Periodista Jineth Bedoya. | Foto: Cortesía. El Tiempo.

ENTREVISTA

La verdad sobre un crimen

Después de once años y nueves meses, la Fiscalía vinculó a tres paramilitares como presuntos responsables de la tortura, el secuestro y la agresión sexual contra la periodista Jineth Bedoya. SEMANA habló en exclusiva con ella.

13 de febrero de 2012

Hoy en Colombia es difícil encontrar un colega en el periodismo que no conozca la historia de Jineth Bedoya, subeditora de judiciales de El Tiempo, y no se estremezca con este drama que comenzó el 25 de mayo del año 2000 justo en la entrada de la cárcel La Modelo en Bogotá, cuando Jineth iba a hacerle una entrevista a un paramilitar. Antes de entrar al penal, tres hombres la subieron a un carro, la drogaron y entonces comenzaron 16 horas de tortura y violación que terminaron con su cuerpo tirado en algún paraje de la vía que sale al Llano.

Ha sido de tal nivel la impunidad en estos casi doce años que han pasado, que en mayo del 2011 la Fundación para la Libertad de Prensa y la organización no gubernamental OXFAM presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA una denuncia contra el estado colombiano por este caso. Sin embargo, algo de luz se comenzó a ver la semana pasada cuando la Fiscalía anunció la vinculación de tres paramilitares que habrían secuestrado y atacado a Jineth. Aun no hay condenas pero es el comienzo de lo que parecería ser la verdad de este crimen.
SEMANA: ¿Quiénes son los paramilitares que la Fiscalía vinculó en la investigación sobre su caso?

JINETH BEDOYA: Todos están en justicia y paz. Alejandro Cárdenas Orozco alias 'JJ' es el hombre que identifiqué en una audiencia el 6 de septiembre del año pasado. Él admitió los delitos de secuestro y tortura pero no el de violación. En su declaración señaló que mi secuestro había sido ordenado por el bloque paramilitar Centauros porque yo estaba haciendo una investigación sobre el tráfico de armas al interior de La Modelo y "había tocado a gente muy importante". Dijo que el secuestro no se hubiera podido ejecutar sin la autorización de gente del INPEC, porque fue muy fácil hacerlo.

SEMANA: ¿Quiénes son los otros dos?

J.B.: Fueron vinculados con indagatoria Mario Jaimes Mejía alias 'el panadero', detenido en Bucaramanga. Él fue quien me puso una cita a través de una llamada el 24 de mayo del 2000 para que fuera a la cárcel a entrevistarlo, y Jesús Emiro Pereira Rivera alias 'huevo de pizca'. Él era el cuñado de Carlos Castaño, también el hombre de confianza de su hermano Vicente y fue cofundador del Bloque Capital. Está detenido en Montería.

SEMANA: Cuando vio a alias 'JJ' en la audiencia y lo oyó hablar del crimen, ¿qué pasó con usted?

J. B.: Yo ya lo había visto en fotos antes de la audiencia y fue terrible. Darme cuenta de que ese era uno de los hombres que me secuestró me cambió la vida 180 grados. Me afectó emocionalmente, me dio una depresión terrible, quedé pesando 42 kilos...siento esta etapa como algo peor que el mismo secuestro.

SEMANA: ¿Alias 'JJ' sabía que usted estaba en la audiencia?

J.B.: Si, y tuve rabia y ganas de escupirlo, pero yo sabía que eso hacía parte del proceso. Incluso pidió perdón pero ese perdón fue como una bofetada.

SEMANA: Dentro de lo que ha trascendido de su caso siempre se ha insinuado que en su secuestro estuvo involucrada gente de ´alto nivel de este país´. La verdad de lo que le ocurrió, ¿apuntaría entonces en ese sentido?

J.B.: Un año después del secuestro tuve detalles de boca de oficiales de inteligencia del Ejército pero siempre quedó en comentarios de pasillo. Muchos generales me hablaron del tema pero nunca se atrevieron a denunciarlo. Pero cuando empezaron las versiones en la Fiscalía el año pasado la cosa cambió. Sólo puedo decir que es escandaloso y lo será más cuando se haga público. Sé que por eso intentaron desviar el proceso.

SEMANA: ¿Qué significa empezar a conocer la verdad de lo que le hicieron?

J.B.: Por primera vez toqué fondo. Enfrentar a alias 'JJ' me hizo entender que hay heridas que nunca se van a cerrar, pero por lo menos es el primer paso. La verdad absoluta no sé si se conozca algún día.

SEMANA: ¿La vinculación de estos tres criminales le permite recuperar la fe en la justicia?

J.B.: Después de casi doce años fueron cuatro mujeres, dos fiscales, una procuradora y una investigadora del CTI las que se atrevieron a destapar el proceso. Ellas están arriesgando su vida para contar la verdad y yo confío en ellas.

SEMANA: ¿Tiene miedo?

J.B.: Sí, estoy aterrorizada pero en este momento es cuando menos me puedo ir del país. Me tienen que garantizar que yo siga viva hasta que salgan las medidas de aseguramiento. Justo ahora que veo la luz no me puedo ir.