La reforma tributaria se metió hasta con las hormigas culonas; este alimento también subirá de precio

La reforma tributaria que fue aprobada la semana pasada en el Congreso de la República no contempló un alimento como las hormigas culonas.

Esta tradicional y exótica comida cuyo consumo se centra en el departamento de Santander, pero que se ha extendido a varias partes del país, sufriría el coletazo del alza de precio, ya que se le impondría un impuesto.

¿Por qué?

Las hormigas culonas son consideradas un alimento ultraprocesado, por esto mismo y según lo estipula el impuesto saludable en el artículo 45 de la reforma tributaria, esta clase de alimentos deberán pagar un nuevo tributo.

Los alimentos ultraprocesados incluyen embutidos, snacks, cereales, galletas, dulces, chocolates, o lo que coloquialmente se conoce como ‘mecato’, y donde ahora están las populares hormigas, tendrían un impuesto sobre el precio final, de la siguiente manera: 2023: impuesto del 10 %, 2024: impuesto del 15 %, 2025: impuesto del 20 %.

Según los empresarios, una libra de hormiga culona sin procesar puede estar costando 60.000 pesos, mientras que la que ya está tostada y preparada para el consumo alcanzaría los 130.000 pesos. Sin embargo, este precio se podría ver afectado con la entrada en vigencia de la reforma tributaria y los comerciantes deberán elevar el valor, lo que afectará directamente a los consumidores.

¿Qué son los impuestos saludables?

Los impuestos saludables, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, “son aquellos que gravan los productos no saludables (por ejemplo, tabaco, alcohol, bebidas azucaradas), cuyo consumo es un factor de riesgo importante para múltiples enfermedades no transmisibles, incluidas enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias y diabetes”.

En ese sentido, lo que se busca con ellos, es reducir su consumo en la población con el aumento en su precio. En el caso colombiano, es decir, en la reforma tributaria que propone el Gobierno de Gustavo Petro, la apuesta es gravar a las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados.

Por fuera de la lista, como lo dio a conocer Carolina Giraldo, representante a la Cámara, se quedaron productos como los cigarrillos y los vapeadores, pese al inconformismo de algunos congresistas.

El presidente del Senado, Roy Barreras, sustentó: “El que quiera matarse, el que quiera envenenarse, pues que se envenene a solas, pero que pague impuestos para que el sistema de salud pueda aliviar a las víctimas del humo y también de los vapeadores. La reforma tributaria debe servir para sanar a la gente, impuesto a lo que hace daño”.

Aunque los impuestos saludables puede traer beneficios en materia de salud pública, como su nombre lo indican, puede afectar la economía no solo de quienes insistan en consumirlos, dado que el gravamen afectará su precio final, sino de los tenderos de barrio, como lo explicó la Asociación Nacional de Industriales (Andi).

“Como industria de alimentos consideramos que esta medida afecta profundamente al consumidor, dado que este tendrá que pagar por sus alimentos un valor mucho más alto con afectación directa sobre su economía”, aseguró la Andi en diálogo con Valora Analitik.

Así mismo, Ligia Gil, una tendera que es parte de Fenaltiendas, el brazo gremial de tenderos de Fenalco, recordó al ministro Ocampo que en el 98 % de la microempresa del país está el comercio que impulsan los tenderos. Pese a ello, hasta el momento, los impuestos saludables se mantienen.