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Duque en Naciones Unidas: las pruebas de la alianza entre Venezuela, el ELN y las disidencias

El presidente llevó un dossier de 128 páginas que, según él, contiene las pruebas de la complicidad entre “el régimen de Maduro y los carteles terroristas”. Esto es lo que se sabe de esa alianza.

26 de septiembre de 2019
El presidente Iván Duque llevó a Naciones Unidas un dossier de 128 páginas que, según él, contiene las pruebas que “demuestran la complicidad del régimen de Nicolás Maduro con los carteles terroristas”. | Foto: Presidencia

El presidente Iván Duque llevó a Naciones Unidas un dossier de 128 páginas que, según él, contiene las pruebas que “demuestran la complicidad del régimen de Nicolás Maduro con los carteles terroristas”. El mandatario aseguró que “la dictadura venezolana es un eslabón más de la cadena del terrorismo transnacional. Sus estructuras corruptas son servidoras de los carteles de la droga, sus alfiles son secuaces de la mafia y alimentan la violencia en Colombia; refugian a asesinos y violadores de niños, y quienes ignoran estos oprobios son cómplices de la dictadura”.

Los documentos que soportan las afirmaciones, según sus declaraciones, incluyen la ubicación de 1.400 guerrilleros del ELN en Venezuela y 207 puntos geográficos controlados por esas estructuras en ese país. Además, habría testimonios de venezolanos que denuncian la presencia de elenos en ese territorio, así como campos de entrenamiento y 20 pistas de aterrizaje usadas para el narcotráfico.

Aunque no se ha conocido públicamente el contenido exacto del dossier que Duque le llevó a Naciones Unidas, y que se titula “Amenazas a la democracia, la seguridad y la paz regional”, el gobierno ha dejado ver anteriormente la información que tiene sobre la cercanía de grupos ilegales colombianos con las instituciones venezolanas. El 11 de septiembre, el canciller Carlos Holmes Trujillo llevó una presentación ante la OEA en la que expuso ubicaciones de frentes elenos y de disidencias en Venezuela y algunos nombres de delincuentes claves en esas relaciones.

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Según el gobierno colombiano, el frente de guerra norte del ELN tiene 10 campamentos entre la Serranía del Perijá, en Colombia, y el estado de Zulia. El frente oriental, el más poderoso en términos militares y que comanda alias Pablito desde Venezuela, tiene 20 campamentos en los estados de Apure, Bolívar y Amazonas. El nororiental tendría otros 20 campamentos en Táchira.

Según el informe entregado a la OEA por el canciller, hay pistas de aterrizaje en los estados de Amazonas y Apure. Además, señala a alias Lenin, del frente oriental, como quien lidera los vínculos entre el ELN y el entorno de Maduro. Esos enlaces se harían con miembros de las fuerzas armadas, la guardia nacional, la inteligencia militar, así como con grupos irregulares como la Fuerza Bolivariana de Liberación.  

Sobre las disidencias de las Farc, el gobierno colombiano tiene un mapa que las ubica en Táchira, Apure, Amazonas y Bolívar. En total, habría 230 hombres de esas estructuras en ese territorio, con campamentos de entrenamiento en Amazonas. En ese mismo estado estarían a cargo de la explotación ilegal de oro y tendrían pistas de aterrizaje para el narcotráfico. El hombre clave allí sería alias John 40, quien además mantiene enlaces con mafias brasileñas.

El otro personaje clave de las disidencias en Venezuela sería, según el informe del canciller, alias Grannobles, hermano del Mono Jojoy y a quien, desde hace años, se le perdió el rastro en Colombia. Incluso se especuló que las mismas Farc lo habían fusilado por actos de indisciplina y desacato a la jerarquía guerrillera. La información del gobierno colombiano lo ubica en el estado de Apure.

Las pruebas de la alianza entre grupos ilegales colombianos y el establecimiento venezolano van más allá de lo que el gobierno de Duque ha presentado. SEMANA reveló en su edición impresa del 8 de septiembre los documentos secretos de los organismos de inteligencia venezolana que daban cuenta de esa situación.

Uno de esos documentos, clasificado como secreto, tiene fecha del 9 de agosto. Se trata de un memorando firmado por el almirante Remigio Ceballos, comandante estratégico operacional de las Fuerzas Armadas de ese país, uno de los cargos más importantes. Va dirigido a “generales comandantes del Ejército Bolivariano, de la Guardia Nacional Bolivariana y la Milicia Bolivariana. Todas las unidades militares subordinadas, REDIS, ZODIS y ADIS”.

“(Les informo) Muy respetuosamente a través de la presente comunicación que por orden del presidente Nicolás Maduro Moros, deberán evitar entablar enfrentamiento con personal de los grupos rojos (guerrillas colombianas) en las zonas de entrenamiento y abastecimiento desde 080106002019 hasta nueva orden. Brindar apoyo logístico y entrenamiento”, dice una parte del documento. La comunicación tiene un espacio denominado “instrucciones especiales” en el que se complementan las órdenes. “Remito coordenadas de centros de entrenamiento para el cumplimiento de la orden. Garantizar los derechos humanos y satisfacer necesidades básicas de higiene y alimentos”.

Más preocupante aún resulta que, según las revelaciones de SEMANA, estos grupos ilegales apoyan con información a los organismos de inteligencia venezolanos. En uno de los documentos secretos, aparecen las coordenadas y la importancia de puntos de infraestructura colombiana. Estos lugares están discriminados en varias categorías que van desde “blancos de interés aéreos, terrestres y navales” hasta otros a los que denominan “tabla de objetivos estratégicos” y “elementos orgánicos esenciales para el funcionamiento del país”.

“Destruir, capturar o neutralizar las instalaciones necesarias para el movimiento de bienes, servicios e información en el ámbito civil y militar”, dice uno de los apartes del informe, en el que aparece una relación detallada de blancos de infraestructura en Colombia. “Destruir, capturar o neutralizar unidades, medios o instalaciones de las FF.MM. con la capacidad de neutralizar nuestras acciones ofensivas estratégicas y a la vez efectuar acciones ofensivas estratégicas contra la RBV (República Bolivariana de Venezuela)”.

Lo concreto es que la información que vincula al gobierno colombiano con las estructuras armadas colombianas es abundante. Y una parte de eso es lo que el presidente Duque está poniendo en conocimiento de Naciones Unidas. El mismo Maduro y varios de sus funcionarios han desacreditado las pruebas presentadas, y las señalan como parte del supuesto complot internacional en su contra.