NACIÓN
¿Es el momento de quitarle los ceros al peso colombiano?
La propuesta, que hace menos de dos años tumbaron en el Congreso, vuelve a estar sobre la mesa por insistencia del gerente del Banco de la República.
Durante el último año de gobierno de Juan Manuel Santos, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, radicó en el Congreso de la República el proyecto para quitarle los ceros al peso de Colombia. Este no pasó el segundo debate, aunque la idea ha rondado desde hace casi 20 años. Esta semana, el gerente saliente del Banco de la República, Juan José Echavarría, se refirió al tema y recordó el apoyo que le dio a esa iniciativa.
“Yo quisiera convencer al Congreso, si fuera gerente, de por fin quitar los tres ceros de los billetes. Esa sería una linda celebración del nuevo banco central y de la baja inflación que tiene Colombia”, aseguró Echavarría.
En palabras sencillas, lo que sucedería es que en vez de pagar 1.200 pesos por una empanada, las personas pagarían 1 peso con 2 centavos o en vez de sacar 50.000 pesos del cajero, sacarían 50.
“Nos va a facilitar la vida a todos. Va a hacer más sencilla la contabilidad de las empresas, la impresión de listas de precios y menús, y ahora que tenemos más turistas el cambio de moneda también les va a ser favorable”, decía en ese entonces el ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas.
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Semana Noticias conversó con Julián Arévalo, decano de la facultad de economía de la universidad Externado de Colombia, quien habló de esta medida que simplificaría las cuentas, podría controlar la inflación y lograría mayor adaptación al manejo de cifras en el entorno internacional.
“Es una medida que tiene, según lo que se conoce, efectos netamente nominales, pero que en principio no debería tener un efecto real sobre la calidad de vida de los colombianos”, expresó.
El decano explicó que, con la medida, vendría "el llamado efecto redondeo”. Con un producto que cuesta 2000 pesos, el cambio sería que pasaría a costar 2 nuevos pesos, pero con algo que vale 1850, es diferente. “Lo que el colombiano normal va a hacer (...) porque no se va a perjudicar, es que va a redondear por encima”. Por lo tanto, podría cobrar 2 nuevos pesos por ese producto que valía 1850 pesos, generando un aumento de precios. “Incrementando los precios, estamos impulsando de manera artificial los precios hacia arriba, lo que se traduce en una inflación, que como se conoce es el aspecto que más duro golpea a los pobres”.
Considera que es una medida poco conveniente en general y que hay que priorizar, por ejemplo, la bancarización.
Más allá de eso, para Arévalo este no es el momento de estar insistiendo en temas como quitarle los ceros a la moneda colombiana. "Estamos en la peor crisis económica del país en cien años desempleo del orden del 20%; una contracción del PIB que se estima, por lo menos, del 7% en las cuentas más optimistas; un recaudo tributario por debajo de los 22 millones de pesos y me parece que en esas condiciones empezar un debate como este, muestra mucho la distancia de algunos círculos de economistas frente a las realidades de los colombianos”, dijo.
Definitivamente, para él, este no es el escenario para semejante propuesta. En mejores momentos de la historia de Colombia la propuesta no ha prosperado y si no lo hizo hace dos años ni cuando las condiciones económicas eran mejores, para Arévalo, es poco probable que el país esté dispuesto, ahora, a “botarle corriente a una discusión como esta”.
“Es una práctica normal tratar de quitarle ceros a la economía”, explicó. No obstante, al tratarse de una medida netamente nominal, sólo cambia el nombre de las cosas pero “no se traduce en un beneficio real para la población”.
Por otra parte, dijo que las discusiones deberían estar girando en torno a cómo diversificar la oferta exportadora del país, cómo disminuir la evasión, cómo combatir el lavado de activos, cómo darle bienestar a los colombianos que perdieron su empleo, “y no cómo vamos a hacer un cambio nominal”.