La polémica desatada por los huevos que se venden en los supermercados

¿Alguna vez ha pensado si la gallina que puso los huevos que usted comió al desayuno es un ave feliz, está estresada o quizás es víctima de maltrato animal? Esos son algunas de las preguntas que se hacen quienes están transitando por la calle 80 con avenida Cali en el occidente de Bogotá.

Un mural de 9 metros de alto por 7 ancho, de color amarillo, llama la atención de los transeúntes. En él aparecen cinco gallinas, tres de ellas metidas en una jaula, al parecer estresadas y otras dos fuera de la reja, con las que los artistas pretenden enviar el mensaje de que son gallinas felices. Es la manera que encontraron miembros de la ONG internacional Sinergia Animal para protestar contra algunos supermercados de grades superficie que venden huevos de gallinas enjauladas.

“La vida no es para pasarla en una jaula”, dice la frase que acompaña la ilustración. A través de un comunicado, la organización ambientalista señala que “los murales han sido una expresión emblemática de los movimientos sociales en Colombia, razón por la cual convocamos a un grupo de artistas para que representaran de manera creativa el sentido de nuestra campaña hacia los almacenes Éxito. Millones de gallinas viven hacinadas, sin posibilidad de caminar o extender sus alas, son vidas de intenso estrés y sufrimiento: una realidad que la compañía puede cambiar si deja de comercializar huevos de jaulas en batería”, aseguró Katherin Torres, Coordinadora de Campañas en Colombia.

Según esta organización, “cerca del 70 % de la producción de huevo en Colombia se realiza en un sistema llamado jaulas en batería”. Describen que las gallinas ponedoras son encerradas en jaulas pequeñas, hacinadas en grupos de hasta 12 animales y con un espacio disponible del tamaño de una hoja A4 para cada uno durante toda su vida.

SEMANA habló con la Federación Nacional de Avicultores de Colombia, Fenavi, para conocer si esas prácticas van en contra de la bioseguridad de las aves y señalan que, según la reglamentación colombiana, el espacio establecido es el adecuado. “Es importante precisar que este espacio no es fijo, sino dinámico. Cada vez que el ave se desplaza al interior de la batería cambia, permitiéndole al ave moverse, desplazarse y acceder al alimento y agua de bebida. Siempre se garantizan estas condiciones”, afirmaron.

Las fuentes consultadas, como veterinarios y avicultores, coinciden en que el bienestar de las gallinas se mide no por si están enjauladas o no, sino por la alimentación, hidratación, temperatura ambiente y la atención médica veterinaria, e incluso que exista al servicio del galpón de ingenieros ambientales que le den buen manejo a residuos que ayuden a las aves a tener un buen entorno.

Sin embargo, los protestantes señalan que empresas reconocidas del país y del mundo ya se han comprometido a hacer un cambio en su cadena de suministro para utilizar únicamente huevos de sistemas 100 % libres de jaulas.

Frente a esto, Fenavi señala que hay evidencia científica que señala las ventajas de los sistemas de alojamiento, a los cuales las aves son capaces de adaptarse. Por eso la Federación promueve todos los sistemas de alojamiento para satisfacer la demanda de los consumidores colombianos, en beneficio de su nutrición y bienestar. Es el derecho a elegir la libre competencia, pero sobre todo que el huevo pueda estar en todos los hogares de Colombia.

El huevo es la proteína más completa. Su valor nutricional ha servido para ayudar a salir de la desnutrición a varios colombianos, sobre todo de la primera infancia. Es uno de los alimentos más consumidos. Así ha quedado evidenciado durante la pandemia ocasionada por la covid-19. Fue la proteína más consumida durante el confinamiento.

La ONG internacional Sinergia Animal señala que si bien es cierto la importancia del valor nutricional, también hay que tener en cuenta que, según un estudio realizado, comer huevos de gallinas enjauladas afecta directamente la salud de los consumidores. “El estudio más grande realizado sobre la salmonella, liderado por la Unión Europea, encontró una mayor prevalencia de este tipo de bacteria en los huevos de gallinas enjauladas”.

Basados en eso, han hecho protestas directas a supermercados de grandes superficies. “Nuestros activistas adelantaron protestas pacíficas en las sedes de Éxito y Carulla, visitando las ciudades de Bogotá, Cali, Medellín y el municipio de Envigado (…) El Grupo Éxito ha sido altamente cuestionado ante su negativa para anunciar una política que incluya a las marcas de terceros, que no tenga condiciones ambiguas y que sea clara frente a la comercialización total de huevos 100 % libres de jaulas”, dijo Torres.

Frente a estos señalamientos, el Grupo Éxito señaló en SEMANA que: “En todas nuestras tiendas del país se comercializa tan solo el 3 % de la producción de huevos a nivel nacional y el 100 % de los huevos marca propia tiene sistemas productivos libre de jaula desde el año 2019”, dejando claro que la reglamentación de la práctica avícola nacional es un asunto que le corresponde a las autoridades competentes y al gremio Fenavi.

El gremio deja claro que el término “condiciones más dignas” es subjetivo desde la perspectiva humana, llevando consigo una amplia variedad de posibilidades, que no necesariamente satisfacen las necesidades de los animales. En pocas palabras, lo que consideramos que podría hacernos felices no necesariamente hace feliz a las gallinas, y aclaró que el término gallina feliz no es más que una denominación comercial.

Lo que dejan claro los expertos en aves es que una gallina estresada no pondría huevos y que el valor nutricional de cualquier huevo, sin importar si es de una gallina de jaula o una de espacio abierto es el mismo, no varía.

Tener gallinas en espacios abiertos incrementaría el costo de los huevos, algo riesgoso para la economía de los hogares, sobre todo de los estratos bajos que consumen huevo como única fuente de proteína.

El gremio señala que la perfección no existe en los sistemas de alojamiento para aves ponedoras. La migración a sistemas libres de jaula no supone necesariamente el alcance de las condiciones deseadas de bienestar animal. En algunos países las aves que migran pueden traer virus e infectar a las gallinas que están al aire libre, como lo que sucedió en Europa durante el brote de influenza aviar de 2016.

El año pasado, los colombianos comieron en promedio 325 huevos, lo que significa que el país produce más de 16 mil millones de unidades cada año. Colombia es el segundo país, después de México, que más consume huevo. 2 huevos al día equivalen al 24 % de la proteína que necesita el ser humano diariamente. Después de la leche materna es la proteína más importante.