JUDICIALES
La posible condena de Aida Victoria Merlano es el doble del Ñoño y la misma de Andrés Felipe Arias, ¿por qué?
El fallo en contra de la joven ha encendido un debate jurídico. La razón de tantos años de cárcel: la presencia y el uso de un menor de edad (su hermano) en la fuga de su madre.
En Colombia, donde existe la sensación de que la justicia “solo es para los de ruana”, la petición de la Fiscalía a 17 años de cárcel para Aida Victoria Merlano encendió un debate jurídico en el país. De aceptarla el juez, se trataría de una de las penas más altas dadas en la historia a un escándalo político.
“Sí me condenaron hace unas horas. A diferencia de lo que la gente pueda pensar, que son cuatro años en donde no me van a dar cárcel o que me pueden dar casa por cárcel, lo que la Fiscalía está pidiendo es 17 años de prisión, sin acceso a casa por cárcel”, contó desconsolada y entre sollozos.
“Sin conocer en detalle lo ocurrido en el juicio oral, llama la atención que Aida Merlano pueda ser condenada a una pena similar a la que enfrenta Andres Felipe Arias (17 años), el exmagistrado Ricaurte (19 años), y en todo caso, a una pena inferior a la que tuvieron los protagonistas del escándalo de Reficar (menos de seis), el Ñoño Elías (ocho) o el exmMagistrado Gustavo Malo (nueve), lo que es una evidente desproporción frente a lo que a lo sumo pudo ser una colaboración en la fuga de su madre”, sostiene el abogado David Benavides en dialogo con SEMANA.
En efecto, la mayoría de grandes casos en el país han tenido penas similares o mucho menores. Quizá solo el Carrusel de la Contratación de Bogotá logró una condena a sus protagonistas mucho más alta. Samuel Moreno se lleva ese deshonroso primer lugar con tres condenas con penas de 24, 30 y 39 años de prisión que no son acumulables, pero que lo dejan como uno de los líderes políticos con una pena más alta ante la justicia.
Tendencias
Otros casos que han sido muy sonados en el país tienen penas iguales o menores a las que hoy pide la Fiscalía para Aida Victoria. En su momento, los 17 años de cárcel para Andrés Felipe Arias también fueron polémicos. Se trata de una suma idéntica a la que piden por la influencer. El exministro de agricultura fue condenado en julio de 2014 a 17 años de prisión por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. Hace unos días logró el beneficio de casa por cárcel, al que nunca tendrá acceso la influencer por tener un delito relacionado con menores de edad.
El Cartel de la Toga, que dejó en evidencia la corrupción que existía en la misma justicia, tampoco tiene penas más altas que las que le piden a la joven. Ni siquiera con el agravante moral de que sus involucrados eran las máximas dignidades del Palacio de Justicia. En medio del proceso se probó cómo a través de una red se cobraban coimas para que grandes responsables de delitos salieran libres o se les enredara su proceso en sus anaqueles. El expresidente de la Corte Suprema Francisco Ricaurte fue condenado por eso a 19 años de cárcel. Y luego un juez la redujo a 16. Y el exmagistrado Gustavo Malo fue condenado a nueve años.
El megaescándalo de Odebrecht es aún más diciente. Se trataba de uno de los casos de corrupción más grandes en la historia de América Latina. El senador Bernardo Miguel Elías, quien confesó haber participado en ese entramado, tuvo condenas por ocho y seis años. Muchos de los implicados en ese proceso, hasta ahora están siendo llamados a juicio.
La razón por la cual Aida Victoria tiene una pena tan alta tiene que ver con el delito que le imputo la Fiscalía. Uso de menores de edad para la comisión de delitos. Fue creado en el año 2011 a través de la Ley 1453. En ese momento hubo una álgida discusión, pues muchos proponían reducir la edad de inimputabilidad de los niños y niñas debido al aumento de la criminalidad, incluso de hechos muy graves cometidos por ellos.
Sin embargo, el ICBF presentó en ese momento una solicitud en la que pedía que los menores no fueran tratados como autores, sino como víctimas, pues en muchos casos eran usados por redes criminales que se aprovechaban de que ellos eran menores de edad para salir más ventajosos de la justicia. Entonces, se decidió aumentar las penas de esos adultos que los utilizaban.
