POLÍTICA
La novela de la incidencia de Colombia en las elecciones de Estados Unidos
Por primera vez en la historia reciente se dice que Colombia está desempeñando un papel activo en las elecciones de Estados Unidos. ¿Hasta qué punto eso es cierto? ¿Qué consecuencias puede traer para el país arriesgar su tradicional mirada de respeto al bipartidismo en ese país?
El papel que está desempeñando Colombia en estas elecciones de Estados Unidos no tiene precedentes. Tanto Donald Trump como Joe Biden han mencionado a políticos colombianos y han hablado de “castrochavismo”, una palabra que solo parecía estar en la controversia política local.
En Estados Unidos ya se preguntan si la intromisión de nuestro país es parecida a la que tuvo Rusia en las elecciones pasadas, en las que supuestamente Vladímir Putin habría influenciado las elecciones a favor de Trump en una campaña de desprestigio contra Hillary Clinton.
Claramente las comparaciones resultan exageradas, pero se ha generado una fuerte polémica porque supuestamente miembros del Gobierno habrían ofrecido su ayuda a la campaña de Donald Trump.
La denuncia comenzó por hacerla el expresidente Juan Manuel Santos. “Me han llamado de Washington y me han dicho: usted que fue el arquitecto de la política bipartidista, hay voceros del Gobierno actual de Colombia que están llamando a la campaña de Trump a ver cómo pueden ayudar”, dijo Santos.
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Supuestamente el funcionario que habría estado en reuniones sería el embajador Francisco Santos. Este hecho fue denunciado por algunos congresistas. El embajador ha contestado que no es cierto y un video que se conoció sobre la supuesta reunión terminó dándole la razón.
En el aire ha quedado la sensación de que verdaderamente políticos colombianos están sumergidos en la campaña estadounidense. En ese país son conscientes de este hecho y los mismos candidatos lo tienen en cuenta. Tanto Trump como Biden saben que el voto latino puede terminar por definir las elecciones.
Para muchos fue una sorpresa cuando Donald Trump, en uno de sus discursos de campaña, nombró a Gustavo Petro, a quien relacionó de haber pertenecido al M-19, elogió a Álvaro Uribe y criticó a Juan Manuel Santos.
El Partido Demócrata ya alertó de lo contraproducente que podría ser que Colombia se meta en sus elecciones. Los congresistas Gregory Meeks y Rubén Gallego enviaron un fuerte mensaje advirtiendo lo que podría pasar.
“Estados Unidos y Colombia son amigos cercanos y los amigos cercanos hablan con honestidad. Por eso, como representantes electos de Estados Unidos, tenemos un mensaje muy claro para nuestras contrapartes colombianas: muéstrennos el respeto de permanecer fuera de nuestras elecciones”, escribieron los congresistas de ese país en una columna para CNN.
Y no son los únicos que lo advierten. En general, a los gringos no les complace que extranjeros se entrometan en sus asuntos y menos en una de las elecciones más importantes de las últimas décadas.
El periodista Tim Padgett, editor de la emisora WLRN, una de las radios más influyentes y escuchadas del sur de la Florida, ha advertido en varios de sus artículos este hecho y ha evidenciado la influencia de políticos colombianos en las elecciones estadounidenses.
La controversia en Colombia incrementó esta semana al conocerse algunos de los nombres de los que estarían participando en las campañas, especialmente a favor de Trump. Se habló de los parlamentarios del Centro Democrático María Fernanda Cabal, Carlos Felipe Mejía y Juan David Vélez, este último con condiciones especiales por tener la doble nacionalidad.
Las alarmas se prendieron cuando el embajador de los Estados Unidos en Colombia dedicó un trino a este hecho. "El éxito de relaciones entre EE. UU. y Colombia a lo largo de muchos años ha sido basado en apoyo bipartidario. Insto a todos los políticos colombianos evitar involucrarse en las elecciones estadounidenses”, aseguró Philip S. Goldberg.
Cabal han reconocido haber participado de foros políticos en ese país y ha dicho que le gusta ser parte de eventos de carácter republicano, pero se mostró sorprendida por la influencia que se le responsabiliza y porque se diga que pueda influenciar al electorado colombiano en ese país. La senadora se ha mostrado abiertamente a favor de Trump.
