Nación
“Volvimos a ser víctimas, pero esta vez del Estado”: Karen López, curul de paz | Parte 4
Después de vivir decenas de veces la horrible noche, el amanecer llegó a la vida de los líderes afectados por el conflicto en Colombia.
El conflicto armado en Colombia cobijó no solamente a las guerrilla de las Farc, el ELN o a las autodefensas, sino que también impacó al Ejército. Lamentablemente muchos colombianos han sido acusados sin razón o fundamentos de delitos que nunca cometieron. Este fue el caso de Karen López, representante electa por las circunscripciones de paz.
“Cuando iba en cuarto semestre volvimos a ser víctimas, pero esta vez fue del Estado, porque a mi padre lo acusaron de pertenecer al Clan del Golfo, cuando mi padre siempre ha sido una persona intachable, él toda la vida ha trabajado honestamente”, dijo Karen.
Agregó que la noche del 8 de diciembre de 2016 llegaron las autoridades a su casa, a las dos de la mañana, buscando a su padre, para capturarlo por delito de “concierto para delinquir porque, según ellos, pertenecía al Clan del Golfo, tenía laboratorios de cocaína y eso nunca fue así”.
“Mi papá estaba en la finca trabajando y tenía ese fin de semana un examen del magisterio para poder ascender, por eso no estaba en casa. Entonces lo llamamos y la señora que lideraba el operativo le dijo: ´Mire, don Jaime, yo estaba preguntando por usted, me han dicho que es una buena persona, pero tengo una orden de captura´. Él le pidió espacio para poder presentar el examen y dijo que se entregaba el lunes. Y efectivamente se entregó ese lunes en Montería, Córdoba”, aseveró Karen.
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Camilo, su hermano, agregó que “si la gente se declaraba culpable, a la semana les daban la salida, nos decían que si él lo hacía, quedaba con antecedentes por dos años, y ya después se los borraban. Entonces conseguimos un abogado que nos ayudó, porque dijo que a mi papá lo querían vincular a esos procesos, para dar resultados. Que eso era un falso positivo, lo hacían para dar resultados”.
Su padre insistió siempre en su inocencia y todos en la familia sabían que él no había hecho nada de lo que se le acusaba, por lo que nunca dudaron en defender su nombre, pese a que en la región los señalaban. “Él sabía que no había cometido ningún delito y dijo: ‘Me voy hasta las últimas consecuencias’”, aseguró Karen.
“Ese tiempo fue bastante duro para nosotros, yo no pude seguir estudiando en Medellín porque era muy costoso vivir allá, entonces me trasladé a Montería (Córdoba) y terminé mi carrera allí. Con mi familia nos sosteníamos de vender leche, porque teníamos dos vacas y mis hermanos trabajaban, y quien ahora es mi esposo también nos ayudó mucho en ese momento”, contó Karen.
“El abogado se apersonó del caso porque dijo que lo que nos estaban haciendo era injusto y no tenía razón de ser; sin embargo, luego de muchos intentos de audiencia, porque siempre la cancelaban o pasaba algo, finalmente se pudo resolver el tema”, dijo la joven.
Añadió: “Para la honra y gloria de Dios mi padre salió inocente y absuelto en 2018, hoy en día tenemos una demanda contra el Estado por todo lo que nos hicieron, aparte de que hemos sufrido toda la vida por la violencia, lo que nos ha pasado en el mundo es que fuimos víctimas nuevamente”.
Al respecto, Eduar Rivera, gerente de campaña de Karen y quien también fue víctima de la violencia, agregó que contrario a lo que sucede normalmente, a la joven la buscaban los líderes de las zonas afectadas para conocerla. Es importante recalcar que es la única a nivel nacional que llegó por firmas. Faltando 15 días para el cierre de inscripciones con todo su equipo se dispusieron a recogerlas. Necesitaban 9.200 y lograron recoger 19.800, de las cuales fueron válidas 10.800.
La representante electa lleva en su vientre a un hijo al que quiere entregarle un país diferente, con mejor educación. Entre sus proyectos está lograr llevar a su región un puesto de salud que atienda 24 horas. Colegios y escuelas con salones en condiciones dignas para cada grupo de estudiantes de las diferentes edades, y vías en las que se pueda transitar sin necesidad de hacer maromas para ir de un punto a otro.
La historia de Karen López Salazar es una de las tantas que hay en este país, al que no le contaron la historia de la guerra, sino que la vivió en carne propia incluso desde antes de nacer. Ahora, la vida le abre paso a un nuevo capítulo en su vida, y en la historia de la democracia de Colombia, que cree en los nuevos comienzos.