JUDICIAL

El imperio de La Riviera, a punto de desmoronarse

Sorpresa y desconcierto causaron la inclusión en la lista Clinton y los señalamientos de lavado de dinero contra el grupo empresarial de Abdul Mohamed Waked.

7 de mayo de 2016
Abdul Mohamed Waked, fundador y patriarca del grupo Wisa, encabeza el organigrama del Departamento del Tesoro.

En Colombia y Panamá este escándalo ha sido la comidilla de la clase empresarial. Y no es para menos. El jueves de la semana pasada el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por intermedio de su Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), reveló que por sospechas de actividades de lavado de dinero incluyó en la llamada lista Clinton a las compañías que hacen parte del poderoso conglomerado empresarial Wisa.

Se trata de un grupo de propiedad de la familia Waked, con más de 68 compañías y presencia en 11 países del continente, encabezado por el patriarca Abdul Mohamed Waked y su sobrino Nidal Ahmed Waked, quienes tienen ciudadanía colombiana y panameña. Ellos, al igual que su familia y sus empresas, son ampliamente conocidos por gran parte de la sociedad de los dos países. En el territorio nacional son populares desde hace varios años pues se les considera los zares de los perfumes de lujo. Una de las empresas de su grupo es la reconocida cadena de almacenes La Riviera, presente en las principales ciudades de Colombia.

El miércoles pasado, un día antes de la publicación del informe de la OFAC, Nidal Waked fue arrestado por la Policía poco después de aterrizar en el aeropuerto El Dorado. Se trataba de cumplir una orden de captura con fines de extradición solicitada por una corte de Florida que lo sindica de lavado de activos y narcotráfico. Tras su arresto, el subdirector de la DEA, Jack Riley, afirmó que Nidal “tiene una larga historia de blanqueo de dinero en beneficio de algunas de las redes criminales y de tráfico de drogas más implacables y sofisticadas del mundo”.

El Grupo Wisa tiene 104 almacenes duty-free en aeropuertos, fronteras y puertos. También 133 en las principales ciudades de América Latina, y empresas de importación y exportación en la zona libre de Colón, en Panamá. También es propietario en el istmo de firmas con inversiones en hotelería, bienes raíces, construcción, centros comerciales, medios de comunicación e, incluso, bancos. Según las autoridades norteamericanas, usaron el Balboa Bank & Trust, “para lavar plata del narcotráfico y otras actividades ilegales por múltiples organizaciones criminales”, según dice uno de los apartes del voluminoso expediente del Departamento del Tesoro.

Todas estas empresas, entre otras, aparecen en la lista Clinton. Esto, en la práctica, implica que los fondos de los directivos y esas compañías quedan bajo supervisión de las autoridades de Estados Unidos, lo que equivale a su congelamiento. Adicionalmente, las leyes estadounidenses penalizan con multas a las personas que efectúen cualquier tipo de negocio con quienes aparecen en la temida lista.

Aunque el tema se hizo público apenas la semana pasada, la realidad es que las autoridades de Estados Unidos investigaban desde 2008 al grupo Wisa, así como a varios de los integrantes de la familia Waked, cuando surgieron los primeros indicios que señalaban que varias de esas compañías del emporio servían para lavar dinero de organizaciones criminales.

Pocas horas después de estallar el escándalo, el grupo Wisa publicó un escueto comunicado para afirmar que los señalamientos del Departamento del Tesoro “son falsos e infundados”, y que “sus abogados tienen instrucciones para colaborar con las autoridades y aclarar la lamentable confusión lo antes posible”. Por ahora, lo único claro es que se trata de un caso que dará mucho de qué hablar en los próximas semanas.