En el caso de Vélez, también reconoce que forma parte de encuentros republicanos y que votará en las próximas elecciones por Trump, por la cual ha participado en campaña. El congresista alega que al ser ciudadano de ese país tiene otros derechos que deben ser respetados.
Para muchos, el problema es que ambos estarían usando su influencia política en Colombia y su liderazgo dentro de la colectividad para influenciar el voto latino en las elecciones de ese país y eso es lo que no gusta a los estadounidenses en general, especialmente a los demócratas, que saben que esos votos pueden ser determinantes para una elección de este tipo y que el amplio respaldo por el expresidente en la Florida es evidente.
Estos hechos llevaron a un debate de control político en el Congreso esta semana, en el que estuvo citada la canciller Claudia Blum. Desde el Gobierno se ha aclarado que estas reuniones no han existido como se están presentando y que siempre se ha respetado la relación bipartidista.
Pero, verdaderamente, ¿qué tanta influencia puede llegar a tener la política colombiana en la de ese país? ¿Realmente la importancia de que Colombia se meta en esos líos es como la pintan? No se sabe del todo, pero lo cierto es que el voto latino y especialmente el colombiano puede llegar a ser determinante.
Colombia es el séptimo país latinoamericano con mayor presencia de migrantes en los Estados Unidos. Las cifras muestran que más de un millón de colombianos están radicados en ese país y esta cifra ha subido en los últimos años. Actualmente, unos 200 mil colombianos podrían votar en estas elecciones.
Un punto importante es que las votaciones estadounidenses generalmente se definen por el voto electoral y no el popular. Esto quiere decir que no gana el candidato con más votos escrutados, sino por más estados que lo representen. Cada estado tiene un número de votos determinados que le suman al candidato si gana allí.
Florida es un estado importante en ese sentido. Al ser uno de los más grandes, su influencia puede llegar a definir la victoria de determinado candidato, como sucedió en las pasadas en el enfrentamiento entre Clinton y Trump en el que finalmente se impuso el presidente, a pesar de que Clinton contaba con más votos.
Ese factor es claro para Biden y para Trump y por eso su interés en el voto latino, que es la población que mayoritariamente habita este estado del sur del país. Para que un candidato pueda ser elegido necesita llegar a los 270 votos. El estado que más aporta es California con 55, Texas cuenta 38 y Nueva York y Florida, 29 cada uno.
En California las encuestas dicen que se irán con Biden, en Texas la balanza está por el Partido Republicano, pero aún hay varias dudas. En Nueva York también apoyan a Biden y en Florida la decisión está reñida y por eso su importancia.
Todos los sondeos apuntan a que Biden se quedará con la Presidencia, pero muchos analistas también recalcan que el resultado de Florida será determinante. Y a pesar de que el exvicepresidente tiene un pequeño margen de ventaja, con la estrategia de recoger los votos latinos por la influencia de políticos colombianos podría llegar a inclinar la balanza y favorecer la reelección de Trump.
El próximo 3 de noviembre no solo se escogerá el próximo presidente de ese país, también serán las elecciones parlamentarias. En un video publicado por la congresista republicana María Elvira Salazar quedó en evidencia cómo Vélez y el expresidente Uribe mostraban su apoyo en un evento virtual por la candidata. Algunos ya la catalogan como la candidata del expresidente para las elecciones del Congreso de ese país.
Más allá de los sufragios, el problema para Colombia radica en que las relaciones diplomáticas y bipartidistas con ese país, uno de los más influyentes del mundo y con quien se ha mantenido una buena relación histórica, se podrían deteriorar gravemente por la intromisión directa de algunos políticos o del Gobierno mismo. Si gana Biden, como lo dicen las encuestas, las consecuencias podrían ser peores.
Colombia no puede caer en el juego de hacer política donde no quieren que se haga. El argumento ha sido que cada uno tiene derecho a expresar su opinión por determinado candidato, pero una cosa es opinar y otra influenciar el voto de cientos de personas que a pesar de que son colombianos tienen otras responsabilidades fuera del país. No es el mejor panorama cuando se trata de una potencia como los Estados Unidos.