INSTITUCIONES

Las plagas de la Justicia

Así como en el relato bíblico se habla de diez plagas que cayeron sobre Egipto debido a que el faraón no dejaba en libertad al pueblo hebreo, en Colombia en 2012 cayeron seis sobre la Justicia.

15 de diciembre de 2012

1. Otra vez sin fiscal

El año comenzó con la renuncia en marzo de la fiscal general Viviane Morales. Fue un duro golpe porque se esperaba que ella le trajera estabilidad al corazón de la Justicia (el búnker de la Fiscalía) luego de la interinidad de casi dos años en ese cargo clave debido a una imperdonable demora de la Corte Suprema a la hora de elegir al sucesor de Mario Iguarán. El golpe se sintió además porque Viviane demostró que no le temblaba la mano para acusar a intocables, como lo hizo con la guardia pretoriana de Uribe y con el alcalde de Bogotá Samuel Moreno Rojas, a quien, a pesar de las presiones, logró hacer detener. Viviane estuvo solo 14 meses, lo cual le sumó inestabilidad al cerebro clave de investigación.

2. El histórico orangután

Después de diez años de intentos fallidos, el Congreso aprobó la reforma a la Justicia. La idea era cambiar la Constitución para mejorar la arquitectura de la rama, pero lo que resultó fue un verdadero Frankenstein: por un lado blindaba a los congresistas frente a los investigadores y por otro les daba gabelas a los magistrados -para acallar sus críticas- como la del aumento de su periodo de 8 a 12 años. El descalabro para el gobierno de Juan Manuel Santos y para el Congreso fue tal que tuvieron que apelar a una salida jurídica nada ortodoxa y así poder echar para atrás ese esperpento.

3. La Corte Suprema en su peor momento

La Corte Suprema tuvo un año terrible. Primero, algunos de sus magistrados dieron una voltereta y aceptaron el orangután de la reforma a la Justicia solo cuando les dieron gabelas. Segundo, la sala penal se metió en un lío al anunciar una denuncia sin pies ni cabeza -que luego tuvieron que echar para atrás, contra la columnista Cecilia Orozco. Tercero, eligieron a Alejandro Ordóñez como candidato a la Procuraduría saltándose la tradicional convocatoria pública y quedaron en evidencia los "favores cruzados" entre la Procuraduría y la Corte. Cuarto, la Corte no ha explicado de manera convincente el retiro del magistrado auxiliar Iván Velásquez, símbolo de la investigación de la parapolítica. Quinto, no pudieron ponerse de acuerdo para llenar cinco vacantes de magistrados y cada vez es más evidente que priman criterios políticos o de favoritismo a la hora de elegirlos. Y por último, dos de sus expresidentes, Francisco Ricaurte y Pedro Munar, en una especie de carrusel, se hicieron elegir por sus compañeros de la Corte como magistrados del Consejo de la Judicatura.

4. Justicia show

Mientras casos de vital importancia -aún no resueltos- como el del carrusel de la contratación de Bogotá y el de Saludcoop caían en una suerte de olvido de la opinión pública, los juicios a la exreina Valerie Domínguez por el caso Agro Ingreso Seguro y a dos universitarias por la muerte de su compañero Luis Andrés Colmenares se convirtieron en un show de alto rating en los medios. El problema de fondo es que en un país donde la justicia tiende a operar cuando los casos son visibles y la opinión pública exige resultados, no deja de ser preocupante que la atención se la roben procesos como estos en los cuales el exceso de protagonismo de los personajes termina por distorsionar la justicia.

5. Carrusel de pensiones

La terrible enfermedad de los carruseles de pensiones, con la cual carteles de abogados saqueaban el erario público manipulando a pensionados por todo el país, ahora llegó a la cúpula de la rama judicial. Este año, en una decisión sin antecedentes, la Contraloría llamó a juicio fiscal a 21 magistrados y exmagistrados del Consejo de la Judicatura, por 70 nombramientos que le han costado al país más de 13.000 millones de pesos en reajustes pensionales injustificados. Lo peor es que también en este año, la Corte Constitucional en una inexplicable decisión dejó en la nevera un fallo que permitiría evitar la fuga de hasta 50 billones de pesos en pensiones escandalosamente altas.

6. Paro eterno

Y el año terminó tan mal como había empezado, con un caótico paro protagonizado por los jueces, fiscales y demás funcionarios de la rama judicial. El paro comenzó el 11 de octubre con un reclamo justo, que se les aplique una nivelación salarial prometida hace 20 años. El gobierno, desde el 6 de noviembre, atendió el reclamo. Y nadie entiende porque un sector disidente de Asonal no ha querido levantar el paro. O mejor, solo lo quiso levantar para poder salir a la vacancia judicial que va desde el 19 de diciembre hasta el 11 de enero y así poder cobrar la prima. La ministra Ruth Stella Correa confía en que ya el paro se acabó.