NACIÓN
FARC reconocen responsabilidad en los dos atentados contra Germán Vargas Lleras
El reconocimiento se hizo a través de una carta dirigida al expresidente Juan Manuel Santos y firmada por Rodrigo Londoño.
En una carta dirigida al expresidente Juan Manuel Santos y firmada por Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko, líder del partido FARC, esta exguerrilla reconoció su responsabilidad en los dos atentados que sufrió Germán Vargas Lleras, quien fue vicepresidente durante el gobierno Santos y excandidato presidencial.
El anuncio del otrora grupo armado se conoce luego de que también reconociera su responsabilidad en el magnicidio del exlíder conservador Álvaro Gómez Hurtado, motivo por el que se espera que comparezcan ante la JEP tanto Timochenko como Julián Gallo, conocido como Carlos Lozada, quien habría sido el entonces comandante que estuvo a cargo de ese crimen.
Vale recordar que la fecha de comparecencia de Lozada ante la jurisdicción quedó pospuesta hasta que no se resuelva un recurso de reposición presentado por la familia del líder conservador.
En esta oportunidad, la FARC señala que tiene la disposición de pedir perdón “humildemente”, según se lee en el carta. “Así como a todos aquellos que resultaron afectados de algún modo por ello. La paz es el bien más valioso de cualquier nación, vale jugársela todo por ella”, añade la misiva.
¿Por qué dirigida a Santos?
La carta estuvo exclusivamente dirigida al expresidente Santos bajo el argumento de que la antigua guerrilla tiene una “deuda” con él y su Gobierno. En ese sentido, Timochenko asegura que “nosotros comparecemos honradamente ante la JEP y la Comisión de la Verdad. Y estamos reconociendo responsabilidades conforme a la palabra empeñada. Falta le hace al país que los otros actores del conflicto también aporten verdad al sistema. Nosotros tenemos una deuda con usted (Santos) y su Gobierno; desde que firmamos el acuerdo sabíamos que llegaría este momento y vamos a saldarla en aras del cumplimiento del mismo”.
Así mismo, en la carta Timochenko califica al exmandatario de “arquitecto de la paz", pues “asumió su papel ubicándose por encima de intereses personales. Así lo reconoció la comunidad internacional en pleno. Tengo vivo en mi recuerdo el momento en que llegamos con su hermano Enrique al feliz consenso de designar una comisión de parte y parte, que se encargara de destrabar el tema de justicia”, según se lee en el comunicado.
Entre tanto, Timochenko agrega que recuerda el momento en el que Santos dijo que no todo el mundo quedaría contento con el acuerdo y “hoy más que nunca evidenciamos esta última previsión”, señala.
Así fue el atentado contra Vargas Lleras
En febrero de 2014, Germán Vargas Lleras contó a la revista SoHo la manera como, a través de un libro-bomba, le volaron los dedos de la mano, y reiteró que a pesar de eso cree en el perdón. El hecho ocurrió el 13 de diciembre de 2003.
Ese día finalizaban las sesiones del Congreso y, al término de estas, hacia las 7:00 de la noche, “subí a mi oficina para dejar listas algunas cosas. Sobre la mesa del escritorio encontré lo que parecían unos regalos de Navidad, dos de los cuales recuerdo vivamente: un libro grueso de Ana Mercedes Hoyos, que resultó ser mi tabla de salvación, y, debajo del mismo, una agenda cuyo remitente era mi mujer, Luz María Zapata”, contó.
“Tomé primero el libro y, por cosas de la vida, lo apoyé en las piernas, recostado sobre el abdomen. Luego cogí la agenda. Ya no me acuerdo de qué color era ni cómo venía empacada, solo sé que me causó curiosidad el hecho de que Luz María me enviara un regalo a la oficina. Y cuál sería mi sorpresa cuando la abro y ¡pum!, explota entre mis manos”, relató Vargas Lleras en ese momento.
Como si fuera poco, dos años después, el 10 de octubre de 2005 en la noche, cuando el entonces senador Vargas Lleras se dirigía a su casa luego de participar en el programa Hora 20, un carro bomba estalló en la carrera 9 con calle 71, en pleno centro financiero de Bogotá, en el momento en que pasaba su caravana. El vehículo de los escoltas llevó la peor parte. El conductor del carro blindado en el que iba el senador “reaccionó con pericia”, como contó luego Vargas Lleras, y con las llantas destruidas y algunas latas dañadas llegó hasta la Escuela de Caballería para darle refugio a su protegido.