Exclusivo: la USB que guarda la codiciada matriz de lo que pidieron los congresistas al MinHacienda de Petro. Explosiva revelación de funcionaria

La declaración de Andrea Ramírez ante la justicia promete destapar un nuevo capítulo del escándalo de compra de favores entre el Gobierno y el Congreso. La funcionaria del Ministerio de Hacienda rindió su versión ante el magistrado de la Corte Suprema, Misael Rodríguez, el pasado 6 de diciembre. Lo que contó es impactante.

En su defensa, Ramírez terminó narrando cómo en el Gobierno habría una lista completa de congresistas con proyectos asignados a cambio de votos. Y ese listado, aseguró, se encontraba en una “matriz” de proyectos que estaba contenida en una USB. Se trata de un dispositivo que entregó María Alejandra Benavides, la asesora del entonces ministro Ricardo Bonilla, que fue mencionada por Olmedo López, el exdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), como el enlace entre la entidad y esa cartera.

Las declaraciones de Ramírez fueron publicadas en exclusiva en la última edición de SEMANA. Su versión entra a sumar en la tesis que se maneja sobre el escándalo de la UNGRD y es que cuantiosos recursos del Gobierno fueron a parar a proyectos empujados por los congresistas, a cambio de que estos apoyaran los proyectos bandera del Gobierno, tal y como lo contaron en su momento Olmedo López y su subdirector, Sneyder Pinilla.

Pero Ramírez fue más allá en narrar los detalles de cómo operaban internamente los giros de esos dineros. Ramírez para esas fechas estaba de licencia de maternidad. Su reemplazo fue María Alejandra Benavides, contra quien cursa una investigación penal por ese entramado.

La funcionaria confirmó que antes de tomar su periodo de licencia, le envió a Benavides “un listado de proyectos de vías de los congresistas (...). En el Ministerio (de Hacienda) usualmente los congresistas van y me consultan sobre estados de proyectos de inversión regional. La mayoría fueron los de las comisiones económicas”.

Y dejó claro que el ministro Ricardo Bonilla no solo sabía lo que pasaba, sino que él mismo ayudaba a empujar con otras carteras esos proyectos. Según ella, su función es apenas la cotidiana en el manejo del Congreso. “Los incluyo en una matriz porque los que nos hicieron las consultas de vías, la mayoría de todo lo que fue de vías (sic), fueron los congresistas de las comisiones económicas, que son con los que nosotros tenemos relación directa. Ellos nos llevan proyectos de inversión regional (...), preguntan por acueductos, por proyectos agrícolas. Lo que yo hago es decirle, ‘ministro, me están preguntando por este proyecto en tal lugar’”.

“Los congresistas nos los preguntan en un debate o cuando van a una cita con el ministro. Le preguntan: ‘Ministro, ¿usted sabe si en este proyecto de inversión regional hay alguna forma de que podamos hacer que el ministro de Agricultura pueda priorizarlo, entre sus cosas? ¿Usted sabe si de pronto está priorizado, si está viabilizado?’. Nosotros siempre respondemos”, agregó.

Sobre el papel de intermediación que se hace con otras carteras, Ramírez aseguró: “Ellos usualmente me dan el radicado para que, cuando uno pregunte en la otra entidad, podamos ubicarlo, el nombre del proyecto y el valor del proyecto. Y en muchos casos, cuando ya habíamos averiguado (...) si de pronto el proyecto ya había salido o no había salido”.

Del escándalo de la UNGRD también dio algunos detalles: “Cuando yo regresé, efectivamente ella me comentó que sí habían preguntado los congresistas por unos proyectos de inversión regional en la Unidad de Riesgo (UNGRD), y asimismo, ella me dice que los funcionarios que estaban en la Unidad ya no están y entiendo que había un escándalo”.