IDEAS PARA QUE COLOMBIA SALGA ADELANTE
“La solidaridad es la única salida”: Alberto Linero, conferencista y escritor
“Hoy más que nunca necesitamos ser nación sin esconder nuestras diferencias, pero sin seguir en esa “patria boba” que lleva años deshaciéndose en la sangre de nuestros propios hermanos. Matarnos no es la solución, construir juntos es el único camino, y la única posibilidad de felicidad”.
Por Alberto Linero, conferencista y escritor
El grito recorre toda la casa. Es un grito de desesperación de alguien que camina por la calle diciendo que no ha comido y que no tiene para darle de comer a sus hijos. Mi corazón se estremece y entiendo que no basta con que haya comida en mi mesa para ser feliz. Sí, definitivamente no podemos ser felices si no somos solidarios. La solidaridad es una exigencia de nuestra condición humana. Vivimos con otros y nos necesitamos.
La pandemia ha evidenciado que sólo podemos sobrevivir como especie si nos ayudamos los unos a los otros. Son muchos los hermanos en Colombia que han dejado de comer tres veces al día según datos del DANE, y ellos necesitan que todos generemos rutinas y dinámicas solidarias, no asistencialistas sino de esas que devuelven a cada uno el protagonismo de su propia vida. La economía se moverá en la medida que nuestros proyectos vayan más allá de nuestras zonas de confort.
Vea el video de Alberto Linero en este especial de ideas para sacar adelante a Colombia
Para ello hay que sentir al otro, saber que su dolor, su hambre, su sufrimiento, es el mismo que hemos sentido en muchos momentos de la vida. No podemos vivir en la cotidianidad una réplica de la pelotera de nuestros dirigentes. Los ciudadanos tenemos que ser mejores, más dispuestos al diálogo, menos a la ofensiva. Siendo capaces de trascender a las trincheras ideológicas para ayudarnos y construir proyectos que nos beneficien a todos. No es el momento de profundizar las diferencias sino encontrarnos en lo que nos une y nos hace ser nación. Necesitamos sentirnos. No somos más que humanos, tan capaces como necesitados. Hay que volver a ver a los otros como iguales, y no desde los rótulos que nos distancian. No podemos dejar que esa lateralidad defina si el sufrimiento del otro nos importa o no.
Todas estas pérdidas y privaciones que hemos tenido por causa del Covid 19 nos han recordado que somos frágiles. No somos seres invulnerables a los que la tecnología automáticamente nos hace evolucionar. Necesitamos autocuidado, y para ello hay que cuidar a los otros. Eso significa evitar exponernos a lo nocivo. Una sociedad de gente menos dañada seguro tendrá mejores posibilidades. Necesitamos inclusión. No podemos levantar el país dejando por fuera a las personas mayores, a la niñez, ni a los vulnerables o enfermos. La pandemia nos demostró que tenemos muchas brechas por cerrar, y cada¡ uno puede hacer algo para cerrarlas. En sentido estricto, eso es ser espiritual.
Estoy convencido que para resolver esta dura situación necesitamos espiritualidad. Y la entiendo como esa capacidad de trascender, de ir más allá de lo inmediato, de lo material; y darle un sentido sublime a la existencia. Ya sea eso hacer más silencio, interiorizar, o ser más proactivos, y expresarnos, lo vital es conectarnos con nuestra esencia y respetar la del otro. La espiritualidad hace nuestra vida más fértil, más fecunda, y eso también nos hace ser más productivos. ¿Cómo? Vivir más lentamente, saborear con más tranquilidad cada acción cotidiana, escucharnos desde el corazón, negarnos a cualquier tipo de violencia, dejarnos impresionar por el arte, meditar, orar; se hace hoy muy necesario. Siempre buscando dentro, esa fuerza que nos haga salir a construir estructuras más justas y más equitativas. Nunca como un escondite sino como una fuerza que desde dentro nos inspira a ser.
No sueñes tener todos los recursos que necesitas para sentirte satisfecho sin pensar en el que está sin trabajo, no tiene para comer y requiere ayuda. Si eres empresario, tienes que pensar en generar mejor condiciones para los otros. Si líder político, tienes que hacer más real ese discurso tan lindo que muchas veces te escuchamos. Si eres trabajador, tienes que estar dispuesto a dar todo de ti para alcanzar tus metas y ayudar a otros. Hoy más que nunca necesitamos ser nación sin esconder nuestras diferencias, pero sin seguir en esa “patria boba” que lleva años deshaciéndose en la sangre de nuestros propios hermanos. Matarnos no es la solución, construir juntos es el único camino, y la única posibilidad de felicidad.