DRAMA
La tragedia de Felipe Pasos: ¿víctima mortal del matoneo petrista en redes?
El joven fue el primero que salió a ratificar las denuncias de Bruno Díaz contra el senador Gustavo Bolívar. Por cuenta de eso, había sido víctima de matoneo en las redes de un sector del petrismo. Su muerte estremeció al país.
El viernes, el país se sorprendió con la trágica muerte de Felipe Pasos. El joven había tenido el valor de salir públicamente a contar su versión sobre una de las historias más polémicas recientemente: la denuncia que hizo Bruno Díaz contra Gustavo Bolívar. El actor le reclamó al senador porque supuestamente le había quedado debiendo una enorme suma de dinero a su hijo. Pasos se metió en esa pelea de dos pesos pesados y aseguró que todo lo que decía Díaz era cierto y que su hijo, quien era su mejor amigo, había sufrido enormemente por esa supuesta estafa.
Felipe aseguró que tras la muerte de Diego Díaz, él sentía la obligación moral de respaldar esa verdad. Así, en redes sociales y en diferentes medios, confirmó la versión de que Bolívar le quedó debiendo a su amigo 200 millones de pesos por una instalación de paneles solares en un hotel de propiedad de Bolívar en Ricaurte, Cundinamarca.
Tras dar su testimonio, Pasos terminó atrapado en esa nueva inquisición virtual que son hoy las redes sociales. A sus cuentas de Twitter y Facebook llegaron centenares de insultos y amenazas, especialmente de seguidores y fanáticos petristas que lo acusaban de participar en una campaña de difamación contra Gustavo Petro.
Algunas de las voces más potentes del petrismo lo tildaron de ser un títere de Claudia López y de la senadora Angélica Lozano, como si la denuncia de Bruno Díaz tuviera que ver con la distancia que hay entre la alcaldesa y el líder de la Colombia Humana. “Él es Felipe Pasos, quien difama a Gustavo Bolívar y se presta para el show en todos los medios. Dijo ser amigo de toda la vida de Diego Díaz. Lo curioso es que se conocieron en el 2018. Es el mandadero de Claudia López y Angélica Lozano. Una bajeza”, dijo el activista Beto Coral, uno de los que más se ensañó con Pasos en redes sociales.
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Pasos le contestó a Coral airado. “También te envío estas fotos, que según tu narrativa están todos en contra (de) Gustavo Bolívar. No Beto Coral. Con fotos o sin fotos sigue siendo timador, y testigo presencial soy de eso”, le reclamó Pasos al influenciador, tratando de contener el matoneo al que fue sometido. En las imágenes salían el comediante Alejandro Riaño, María Paulina Baena (La Pulla), el cantante Mario Muñoz (vocalista de Doctor Krápula), Ángela María Robledo y Juan Fernando Cristo.
Pasos le contó a SEMANA que había conocido a Diego Díaz Valdiri en la Consulta Anticorrupción de 2018. A ambos los movía el tema y querían hacer algo por su país. Pero que ahí no solo se acercaron a la alcaldesa, sino a muchos más líderes políticos, incluso del petrismo.
La tragedia para Felipe era doble en los últimos días. No solo porque comenzó a recibir toda la presión de las redes sociales, sino porque terminó heredando la deuda de su amigo Diego Díaz junto con Gloria Valdiri, la mamá, pues ambos eran los codeudores. Felipe vivía el infierno de su amigo en carne propia, pero sin él.
Pasos, por cuenta de esa deuda, tuvo que declararse insolvente. Le reclamó al banco que no tenía cómo pagar el dinero, que su situación financiera no era la mejor, ya que no contaba con un empleo. “La demanda contra mí llegó a los 15 días de (Diego Díaz) haber fallecido. Nos tocó no decirle a la mamá que había llegado ese cobro, esa demanda del banco. Y yo fui al Congreso y le pedí ayuda a un amigo, a ver si se podía hacer algo”, relató Pasos en la entrevista con SEMANA.
La historia de esa deuda incumplida había sido, en gran parte, el origen de la amistad de Felipe y Diego. Cuando se conocieron, Díaz le contó a Pasos de la deuda que Bolívar tenía con él. Se había tenido que endeudar para completar el trabajo, para el cual necesitaba importar algunos materiales. Les pidió préstamos a bancos y a amigos a los que luego no les pudo pagar por el supuesto incumplimiento del senador.
Felipe lo alentó a no desistir y a buscarlo a como diera lugar para que cumpliera con su responsabilidad, pero eso nunca sucedió. Con apenas el dinero suficiente para tanquear una moto, ambos emprendían camino desde Bogotá hasta Ricaurte, municipio aledaño a Girardot, para buscar al senador. “A veces nos íbamos con lo mínimo para comer algo y ya”, relató Pasos.
Asegura que el administrador del hotel Paraíso Estudios, Henry Garzón, les decía que Bolívar no estaba, que se encontraba ocupado o simplemente les echaba la Policía. Ellos, insistentes, duraban todo el día esperando a que el senador los atendiera y les diera una respuesta. Sin embargo, varias veces, tuvieron que devolverse resignados y sin una solución. “Personalmente, me sentí humillado (...) tuvimos que parar en medio de la vía porque Diego venía muerto de la rabia”, aseguró Pasos a SEMANA.
En el Congreso la historia se repetía. Entraban, lo buscaban en su oficina, en las plenarias, pero Bolívar simplemente se escabullía, salía por otra puerta y los dejaba de nuevo esperando. Nunca apareció.
La deuda actualmente sigue sin saldarse, y a pesar de que Bolívar buscó a Bruno Díaz meses antes para intentar saldar la deuda y que no saliera el video, hoy el senador no ha dado una respuesta concreta. Bolívar publicó un video en el que contó su versión de los hechos.
“En el año 2018 hice con su hijo, Diego, un contrato para instalar paneles solares en el hotel de propiedad de mi familia. En ese momento él me exigió una cuota inicial de 40 millones de pesos que yo le cancelé, le pagué en su totalidad y quien tenía en arriendo el hotel en ese momento, que era la empresa Viva Consolidadora, del señor Henry Garzón, se comprometió a pagar una cuota de tres millones y medio de pesos durante dos o tres años, le pedí a Henry que me enviara un video aclarando la situación”. A este video de Garzón, Bolívar agregó en otros trinos fotos de los chats que supuestamente le había escrito a Bruno Díaz intentando hablar del asunto, sin obtener supuestamente respuesta.
Pasos aseguraba que hablaba porque necesitaba que el senador pagara su deuda. “Entre cielo y tierra no hay nada oculto”, dijo. Cuestionó además que Bolívar tuviera gestos económicos para financiar el vandalismo de la primera línea, o donar su sueldo de congresista a las causas con las que comulga, pero al tiempo se le escapara saldar el dinero que les debía a él y a la mamá de su amigo, tras su muerte.
“Nadie se muere por una deuda”, le recriminaron en varias ocasiones a Pasos, desde el petrismo, líderes y activistas que defendían ciegamente a Bolívar. Sin embargo, en esta historia trágica, hoy ni Felipe ni Diego están vivos.