Por eso, se creó ese conducto punible que hoy le imputan a Aida Victoria Merlano. La joven, según el juez, incurrió en esa conducta, pues su hermano de 17 años fue utilizado -a su juicio- el día de la fuga. El joven se ve con ellas en los videos que registran esa huida de película. El fiscal del caso, Jaime Alberto Duque, aseguró que Merlano se aprovechó de la calidad de menor de edad de su hemano para estructurar el plan con el que la congresista logró escaparse.
La situación de Aida Victoria se agrava por una circunstancia y es que esa ley señaló que la pena se aumenta de una tercera parte a la mitad en dos circunstancias, si es menor de 14 años (cosa que no aplica al caso) o si el sujeto es un familiar dentro del tercer grado de consaguineidad. De esta manera, además de que la pena del delito ya es alta, puede ser hasta 20 años de cárcel, aumenta aún más por esos agravantes. A eso se suma que los delitos en los que se usan menores de edad no tienen rebajas ni posibilidad de casa por cárcel.
El otro delito que le imputan es fuga de presos. El código penal contempla que “el servidor público o el particular encargado de la vigilancia, custodia o conducción de un detenido, capturado o condenado que procure o facilite su fuga, incurrirá en prisión de ochenta (80) a ciento cuarenta y cuatro (144) meses, e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas hasta por el mismo término”.
Agrega que “la pena se aumentará hasta en una tercera parte cuando el detenido, capturado o condenado estuviere privado de su libertad por los delitos de genocidio, homicidio, desplazamiento forzado, tortura, desaparición forzada, secuestro, secuestro extorsivo, extorsión, terrorismo, concierto para delinquir, narcotráfico, enriquecimiento ilícito, lavado de activos”.
En su publicación, la joven cuenta que su abogado defensor, Miguel Ángel del Río, apelará la decisión. El abogado escribió un trino que ella misma comparte en sus historias de Instagram: “La condena contra Aida Victoria Merlano es inaceptable. Una decisión que enfrentaremos con toda la contundencia. Estoy seguro de su inocencia y la apoyaré hasta demostrarlo”, dice.
La condena contra Aida Victoria Merlano es inaceptable. Una decisión que enfrentaremos con toda la contundencia. Estoy seguro de su inocencia y la apoyaré hasta demostrarlo.
— Miguel Angel Del Río Malo (@migueldelrioabg) September 6, 2022
El caso de Aida Victoria ha generado una enorme polémica jurídica. “Esa condena es una barbaridad. Está errada totalmente”, le dijo el abogado Iván Cancino a SEMANA.
Cuando Aida Victoria fue capturada, Cancino le había contado a SEMANA las razones por las cuales había salido a defenderla, sin ser su abogado defensor. “No la conozco. Pero hice esa crítica públicamente porque creo que la Fiscalía, desde hace mucho tiempo, ha vuelto el ejercicio del derecho penal o un mecanismo de presión o una forma de responder a las presiones de las redes sociales o los medios. La Fiscalía piensa que la captura es algo rutinario, cuando la libertad después de la vida es el más preciado de los derechos”, sostuvo.
Para él, en Colombia es usual que los casos jurídicos sean tratados como el circo romano, y el de la joven influencer era una muestra de ello. “En Roma, cuando un gobernante estaba en crisis, convocaba a los juegos. Entre más escabroso fuera el juego, como poner a las personas con menos posibilidad de defenderse fácil a que se las comieran los leones, mejor era el circo. En últimas, eso se hacía para que la gente se olvidara de las crisis sociales y de los problemas. La Fiscalía le apuesta a ese espectáculo: capturar y condenar para que la gente aplauda”, dijo.
A Cancino le llamó la atención en esa oportunidad el operativo judicial para capturar a Merlano. “Un avión de la Policía, más de 20 efectivos. Al llevarla al complejo judicial de Paloquemao se ve exactamente lo mismo: una joven esposada, agarrada por los hombros, y más de diez policías para llevar a comparecer ante un juez a una persona que, teniendo en cuenta el nivel de delincuencia de Colombia, jamás ameritaría un operativo de esa naturaleza”, relató.
Que vergüenza de foto ! Da pena ! Delincuentes de lesa humanidad en el Congreso ! Las ciudades llenas de hurtos ! Y la polcoia desgañitándose en una inocente ! pic.twitter.com/TGmh6RNSLY
— Iván Cancino (@CancinoAbog) October 4, 2019
“Están utilizando una venganza con sus hijos de lo que hizo su madre. Y el derecho penal está muy lejos de buscar esos fines. Es un atentado a la dignidad de la hija y del hijo menor de la exsenadora, a quien creo que deben perseguir y capturar”, le dijo a SEMANA.
Para el abogado, se trata de un escándalo para el Inpec, por el cual no debería responder la familia de la exsenadora.
Aida Victoria Merlano fue condenada este martes por la participación en la fuga de su madre, la excongresista Aida Merlano, en hechos registrados el primero de octubre de 2019. En la decisión, fue absuelto de toda culpa el odontólogo Javier Cely.
En el sentido del fallo emitido por el Juzgado 20 de Conocimiento de Bogotá se señaló que existen evidencias suficientes para demostrar que la joven tuvo pleno conocimiento y participó activamente en la fuga.
Esto tras valorar las pruebas documentales y testimoniales que presentó la Fiscalía General, entre las que se destacan las declaraciones de los agentes del Inpec que estaban con la excongresista en el consultorio odontológico ubicado en el edificio Centro Médico La Sabana, ubicado en la calle 116 con carrera séptima.
El juez emitió condena por el delito de fuga de presos en concurso con uso de un menor de edad en la comisión de delitos. Para evitar el riesgo de fuga, el despacho judicial emitió la orden de captura en contra de Aida Victoria Merlano.
En el caso del odontólogo, se determinó que nunca tuvo conocimiento del plan de fuga de la excongresista y que solamente la atendió en tres oportunidades para realizar un diseño de sonrisa.
En este sentido, se señaló que jamás tuvo conocimiento del contenido del maletín que le llevaron a la exrepresentante a la Cámara, señalando que el trato que tuvo con ella fue de profesional de la salud a cliente.
En la audiencia que se celebró el pasado 3 de agosto, el odontólogo Javier Cely rompió en llanto y reiteró que era inocente. “Estoy muerto en vida, me dañaron mi familia, mi profesión, estoy en tratamiento psiquiátrico”.
Por la fuga de Aida Merlano fue condenado en noviembre de 2021 a 15 años de prisión el capitán David Alexánder Álvarez Cárdenas por los delitos de prevaricato por acción (autor) y favorecimiento en la fuga de presos (coautor). Este oficial fue el que autorizó el traslado exprés de la excongresista desde la cárcel El Buen Pastor hasta el centro odontológico para que siguiera realizándose el diseño de sonrisa.
El capitán Álvarez, quien fungía como comandante de custodia y vigilancia de la cárcel El Buen Pastor, dio instrucciones precisas para que la dirigente política barranquillera solamente estuviera acompañada por una guardia del Inpec y un conductor. Todo esto, pese a que estaba en vacaciones y ya se había designado a un encargado para que ocupara sus funciones.
Merlano, quien cumplía una condena de 15 años de prisión por compra de votos para las elecciones de 2018, había hecho la petición días antes indicando que había pagado por un diseño de sonrisa con el odontólogo Javier Guillermo Cely.
Desde el 27 de enero de 2020, la exrepresentante a la Cámara por el Atlántico se encuentra privada de su libertad en una cárcel de Venezuela, país en el que fue recapturada por las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional (Faes).
Merlano se escondía en una humilde vivienda en Maracaibo, la capital del fronteriza del estado Zulia.
¿Cómo fue la fuga de Aida Merlano? (artículo publicado el 6 de octubre de 2019)
Antes de protagonizar una de las fugas más espectaculares de Colombia, Aida Merlano era la ficha clave para armar el rompecabezas de la corrupción electoral en la costa Atlántica. Casi a la misma hora en que saltó al vacío, colgada de una cuerda, la excongresista había pactado una cita en la cárcel con investigadores de la Fiscalía para explorar beneficios tras ser condenada a 15 años de prisión por compra de votos. La fuga hace pensar que esa cita no era otra cosa que una estrategia de distracción para escaparse.
La fuga no surgió de un día para otro. Desde que pisó la cárcel El Buen Pastor, en abril de 2018, a Aida la notaron desesperada por evitar afrontar lo que inevitablemente se le venía. Agobiada por repetidas crisis emocionales que vienen de tiempo atrás, la otrora humilde política del sur de Barranquilla intentó suicidarse en su celda.
Apenas se vio tras las rejas, también empezó a contactar a sus antiguos aliados en esa red de corrupción electoral que todo el país conoció cuando las autoridades allanaron la famosa ‘Casa Blanca’ en la capital del Atlántico. El mismo día de las pasadas elecciones legislativas, descubrieron en esa vivienda del barrio El Golf una sofisticada estructura criminal: hallaron dinero en efectivo, 18 computadores, material electoral, listados con nombres y cédulas, armas y municiones.
Antes de la fuga, Aida venía contactando a algunos de sus cómplices de fechorías, según testigos con los que habló SEMANA. Ella les enviaba mensajes de audio por WhatsApp con advertencias contundentes de que no se quedaría callada. “¡Dígale a su jefe que me tiene que ayudar!”, le pedía en tono beligerante a un diputado ligado a la clase política de Barranquilla. Hoy, las autoridades tratan de armar el rompecabezas de este escape de película, registrado con asombro por la prensa internacional, cuyos detalles apenas empiezan a conocerse.
En primer lugar, a nadie se le ocurre pensar que Merlano haya concebido y ejecutado su huida en solitario. El consultorio que visitó el martes, en el norte de Bogotá, no era desconocido para ella, pues había estado allí en al menos otras dos oportunidades en busca de un diseño de sonrisa que se le volvió una obsesión. Inicialmente la atendió una mujer, en dos ocasiones, pero su trabajo no la dejó satisfecha, según testigos. Por esa razón, hace unos 15 días, por recomendación de Mauricio Arango, el dueño del consultorio, Aida conoció al odontólogo y rehabilitador oral boyacense Javier Celis Barajas.
Se trata de un coronel retirado del Ejército con sospechas de corrupción en su paso por la Sexta División en Ibagué. El exoficial se entregó a las autoridades el viernes y lo señalan de ser uno de los principales cómplices de la fuga. En un primer contacto hace dos semanas, Celis Barajas dialogó con Aida, revisó su historial odontológico y acordó el tratamiento para su sonrisa. De esa forma pactaron la cita definitiva del martes, a la que la exsenadora del Partido Conservador, de 43 años, llegó pasadas las 10:00 de la mañana.
Hamburguesas para todos
Ese día, desde su ingreso en compañía de sus guardianes del Inpec, saludó efusiva a todas las personas que vio. “Se empezó a ganar a todos los allí presentes. Ese día, por ejemplo, pidió hamburguesas para todos en el consultorio”, cuentan personas que conocieron el caso en detalle.
Esa mañana, a la cita llegaron sus dos hijos, uno de ellos menor de edad. Por culpa de la fuga, Aida no solo afronta ahora la persecución de la justicia, que ofrece una recompensa de 50 millones de pesos por su paradero, sino que además vive una tragedia familiar. Su hija mayor, Karolyne Manzaneda, fue capturada el viernes en Barranquilla y deberá responder por el delito de favorecimiento de fuga de presos con utilización de menor de edad.
Apenas terminó la cita odontológica, que duró casi cuatro horas, en el video se ve el momento exacto en que Aida alista su huida. Abraza efusivamente a Celis Barajas y, segundos después, saca una cuerda que amarra a una mesa del consultorio y se lanza al vacío. Todo de una manera rápida y premeditada.
Al caer, varias personas se muestran sorprendidas de lo que observan. Nadie da crédito de lo que está ocurriendo. Un hombre a bordo de una moto, que al final no resultó trabajar para Rappi, la está esperando, y ambos emprenden la huida con rumbo desconocido.
“Ese día, ella hábilmente engañó a todos en el consultorio; mi hermano es inocente, él trabajaba allí por prestación de servicios. Apenas terminó de atender a Aida, él salió del lugar y es en ese momento cuando ella aprovecha y hace todo”, dice Óscar Celis, también rehabilitador oral y hermano de Javier. El odontólogo fue absuelto esta semana.