Nación
Las “narco naranjas” que pretendían meter a una cárcel
El Inpec hizo una particular incautación de droga escondida en donaciones de comida.
Una encomienda que supuestamente era una donación para los detenidos en la cárcel de Ipiales en el departamento de Nariño, terminó convertido en un cargamento de droga. Entre la supuesta donación estaba un bulto de naranjas y limones, pero en el interior de los cítricos estaban pequeñas cápsulas con marihuana.
A los funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario les llamó la atención la extraña donación que no tenía remitente, pero si una gran vocación de caridad que muy pocas veces se encuentran en su rutina. No resulta normal que lleguen donaciones de este tipo con alimentos perecederos, como las frutas.
Los guardianes del Inpec revisaron de manera detallada la generosa donación y poco a poco fueron descubriendo lo que escondía el gesto social de un desconocido. “Se logró interceptar e incautar un cargamento de sustancias psicoactivas que personas inescrupulosas pretendían ingresar al penal haciéndolo pasar por donaciones de comida”, señala un comunicado del Inpec.
Del bulto de naranjas sobre salían 19 que por su forma resultó curioso para los funcionarios del Inpec, que procedieron a revisarla con mayor cuidado. Fue necesario abrirlas para descubrir que su interior las naranjas guardaban el secreto de la donación: cápsulas llenas de marihuana y otro tanto de cocaína.
Tendencias
“Elementos de forma irregular envueltos con cinta de color negro, de los cuales 17 traían en su interior una sustancia con características y olor a marihuana, equivalente a un peso de 106.4 gramos y otros 02 elementos en cuyo interior se encontró una sustancia en polvo blanco con características a la cocaína y sus derivados con un peso neto de 7.9 gramos”, explicaron los funcionarios que hicieron este particular hallazgo.
El ingenio de los narcotraficantes para tratar de introducir todo tipo de sustancias a las cárceles y que allí se completen la cadena de distribución, en ocasiones parece no tener límites. Utilizan todo tipo de estrategias para tratar de engañar a los guardianes de custodia y meter las sustancias ilícitas a los centros penitenciarios.
Los funcionarios del Inpec además de prestar seguridad en las cárceles deben convertirse en verdaderos sabuesos para descubrir las artimañas de los narcotraficantes que meten las sustancias ilícitas hasta en imágenes religiosas, alimentos e incluso palomas mensajeras.
“Esta incautación es el resultado de los controles de seguridad al ingreso de los Establecimientos de Reclusión y el compromiso del Instituto para continuar trabajando por un INPEC justo y humano, que ofrece oportunidades de resocialización integral y piensa en sus funcionarios para servir mejor”, señaló el Inpec.
La importancia de esta incautación radica en la necesidad de eliminar el tráfico de sustancias ilícitas al interior de las cárceles, el asunto ahora es lograr la judicialización de las personas que enviaron la encomienda o la generosa donación, además del interno que pretendía recibirlas.
Toda la droga será puesta disposición de la Fiscalía para los trámites correspondientes de incautación y posterior análisis en los laboratorios forenses. Los resultados serán sumados a las investigaciones que se adelantan justamente contra las organizaciones criminales encargadas de la distribución de drogas en los centros carcelarios.