La polémica en torno a la prohibición de juegos pirotécnicos en Bogotá para las fiestas decembrinas

Mientras que algunos sectores celebran el hecho de que en Bogotá no se incluirá el uso de pólvora en las celebraciones públicas de la temporada decembrina, otros rechazan la medida e inclusive manifiestan su preocupación.

Ese es el caso de la Federación Nacional de Pirotécnicos (Fenalpi) al argumentar que esa decisión afectará a cientos de personas que trabajan en el sector y que por la medida se verán afectados.

El gremio también indicó: “rechazamos la estigmatización de nuestra actividad y abogamos por una comprensión basada en evidencia de la afectación animal por parte de Catalina Valencia, directora de Idartes, y la concejal Andrea Padilla. Los espectáculos masivos de pirotecnia no pueden llamarse lesivos sin una mesa técnica y experta”.

Vale mencionar que la iniciativa fue impulsada por la concejal animalista Andrea Padilla, quien luego de varios meses logró que el Distrito no contemple el uso de pólvora. Para la cabildante, esta decisión evita daños con los estallidos, humo y vibraciones de esa tradicional pólvora, que, además, ocasiona daños a los animales y a personas en condiciones especiales, según argumentó.

“La evidencia médica disponible indica que los fuertes estímulos de la pólvora pueden ocasionarles a los animales pérdida transitoria de la capacidad auditiva, afectaciones al sistema respiratorio, extravíos o accidentes por huida, abandono de nidos, miedo intenso, trastornos de ansiedad y muerte súbita”, explicó en su momento la cabildante Padilla.

Así las cosas, en los últimos días Padilla reveló en su cuenta de Twitter que la entidad Idartes asumió el compromiso de no incluir pólvora y apoyar entre otras estrategia a los artistas de la ciudad durante los conciertos que proyecta el distrito en la temporada de diciembre.

Según esta iniciativa, denominada #CielosEnCalma, el uso de artefactos pirotécnicos, hace que las aves abandonen sus nidos, que distintas especies sufran abortos y mueran por infarto, además, que cientos de perros y gatos se extravíen.

Por su parte, el gremio Fenalpi sostuvo que, “apoyamos las iniciativas encaminadas a una transición de los espectáculos empáticos y lumínicos, pero desconocer la Pirotecnia como parte de las tradiciones, cultura y economía nacional, es desconocer al gremio y a las 25.000 familias que hacen parte de el”.

“El camino siempre será la reglamentación fundamentada en evidencia técnica. Decir que nuestra actividad es lesiva es un adjetivo muy fuerte para las personas y empresas que se dedican a la actividad de la pirotecnia de manera responsable, legal y segura”, señaló Carlos Carvajal, presidente de Fenalpi.

El dirigente gremial indicó que todos los sonidos que poseen un volumen alto, no solamente la pirotecnia, generan afectación a los seres vivos. “Por esto, resulta desproporcional castigar a una actividad que dura pocos minutos”, sostuvo.

Por último, Carvajal explicó que en otros países se ha encontrado que encubrir los sonidos súbitos con música, escoger correctamente los lugares de realización en función de su población humana y animal, y apelar a productos con frecuencias bajas, son estrategias efectivas para mitigar las afectaciones a animales, en tanto estos son más sensibles a frecuencias bajas.

Vale mencionar que a la iniciativa de Padilla se sumaron 30 concejales de diferentes partidos en Bogotá y propusieron que haya espectáculos con drones, luces lumínico-musicales, consideradas menos lesivas. Además, contó con el aval de más de 10 mil ciudadanos que firmaron para prohibir la pólvora.