VALLE DEL CAUCA
Las huellas de una ciudad en llamas: así va la recuperación de Cali tras el estallido social
Cali busca pasar la página y recuperarse del terrible impacto económico y social que dejó el paro nacional en esa ciudad. La Alcaldía dice que la inversión para estabilizar la ciudad es millonaria.
Cuatro meses después, las huellas del desastre aún son visibles en Cali: de sur a norte se aprecian todavía estaciones del Sistema Integrado de Transporte Masivo de Occidente, MIO, apenas en recuperación, pero todavía en ruinas. Sobre la calle Quinta, epicentro de varios bloqueos y protestas, están los croquis de lo que alguna vez fueron supermercados como Justo & Bueno, D1 y Dollarcity, así como sucursales de bancos incineradas. La capital del Valle parece recuperarse de una guerra.
La recuperación –dice la Alcaldía– avanza a pasos agigantados; sin embargo, lo que se ve en las calles es otra cosa. Estaciones del MIO como Meléndez y Buitrera, en el sur de la capital del Valle, aún están en manos de un puñado de jóvenes autodenominados de ‘primera línea’. Allí pasan las tardes en medio de lo que hasta hace cinco meses era una de las sucursales más concurridas del transporte masivo.
En días soleados, el caparazón de la estación (está desmantelada totalmente) funciona como escampadero de charlas interminables y las calles de Solo Bus ahora son improvisados escenarios de microfútbol. Mientras eso sucede en la estación de Meléndez, miles de usuarios del MIO deben realizar al menos tres trasbordos para llegar a ese sector de Cali. La estación no funciona y los buses padrones deben dejar a los pasajeros a un costado de la vía, donde no se afecten las actividades de quienes todavía protestan.
En ese lugar se levantó uno de los bloqueos más grandes durante las manifestaciones del 28 de abril y días posteriores. En la zona, el pequeño comercio apenas empieza a estabilizarse, aunque las deudas de casi dos meses de cierre, sumado a la pandemia, obligaron al cierre de muchos negocios.
En el norte, la entrada a Cali por el sector Paso del Comercio, el panorama no es diferente: la terminal del MIO que lleva el mismo nombre del sector sigue siendo desmantelada, muy a pesar de que el alcalde Jorge Iván Ospina y el presidente de Metrocali, Óscar Javier Ortiz, realizaron un recorrido con bombos y platillos para anunciar su recuperación.
Lo cierto es que el plan de recuperación de las 39 estaciones afectadas durante el paro va en segunda fase, según el mismo presidente de Metrocali: “El plan de intervención y recuperación del MIO tiene una inversión que asciende a $55.000 millones, aforados desde la Administración Distrital, Metro Cali y las pólizas de seguro. Esta segunda fase tiene un costo de $8.369 millones y se debe ejecutar en cuatro meses”, puntualizó el funcionario.
La recuperación y reconstrucción de la infraestructura del MIO contempla para la intervención de la fase 3 una inversión por $30.000 millones. En esta fase están incluidas otras diez estaciones con afectaciones altas, así como las terminales Paso del Comercio y Calipso.
“Tanto el ente gestor como el concesionario de recaudo –UTR&T– venimos trabajando en la primera fase, que involucra actividades mínimas para volver operativas las estaciones. Es por ello que hoy tenemos habilitadas 37 de las 55 estaciones y 3 de las 5 terminales”, añadió el presidente de Metrocali.
Todo esto ha llevado a que el servicio del principal transporte masivo de la ciudad solo se preste hasta las 9 de la noche. Antes del paro, la operación en días regulares iba hasta las 11 de la noche. El ciudadano de a pie es el que está pagando los platos rotos de una situación que se salió de control.
LAS PÉRDIDAS FINANCIERAS
Las protestas, los bloqueos y el vandalismo que mantuvieron a Cali secuestrada por más de dos meses generó un ambiente de miedo financiero por las pérdidas, no solo económicas, sino de infraestructura.
Un estudio de la Cámara de Comercio de Cali durante el paro reveló que de 1.708 empresas, el 41 % cerraron y otro 47 % trabajaba a media máquina.
Por su parte, Brany Prado, director para la región Pacífico de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodrés), señaló que la urbe en los primeros 13 días de paro perdió 87 % de la oferta gastronómica. Es decir, hubo un cierre masivo de bares y restaurantes: “Pensábamos que la pandemia era lo que más había afectado a este sector, pero vemos que no. En medio del paro perdimos más de 18.000 puestos de trabajo”, dijo.
Sobre esto, María Fernanda Santa, secretaria de Desarrollo Económico, le dijo a SEMANA que muchos de esos empleos se han recuperado en los últimos días, y que la ciudad avanza hacia la normalización de todos los sectores golpeados por el paro.
El más reciente informe de Ritmo Laboral señala que en Cali la tasa de desempleo mensual registrada en julio de 2021 fue del 16,3 %, lo que representó una disminución de 3,8 puntos porcentuales frente al mes anterior.
Cali trata de recuperarse de sus días más amargos. La capital del Valle tiene el reto de estabilizar su economía antes de terminar 2021, pero mientras algunos sigan en las calles tomando como suyo espacios públicos, el avance no será el esperado.