La verdad sobre la “Primera Línea Ecuménica”, los sacerdotes manifestantes de Cali

“Que Dios nos agarre confesados” o la Policía, en su defecto. Esta frase fue pronunciada en medio de las manifestaciones del paro nacional en Cali, luego que los jóvenes vieran llegar hasta la primera línea de la protesta a un grupo de ciudadanos algo mayores en edad, ataviados con cascos de construcción y camisetas de la selección colombiana de fútbol, además de cuellos clericales y símbolos religiosos.

En los escudos que portaban, hechos con barriles plásticos cortados, se podía leer claramente la frase: “Primera Línea Ecuménica por Colombia”.

“El escudo es un símbolo de resistencia y de lucha en todo el mundo. En medio de las protestas representa protección y lo manejamos desde esa forma. ‘El Señor es mi escudo’, dice un salmo de la Biblia y por eso lo portamos, con el fondo azul que representa al cielo y una imagen de Jesús abrazando a Colombia, porque vamos con Dios por delante”, explica el reverendo Edilson Huérfano Ordóñez, líder del grupo y tal vez la figura más controversial de esta primera línea.

Huérfano Ordóñez no es un sacerdote católico, lo que le ha generado toda clase de críticas, pues su aspecto es muy similar al del tradicional párroco. Aclara que primero fue ordenado como sacerdote por la iglesia ortodoxa rusa (APC) con sede en Medellín.

En su natal Cali también es conocido por sus fuertes declaraciones hacia el Gobierno de Iván Duque y anteriores, así como políticos locales y regionales.

Se lanzó al Senado por el Partido de La U en 2018, pero los votos no le alcanzaron para llegar al Congreso. A pesar de su relación con el altísimo, se “quemó” en las urnas.

“Mi iglesia no me impedía participar en política, pues lo único que se me exige es un permiso llamado Dispensa que otorga mi superior jerárquico, que para la época era el obispo ortodoxo Jairo González Montoya”, cuenta el sacerdote. Poco después, fue ordenado como reverendo por la Comunión de Iglesias Episcopales de los Estados Unidos.

“Estas prendas no son exclusivas de la iglesia del Vaticano. En realidad provienen de la iglesia presbiteriana, que llegó a América desde Europa en el siglo XV. Sacerdotes evangelistas, anglicanos y episcopales las usamos también”.

Edilson es conocido en Cali por su trabajo pastoril con comunidades vulnerables. Los mismos clérigos que lo acompañan a estas obras sociales hoy son sus compañeros en la protesta. “Somos 12, como los apóstoles”, relata.

“La Primera Línea Ecuménica surge a raíz de una vigilia entre sacerdotes no romanos y pastores pentecostales, episcopales, ministeriales, nazarenos, cuadrangulares, entre otros. Concluimos que debíamos ser actores directos de diálogo y reconciliación dentro de las protestas”, cuenta el reverendo.

Desde que se conocieron sus fotos y videos en internet, muchos los han tildado de “vándalos”, acusación que niega Huérfano.

“Los elementos como cascos, camisetas de Colombia y el escudo los usamos como símbolos y no como elementos de confrontación con la Policía. Por eso no llevamos máscaras de gas o arma alguna, pues nuestra intención no es atacar ni tener que defendernos de ninguna autoridad”.

Otro de las polémicas que ha desatado esta fuerza de paz es su marcada posición de apoyo frente al paro nacional y sus críticas al Gobierno de Iván Duque. El presbítero rechaza las voces ortodoxas que piden que los religiosos solo se ocupen de los asuntos de Dios.

“En Colombia la mayoría de las religiones participan en política, pero lo hacen por debajo de la mesa. Muchos líderes religiosos tienen doble moral, como el pastor John Milton Rodríguez, que es senador. Jesús también era político y defendía sus posturas”, aclaró.

Aunque marchan junto a los manifestantes, también han tenido acercamientos con aquellos vallecaucanos que están contra el paro. “Nos hemos reunido con empresarios, voceros de Ciudad Jardín, consejeros del CRIC (Consejo Regional Indígena del Cauca), personas humildes y ricas en Cali. Nuestro objetivo es actuar como mediadores dentro de lo justo para que esta crisis vaya siendo superada en paz, a pesar de la polarización política”.

¿Una “Guerra Santa”?

Huérfano aclara que su intención no es meterle “religión” al inconformismo nacional sino, por el contrario, hacer de la espiritualidad un escenario de unidad y encuentro para una sociedad polarizada políticamente.

“Los actores políticos que están desinformando venden nuestra causa como si fuera una “Guerra Santa” y están equivocados. Nosotros no estamos saliendo a guerrear ni a avalar a un sector únicamente. Nuestro trabajo es para todos y solo nos debemos a Dios y al diálogo”.

Incluso quieren reunirse con los diferentes bandos y llevar propuestas de desescalamiento de la violencia. “Hacemos un llamado a la conformación de una gran mesa nacional de diálogo (no solo con representantes en Bogotá) que incluya a todos los sectores sociales, políticos, indígenas, campesinos, afros, juveniles y religiosos, donde dejemos de lado los egos y las diferencias y podamos superar esta crisis”.

Huérfano es categórico: “Rechazamos la violencia tanto de la fuerza pública como la desatada por civiles. Rechazamos el vandalismo a los bienes públicos, comercios y de todos los campos. Rechazamos además el uso de armas por parte de particulares en Ciudad Jardín y los ataques a la misión médica. Respecto a los bloqueos aún no nos vamos a referir pues estamos construyendo una posición unificada”.

Finalmente, el reverendo comentó que otros religiosos lo han buscado para hacer parte de este movimiento social. “En Medellín otros pastores están interesados en crear otra primera línea ecuménica y les pedimos que mantengan los mismos parámetros de la de Cali. Otros sectores de Bogotá también están interesados en consolidarlas”, puntualizó.