Popeye y Pablo Escobar
Popeye y Pablo Escobar | Foto: Semana

Nación

Las revelaciones más grandes que hizo Popeye sobre Pablo Escobar

El antiguo líder de sicarios del Cartel de Medellín, dio varias declaraciones acerca de los secretos del extinto capo del narcotráfico.

Redacción Semana
4 de diciembre de 2023

Jhon Jairo Velásquez Vásquez, quien era mejor conocido con el alias de Popeye, fue el jefe de sicarios de Pablo Escobar durante su estancia como líder del Cartel de Medellín, siendo el narcotraficante más famoso de la historia por sus infames actividades criminales. El hombre de confianza del capo de droga confesó más de 250 asesinatos, así como estuvo involucrado en alrededor de 3 mil muertes distintas mientras estuvo relacionado con la organización criminal.

Después de salir de la cárcel, y estando en sus últimos años de vida, Popeye concedió una serie de diversas entrevistas donde siempre contaba varios de los más íntimos secretos de Pablo Escobar como líder del Cartel de Medellín. Jhon Jairo, quien falleció el 6 de abril de 2020 a los 57 años, relató una serie de historias sobre las más macabras acciones y delitos del capo de la droga.

A Pablo Escobar lo encuentra el Bloque de Búsqueda luego de triangular una llamada del capo a su hijo en la que hablaban de cómo contestar una entrevista de SEMANA.
Pablo Escobar junto a su familia. | Foto: Cortesía

Las mujeres de Escobar

Pablo Escobar siempre estaba acompañado de las mujeres más bellas y de acuerdo al ex sicario, siempre fue un caballero con cada una de ellas. “Al patrón le elegíamos las mejores jóvenes que acostumbraban ir a las dos discotecas de moda. Fue la época de oro de las mujeres paisas. Pablo tuvo blancas, morenas, trigueñas y pelirroja”, confesó Popeye.

Popeye y Pablo Escobar se conocieron gracias a una reina de belleza, Elsy Sofía, quien había sido elegida por el capo del Cartel de Medellín para ser exhibida como un trofeo para los demás. “Ella me permitió conocer y empezar a trabajar con Pablo, el capo de capos”, dijo el exsicario. En esa época, Popeye hacía de guardaespaldas y chofer de la reina de belleza.

JHON JAIRO VELASQUEZ VASQUEZ
POPEYE
JHON JAIRO VELASQUEZ
LUGARTENIENTE DE PABLO ESCOBAR
CARCEL DE COMBITA
COMBITA-BOYACA
SEPTIEMBRE 4 DE 2013
FOTO LEON DARIO PELAEZ/SEMANA
Jhon Jairo Velázquez, 'Popeye', mano derecha de Pablo Escobar | Foto: León Darío Peláez

La lealtad de Popeye

La lealtad de su jefe de sicarios hacia Pablo Escobar era tal que en varias entrevistas el exsicario del Cártel de Medellín confesó que mataría a cualquier persona por orden del capo de la droga. “Si a mi Pablo Escobar me hubiera pedido que matará mi padre, y mi padre hubiera cometido algo gravísimo en contra de la organización o en contra de mí, lo hubiera hecho”, dijo en una ocasión.

Muestra de eso fue el asesinato de Wendy, una expareja del capo y también del sicario. “Resulta que ella en su obsesión de vengarse del patrón por haberle hecho perder el niño, se volvió informante del bloque de búsqueda. Y el patrón, que tenía su servicio de inteligencia por todas partes, llegó a grabarle una conversación en la cual ella estaba hablando con un tipo que tenía contactos con la DEA. El patrón me llamó, me puso el casete y me dio la orden. ‘Popeye, vaya y mátela’”, relató el ex sicario.

   La guerra contra Pablo Escobar no fue de un ejército contra otro, sino la de todo un país contra una guerrilla de sicarios dispuestos a suicidarse para cumplir las órdenes del capo.
Pablo Escobar | Foto: Cortesía

¿Inmortal?

A la hora de matar, confirmó el extinto líder de sicarios del Cartel de Medellín, Pablo Escobar era frío y repetía: “A veces soy Dios, si digo que un hombre va a morir lo hará ese mismo día. Todos pensábamos que Pablo Escobar era inmortal, manejaba las situaciones más apremiantes con total sangre fría”, contó Popeye. “Usábamos muchas cosas para torturar a los que considerábamos nuestros enemigos. Bolsas, agua caliente, herramientas, soldadores y hasta cuchillos”.

Así mismo, Jhon Jairo Velásquez Vásquez relató la última vez que vio a Escobar. “El ejército nos estaba respirando en la nuca y Pablo había comenzado a cometer errores, hablaba mucho por teléfono. Un día veo el teléfono allí y se lo señalo… ‘Mire Pope, yo lo necesito para llamar a una familia en una emergencia. Si tiene miedo váyase. Usted ha sido muy leal conmigo, ha aportado mucho a la organización’, y me dio las gracias por todo. