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“Preparados para responder ante la destrucción con construcción": Mockus sobre rearme de Márquez

El senador Antanas Mockus hace una reflexión para SEMANA sobre las preguntas y aprendizajes que deja el anuncio de Márquez de darle vida a una nueva guerrilla.

29 de agosto de 2019
Antanas Mockus. | Foto: Guillermo Torres

El senador Antanas Mockus hizo una reflexión sobre las preguntas y aprendizajes que deja el anuncio de Iván Márquez de darle vida a una nueva guerrilla: 

¿Qué tiene de nuevo lo radical? Preparados para responder ante la destrucción con construcción. ¿Estábamos preparados? ¿Estaba preparado el gobierno para el anuncio de hoy?, ¿los partidos políticos, el ejército?, la ciudadanía? ¿Da lo mismo estar preparados o no estarlo? Si no estábamos preparados, ¿cuanto tiempo más habría de tomar prepararnos? Prepararnos es planear y desencadenar un conjunto de respuestas que reduzcan los efectos indeseables de la decisión de un grupo 3 líderes de la extinta guerrilla de las FARC EP. 

Había unos más preparados que otros, había algunos presionando la ruptura, incluso apostándole. Ahora, en cierto sentido no ha pasado nada, lo que se dio hoy fue una oficialización de la posición de un grupo pequeño y extremo. La declaración es un intento de darle fuerza política a algo que no la tiene o la tiene muy limitada. Es mayor la decisión, la fuerza política y ciudadana, de los que hoy creen y siguen construyendo la paz. 

Por un efecto de contraste, las posiciones extremas tienen un potencial muy grande. Producen emociones fuertes que no siempre se desvanecen rápidamente. Costosamente hemos aprendido -y seguimos aprendiendo- que acordar la paz es mucho más costoso que declarar la guerra.  

La radicalización de los que se radicalizaron hoy, estaba más que anunciada, no deberíamos sorprendernos tanto sino entenderlo como la expresión del desgaste político de las posiciones extremas.

¿Intenta resurgir la justificación política del secuestro y la extorsión? ¿En este contexto qué puede hacer cada uno de nosotros?

Mucho y estaría en nuestras manos renunciar a la propia violencia, es decir optar por ser uno mismo ciudadano. Ciudadano capaz de convivir entre desconocidos y diferentes. Ciudadano capaz desde respetar la vida propia y ajena, no matar, hasta ayudar a otro a cruzar la calle. Apoyar a cada colombiano que en los últimos 10 años acogió esta misma opción: la vida primero.

 El máximo logro es el de los 13,023 colombianos que dieron el paso hacia la reincorporación. El error no ha sido el Acuerdo de Paz, ni el desarme, ni la reincorporación. El error ha sido no dar todos, ciudadanos, excombatientes, partidos políticos, empresarios, el mismo paso, al mismo tiempo.

 Cuando se firmó el Acuerdo, se reconoció que había sido el mejor Acuerdo posible y que su implementación iba a ser aún más difícil. El anuncio de hoy, es en ese sentido, la expresión de esa dificultad anticipada. Ante la pugnacidad de las posiciones extremas nuestra respuesta sistemática ha de ser contra la destrucción, construcción.