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El excongresista republicano cuestionó al legislador colombiano por su supuesta cercanía con Jesús Santrich y las Farc.
El excongresista republicano cuestionó al legislador colombiano por su supuesta cercanía con Jesús Santrich y las Farc. | Foto: Semana

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Las nueve preguntas de excongresista de EE. UU. a Iván Cepeda sobre las FARC y Jesús Santrich

Durante un evento organizado por la campaña Free Uribe, Connie Mack, exmiembro de la Cámara de Representantes del país norteamericano, formuló estos interrogantes al senador del Polo.

22 de octubre de 2020

En su página web, la campaña Free Uribe (Liberen a Uribe en español) se describe a sí misma como “un espacio central de información acerca del arbitrario arresto del expresidente colombiano Álvaro Uribe y sobre datos acerca de las acciones judiciales en su contra”. Y, a pesar de que Uribe ya recuperó su libertad después de una juez de control de garantías así lo ordenara, la campaña sigue trabajando. Este jueves, la organización sostuvo una rueda de prensa telefónica con Connie Mack, antiguo congresista republicano quien se denomina “amigo cercano” del expresidente. El exfuncionario había enviado una carta con una serie de preguntas al senador Iván Cepeda sobre las disidencias de las Farc y, más específicamente, Seuxis Pausias Hernández, alias Jesús Santrich.

En los momentos previos a la rueda de prensa, la campaña difundió ese documento —firmado por Mack y dirigido a Cepeda— en el que se menciona a Santrich 24 veces. En este, se le acusa al senador del Polo Democrático por ser “el principal aliado político de las Farc”. También se le cuestiona por “expresar públicamente su solidaridad” a Santrich cuando fue capturado en 2018 y por promover su posterior liberación “debido a un tecnicismo”. Le recuerda, además, que Santrich huyó de la justicia para retomar la lucha armada, pese a no haber sido exonerado de los cargos que se le endilgaban, y que el sistema judicial norteamericano aún espera su extradición para juzgarlo.

"Además de la solidaridad que ha expresado públicamente con Santrich y la dirección de las FARC, ha expresado solidaridad ideológica con el régimen chavista en Venezuela. Según imágenes de video ampliamente disponibles en Internet de su declaración en el funeral del expresidente venezolano Hugo Chávez en 2013, se le representa diciendo que Chávez fue el arquitecto de un nuevo orden en nuestro continente, de una profunda integración de nuestros pueblos, y eso quedará grabado por los siglos de los siglos” se lee en el comunicado.

Por último, Mack eleva una exigencia al legislador colombiano para que responda nueve preguntas que le formula respecto de qué tan cercano es su nexo con los alzados en armas.

Creo que el pueblo estadounidense merece saber la verdad sobre su posible participación en más de una década de actividad criminal entre sus asociados y aliados políticos” señaló.

Entre las interrogantes se le interpela sobre el momento en que conoció a Santrich o la fecha exacta en que se enteró que éste, junto con Iván Márquez, escaparía de la justicia para forma la ‘Nueva Marquetalia’. Igualmente, Mack le consulta si la razón por la que no respondió si había borrado de su celular los chats con el testigo Juan Guillermo Monsalve era por temor a que encontraran conversaciones suyas con “Jesús Santrich, Iván Márquez o algún otro fugitivo”.

El documento de cuatro páginas fue remitido por Mack a la oficina de Cepeda en el Capitolio y, de igual forma, al fiscal general de los Estados Unidos, William J. Barr, y al director del FBI, Christopher A. Wray.

Creo que el señor Cepeda tiene mucho para responder ya que todavía no ha aclarado cuál es su relación con los líderes de las Farc. Eso es lo que estamos intentando hacer. Él siempre habla de llegar a la verdad, pero siempre hace lo que puede para distraer la búsqueda de la misma. Lo estamos retando a que lo haga" concluyó Mack.

En el pasado, la campaña Free Uribe levantó polémica cuando se conoció que detrás del proyecto en defensa de líder del Centro Democrático está DCI Group, una compañía que se encarga de manejar las comunicaciones del exmandatario en Estados Unidos por un contrato que ronda los 40 mil dólares.