Movilidad
La pesadilla de la movilidad en la carrera Séptima sin solución: el tiempo se empieza a agotar
La carrera Séptima en Bogotá sigue sin una solución de fondo a su caótica movilidad. El corredor verde que prometió Claudia López aún está en veremos y el tiempo se le empezó a agotar.
El proyecto de movilidad e intervención sobre la carrera Séptima en Bogotá, llámese troncal de TransMilenio o corredor verde, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para la capital del país. Enrique Peñalosa diseñó una troncal de TransMilenio, pero el 29 de agosto de 2019, cuando todo estaba listo para que fuera adjudicada, un juez ordenó suspender el proceso, argumentando, entre otras cosas, la falta de armonización del proyecto con los planes parciales y la vulneración al patrimonio público.
Siendo candidata a la Alcaldía, Claudia López tomó como bandera de campaña decirle no al TransMilenio por la Séptima. Actuando ya como alcaldesa, el 20 de noviembre de 2020, López presentó su proyecto de corredor verde y desde el primer momento las críticas no se hicieron esperar, pues contrario a lo que había dicho en campaña, ese día expuso un diseño multimodal, pero con carriles exclusivos para buses eléctricos. López afirmó que la contratación empezaba ese mismo año y la construcción en 2022.
Su promesa se quedó en palabras. Fue solo hasta diciembre de este año, después de varios meses de participación de la ciudadanía, que se conocieron los diseños finales y la fuerte marea de cuestionamientos inició de nuevo.
El proyecto está divido en dos grandes tramos: desde la calle 26 hasta la calle 93A, y desde la 93A hasta la 200. “Va a empeorar aún más la congestión vehicular del borde oriental al expulsar el tráfico mixto de la Séptima en el sentido norte-sur, entre las calles 92 y 28, pues se diseñó un solo carril para el vehículo particular, pero no va a ser continuo”, cuestionó Manuel Sarmiento, concejal de Bogotá por el partido Dignidad.
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De acuerdo con el cabildante, la expulsión de este tráfico mixto de la Séptima “va a hacer que se congestionen las vías aledañas como la Circunvalar, las carreras quinta, 11 y 13, porque los miles de vehículos van a tener que emigrar a estas vías y el colapso será muy grande”.
Los más afectados serían los residentes de edificios y conjuntos residenciales, pues al no haber un carril continuo de norte a sur, el acceso a garajes y parqueaderos sería una odisea.
El director del IDU, Diego Sánchez, confirmó estos cambios. “Esa es parte de la mayor preocupación que hay hoy en día, que en el sentido norte-sur se está evitando la continuidad de los vehículos particulares”, dijo ante el Concejo.
Según lo explicó el funcionario, el objetivo es poder socializar cuadra a cuadra con la comunidad cómo ingresar a sus predios. No obstante, los reparos no paran ahí. “Las mismas proyecciones de la Secretaría de Movilidad establecen que el TransMilenio por la Séptima movería entre 5.000 y 7.000 pasajeros hora sentido, una cifra muy baja para una inversión tan alta”, señaló Sarmiento.
El corredor verde costará 2,5 billones de pesos y, en términos generales, tendrá mucho más espacio público para el peatón. La intención del director del IDU era abrir la licitación del proyecto este 16 de diciembre, pero tuvo que retractarse no solo por los cuestionamientos al diseño final y la falta de socialización, sino también por la ausencia de los diseños de detalle.
“Los diseños de detalle aún no se han finalizado, terminan entre febrero y marzo de 2023 y la ley señala que solo se puede abrir una licitación cuando se tengan todos los estudios y diseños listos, era ilegal abrir la licitación” dijo Sarmiento.
Así las cosas, se termina el tercer año de gobierno de Claudia López y Bogotá sigue sin contratar el tan prometido corredor verde. En 2023, en caso de no haber concertación, en medio de un año electoral, el proyecto podría correr el riesgo de ser demandado y la solución a la carrera Séptima quedaría en el limbo.