POLÍTICA

La oposición a Duque le envía una carta a Kamala Harris por el retorno del glifosato

Congresistas de partidos de oposición le enviaron una comunicación a la vicepresidenta de Estados Unidos y al Congreso de ese país, en la que expresan su rechazo a la decisión del presidente Duque.

13 de abril de 2021
Oposición glifosato
La oposición no apoya la aspersión aérea con glifosato. | Foto: SEMANA

Congresistas de la oposición le enviaron una carta a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, para expresar su rechazo al decreto del presidente Iván Duque que le da vía libre a la aspersión aérea de los cultivos de coca con glifosato. La comunicación también está dirigida al presidente ‘pro tempore’ del Senado, Patrick Leahy, y a la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi.

“A través de este documento técnico dejamos constancia de nuestro rechazo al uso del glifosato, debido a su poca eficacia y sus enormes costos económicos sociales y ecológicos tanto para Colombia, como para Estados Unidos”, dice la carta.

En el documento agregan que hacen “un breve panorama del estado actual” de la implementación del programa de sustitución de cultivos, que desde su posición ha sido “eficaz”. “El tráfico de drogas y sus actividades conexas representan un riesgo para la integridad física de las personas, la estabilidad social, el monopolio estatal del uso de la fuerza, el orden público, la democracia e incluso para el medioambiente”, señalan.

“Hacemos un llamado al Congreso y al presidente de Estados Unidos para que este documento sea considerado y tenido en cuenta en las decisiones de política exterior en América Latina, en lo que respecta a la lucha contra el narcotráfico”, aseguró Luis Fernando Velasco, senador del Partido Liberal y uno de los firmantes de la carta.

Dicen además que, entre el año 2000 y 2015 se fumigaron millones de hectáreas de coca. “La pregunta de fondo es si esta millonaria inversión por parte de los gobiernos de Estados Unidos y Colombia ha sido efectiva para combatir el problema de seguridad y salud pública que representa el narcotráfico”, aseguran.

También hablan de los efectos que tendría la aspersión en el medioambiente y que contribuiría a la deforestación, a pesar de que el Gobierno ha dicho que se implementará bajo todos los protocolos medioambientales y con la mayor rigurosidad.

“Solicitamos al Congreso de los Estados Unidos no apoyar la reanudación de las fumigaciones con glifosato como mecanismo para combatir los cultivos de uso ilícito en Colombia y, por el contrario, apoyar la implementación del punto 4 del Acuerdo de Paz, el cual el Gobierno colombiano ha dejado desfinanciado”, dicen los congresistas.

También hablan del Plan Colombia y hacen un recuento de la utilización del glifosato en varias regiones del país a lo largo de esos años. Tratan de argumentar que no ha funcionado y dicen que supuestamente los cultivos ilícitos han disminuido con la erradicación manual.

Por otro lado, reconocen que el aumento en la producción de cocaína en el país ha sido evidente. “El éxito logrado en la reducción del cultivo de coca no se ha traducido precisamente en una disminución de la producción de cocaína y de su consumo”, dicen.

Así mismo, son conscientes de que los narcotraficantes se las han ingeniado para continuar con el negocio y producir más hectáreas de coca y mejorar su rendimiento. Otro de los argumentos es con relación a los costos de la aspersión, pero no contemplan que al erradicar manualmente se generan más sobrecostos como ya se ha evidenciado.

“Exigir a Colombia que reanude las fumigaciones de cultivos de coca es un desperdicio menor de millones de dólares en comparación con el gran músculo económico que tiene este mercado ilegal para mover actividades por todo el país”, dicen. Proponen como única solución quitarles la mano de obra campesina.

Se enfocan además en que la solución debe ser la sustitución de cultivos y reiteran su apoyo por lo firmado en el acuerdo con las FARC en La Habana. También relacionan el glifosato a la deforestación diciendo que el aumento de esta problemática ambiental está relacionada con el crecimiento de economías ilegales.

La carta es firmada por Gustavo Bolívar como presidente de esta comisión y Feliciano Valencia e Iván Cepeda, como vicepresidentes. Además, suscriben los senadores Luis Fernando Velasco, Gustavo Petro, Antonio Sanguino, Temístocles Ortega, Iván Marulanda, María José Pizarro, Armando Benedetti, Alexánder López, Guillermo García Realpe, Aída Avella, Jorge Londoño y Julián Gallo (Carlos Lozada).