POLÍTICA
Listas al Congreso: las profundas heridas en todos los sectores políticos
Este lunes los partidos tienen el último chance de ajustar sus listas al Congreso para tratar de superar las controversias internas en las casas políticas. ¿De qué calibre son las molestias?
Las peleas internas que los partidos políticos han enfrentado recientemente no son de poca monta. La conformación de las listas al Congreso ha generado celos, decepciones y hasta rupturas. A juzgar por lo acontecido en la mayoría de colectividades, las listas dejaron heridas que deben reparar.
En el Pacto Histórico, que lidera Gustavo Petro, el tema ya era ‘crónica de una ruptura anunciada’. El silencio frente a la confección de la lista generó especulación y a escasas horas de oficializarse los nombres de los candidatos se produjeron las primeras bajas: Sara Tufano y Juana Afanador, aspirantes al Senado y la Cámara por el Polo Democrático, renunciaron porque sabían que no estaban en los primeros lugares. La activista Imelda Daza hizo lo mismo.
Tufano declinó a su aspiración y la emprendió contra Petro. Ella dio la pelea interna en el Polo, pues su partido prefirió poner primero a Alexánder López e Iván Cepeda. La misma historia ocurrió con Afanador en la Cámara. “No puedes trasladarle al Pacto Histórico ni al resto de partidos las disputas internas del Polo”, le dijo la congresista María José Pizarro.
SEMANA conoció que las reglas del juego en el Colegio Electoral que tuvo el poder y el bolígrafo en el Pacto Histórico estaban claras: cada partido pasaría sus principales fichas y se confeccionaba la lista. ¿Por qué el senador Wilson Arias quedó en el puesto 15 y no en el 13, que ocupó el líder social Robert Daza? Desde el Pacto Histórico le respondieron a SEMANA que ese es un tema que deberá responder el Polo Democrático, el partido de ambos.
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Arias, quien obtuvo 15.279 votos en 2018, quedó entre los 20 primeros, pese a la campaña que adelantaron sus líderes en las redes sociales para lograr un mejor escaño.
Internamente se esconde más de un secreto, como el del intento de retirada del Polo Democrático del Pacto Histórico apenas minutos antes de darles las últimas estocadas a los candidatos al Congreso. Pero a juzgar por la lista, tal como quedó conformada, fue diseñada sin mayor renovación, pensando más en los partidos políticos que en la campaña presidencial de Petro.
De los primeros diez lugares, el líder de la Colombia Humana se quedó con tres cupos y los otros siete se los dejó a los partidos políticos, entre ellos el Polo Democrático, que obtuvo dos escaños.
Petro jugó con Gustavo Bolívar, María José Pizarro e Isabel Zuleta. Bolívar se convirtió en la cabeza de la lista porque es una de las figuras más conocidas y populares de la izquierda, y goza del respaldo de Petro.
Bolívar fue uno de los cinco senadores más votados en 2018, con más de 105.000 electores. Ahora, internamente apuestan a que aumente su respaldo por su papel durante las protestas. La financiación a la primera línea lo puso en el ojo del huracán, pero también le permitió cautivar a un sector clave de la izquierda radical.
Pizarro no quedó satisfecha con haber perdido la cabeza de la lista, pero aseguró su curul. Ahora su papel será asegurar que el petrismo descontento con las listas no termine en Fuerza Ciudadana, la lista paralela que lidera el grupo de Carlos Caicedo, el gobernador del Magdalena. SEMANA conoció que varios dirigentes, molestos por la ubicación, contemplan respaldar al equipo político de Hollman Morris.
Ese fue uno de los temas que abordó Bolívar en el primer encuentro con los candidatos a Senado esta semana, porque el descontento es evidente, especialmente en las regiones donde Petro no abanderó la conformación de las listas y las decisiones tomadas causaron profundas heridas, como ocurrió en Bolívar, donde Sandra Villadiego, esposa de Miguel Ángel Rangel, congresista condenado por nexos con los paramilitares, hace parte de la lista al Congreso.
Contra viento y marea intentaron evitar su arribo, pero hasta el viernes pasado, Villadiego seguía en la lista respaldada por Roy Barreras.
En cambio no aparecieron las Madres de Soacha, cuyos hijos murieron por falsos positivos. Las mujeres, a quienes les había prometido un espacio en la lista al Congreso, quedaron por fuera. “Nos sentimos burladas y utilizadas”, afirmaron, mientras Petro prometió investigar lo ocurrido.
De otro lado, Támara Argote, hija del concejal Álvaro Argote, apareció inicialmente en el puesto dos de la lista a la Cámara por Bogotá y generó un terremoto político en su contra. Argote, quien bajó al cuarto puesto, es del ala del Polo Democrático que respalda a Claudia López, hoy enemiga política de Petro. “No es nepotismo, mi hija tiene méritos y no tuve injerencia en el puesto de la lista”, le aclaró Argote a SEMANA.
Aunque a Támara pocos la conocen, el concejal dijo que fue una de las fundadoras del Polo Joven. Petro no lo ha hecho oficial, pero no está descartado que la llegada de Argote al Pacto sea una de las demostraciones de reconciliación entre él y López.
En Atlántico, el actor Agmeth Escaf, exesposo de Nany Pardo, exjefe de comunicaciones de Petro, le ganó el pulso al abogado Miguel Ángel del Río. Aunque él se había proclamado cabeza en la lista a la Cámara en ese departamento, el Colegio Electoral optó por la figura de la televisión porque goza de más reconocimiento. “Me duele el desprecio del centralismo”, dijo el jurista.
En el Valle, donde son fuertes los senadores Wilson Arias y Alexánder López, Petro impuso al periodista José Alberto Tejada como cabeza de lista a la Cámara. Varios líderes amenazan con abandonar el Pacto.
También pasa en Antioquia. Gerardo Vega, líder de derechos humanos, aspiraba a la Cámara, pero no lo incluyeron en la lista. Él, quien acondicionó una casa de Petro en Medellín, renunció a la coalición.
A su vez, en el Huila, Petro aplaudió la precandidatura de Nika Cuéllar, hija de un transportador que mueve el sector en la región. Le hicieron un evento político masivo en Neiva, pero al final ella no apareció entre los 100 puestos al Congreso.
Por su parte, el congresista César Pachón también reclamó porque lo dejaron en el puesto 17. “¿Por qué ponen por encima gente sin votos?”, afirmó.
En la Centro Esperanza
Por los lados de la Coalición Centro Esperanza el escenario no fue fácil. Este lunes, cuando vence el plazo para que los partidos políticos hagan ajustes a sus listas al Congreso, Angélica Lozano decidiría si se lanza o no al Senado.
Aunque oficialmente su renuncia a la Alianza Verde no se hizo efectiva, ella no se inscribió ante la Registraduría.
En el número 10 de la lista de la Coalición que pidió Lozano aparece Lida Zamira González, sin embargo ella al final no irá y le conservan hasta última hora el puesto para la senadora.
En la Alianza Verde, su partido, varios congresistas quedaron heridos con el proceso de escogencia de la lista. SEMANA conoció que la relación entre Angélica Lozano y la congresista Juanita Goebertus no pasa por un buen momento. La razón obedece a que Goebertus se opuso al ingreso al partido de Olga Lucía Velásquez, candidata de Lozano a la Cámara, porque pertenecía al Partido Liberal y le hará contrapeso a su candidata, Diana Rodríguez.
El arribo de Velásquez fue complejo, en medio de fuertes críticas por las maquinarias liberales, pero al final la aceptaron para evitar que Angélica Lozano desertara definitivamente del Verde.
En el Centro Democrático, además de María Fernanda Cabal y su molestia por la cabeza de lista al Senado, que terminó en manos de Miguel Uribe, se suman las renuncias de Edward Rodríguez y de la senadora Amanda Rocío González.
Rodríguez, quien anunció su aspiración al Senado, se bajó a última hora porque no perdona el veto que le hizo el Centro Democrático a su fallida campaña presidencial. El comité de ética del partido jamás le argumentó las razones de su exclusión y él, aún pudiendo alcanzar un escaño en el Congreso, prefirió bajarse.
A Amanda Rocío González le negaron el aval horas antes del cierre de inscripción. SEMANA conoció que le ofrecieron que se guardara para la Gobernación de Casanare, pero ella no aceptó. El Centro Democrático prefirió que el exprecandidato presidencial Alirio Barrera, su primo, corriera por el Senado, y dos aspirantes por la Orinoquía sería casi que un suicidio político.
Entre Rodríguez y Amanda Rocío González, el uribismo pone en riesgo más de 145.000 votos.
En el liberalismo
En el liberalismo, el expresidente César Gaviria graduó nuevos adversarios políticos internos tras la conformación de las listas al Congreso. Juan Carlos Losada tomó distancia del oficialismo liberal, que prefirió a la exconcejal de Bogotá Clara Lucía Sandoval como cabeza a la Cámara, una jugada del gavirismo para atraer el voto cristiano que apoyaba a Germán Vargas Lleras.
Esa jugada de Gaviria también molestó al senador Horacio José Serpa, quien renunció a la opción de aspirar al Congreso y le lanzó fuertes pullas al partido. “No aspiraré”, reiteró Serpa.
Acabo de tomar la decisión de no aspirar nuevamente al Senado de la República por el @PartidoLiberal. No puedo seguir aceptando las cosas como están.
— Horacio José Serpa (@HoracioJSerpa) December 10, 2021
Declaración: 👇🏻👇🏻 pic.twitter.com/0xf9XW82bk
Al coro se sumó el congresista Alejandro Carlos Chacón, cercano a la casa Gaviria. Aunque le aseguraron su cupo al Senado, está molesto por la conformación de algunas listas para Cámara en el país. Para él, primó más la necesidad de los votos que la preservación de verdaderos líderes que durante años han defendido la casa roja.
En la mayoría de partidos hay molestias. En algunos casos podrían resolverse este lunes cuando culmina el plazo para las modificaciones en las listas. En otros, la suerte ya está echada y las heridas permanecerán.