueran enviados a los Estados Unidos. Se rumora que en esa reunión se decidió secuestrar simultáneamente, un número de personajes importantes, con el objeto de montar un show publicitario y presionar al gobierno a un pronunciamiento definitivo en contra de la extradición. SEMANA ha recogido versiones según las cuales, se pensaba encadenar a los secuestrados en la misma forma como han sido encadenados los extraditados a norteamerica, para fotografiarlos y filmarlos, como ilustración de los vejámenes que, según ellos, padecen los colombianos en las prisiones de Estados Unidos.

Todos estos planes dieron un brusco giro, al quedar gravemente herido el Procurador y ser rescatado Andrés Pastrana. Al exponerse a un doble fracaso en el mismo día, los extraditables se endurecieron y decidieron liquidar a Hoyos Jiménez. En concepto de algunos médicos que examinaron el cadáver, el Procurador pudo haber muerto por las heridas sufridas en la balacera de la mañana, y haber sido "ejecutado" a ráfagas de ametralladora después de haber fallecido. Esto indicaría que una vez que se les murió, habrían decidido llenarlo de balas para dar la impresión de un ajusticiamiento que no necesariamente estaba previsto.
Esta versión no es unánime. Para las autoridades colombianas, el Procurador nunca tuvo chance de salir con vida. Asi como hubo cierto optimismo cuando secuestraron a Pastrana, tan pronto se supo que Carlos Mauro Hoyos también estaba en manos de los extraditables, el alto gobierno consideró que, herido o no herido, sus horas estaban contadas. A diferencia de Pastrana quien tenia un valor simbólico, el Procurador les había pisado el callo que la mafia no perdona: el de la extradición. A pesar de que nunca había sido un fanático pro-extradición, en declaraciones a raíz de la liberación de Jorge Luis Ochoa, Hoyos había emplazado al gobierno a restablecerla y a "actuar en consecuencia". Con este antecedente, el presidente Virgilio Barco y sus asesores llegaron rápidamente a la conclusión de que estaba sentenciado a muerte. Por eso, el propio Barco tomó cartas en el asunto y dio la orden de montar un operativo gigante para tratar de encontrarlo lo antes posible, y la magnitud de este despliegue militar fue la que permitió el hallazgo de Andrés Pastrana. El gobierno considera que después de tener secuestrados simultáneamente a los 2 y haber obtenido los efectos publicitarios del caso, los extraditables matarían al Procurador para demostrar qué tan lejos estaban dispuestos a ir. Después de causar este shock nacional. Andrés Pastrana sería liberado con un mensaje anunciado lo que sucedería si alguno de ellos era enviado a Estados Unidos.
En otras palabras, para el gobierno la mafia subcontrató el secuestro de Andrés Pastrana con miembros o ex miembros del M-19, porque querian que no sufriera ni un rasguño. En cambio, el operativo del Procurador lo llevaron a cabo con su propia gente, pues no tenían consideraciones de esa naturaleza, ya que tarde o temprano lo iban a ejecutar. En Medellín, donde mejor conocen a los extraditables, todo el mundo cree que no hubo participación del M-19 y que el Procurador murió por mala suerte y chambonería en el momento de su secuestro.

¿QUIEN ESTA DETRAS?
En lo que si están de acuerdo los de Medellín y los del gobierno, es en quien está detrás de la ofensiva. Ambos coinciden en que es Pablo Escobar. Las autoridades piensan que hoy más que nunca, el hombre fuerte del cartel tiene las riendas de la situación. Inicialmente se llegó a especular con la idea de que el hombre detrás de los secuestros fuera Gonzalo Rodríguez Gacha, "El Mexicano". Inclusive se alcanzó a asegurar que la casa donde permaneció recluido Pastrana, era de su propiedad. Esto no ha podido ser confirmado y lo que si se ha podido establecer es que, si bien Escobar es el estratega, se trata de una operación conjunta del cartel de Medellín que, hoy por hoy, constituye la cúpula de los extraditables. Sin embargo se han filtrado rumores según los cuales los Ochoa, después de la liberación de Jorge Luis por recursos jurídicos tienen reservas frente a las vías de hecho e inclusive han llegado a pensar en retirarse del negocio. Pero la opinión de las autoridades es que, en lo que se refiere a la extradición, el cartel tiene que presentar un frente unido, independientemente de las diferencias de matices.
En todo caso, la declaratoria de guerra está vigente y el gobierno no está pasando agachado. Su primera reacción fue el denominado "Estatuto para la Defensa de la Democracia", que aunque no contiene por ningún lado la palabra "narcotráfico", está destinado a adoptar una línea dura frente a este sector, así como frente a los actos de terrorismo que tengan origen político. Por otro lado, la reanudación del diálogo entre el gobierno y la oposición, aunque no tiene más que un valor simbólico, crea la impresión de que las fuerzas políticas se están realineando para presentar ellas, a su vez, un frente unido. Por último, la propuesta del domingo presentada por el gobierno en el sentido de hacer un plebiscito que permita agilizar las reformas constitucionales, le abre un horizonte diferente y mucho más amplio a la discusión política nacional, que estaba circunscrita en los últimos meses a si los conservadores querian o no puestos. Todo este conjunto de acciones y medidas después de una de las semanas más dramáticas de la historia contemporánea, seguramente no producirán resultados inmediatos. Sin embargo, lo que es indiscutible, es que ha creado la sensación de que hay una luz al final del túnel.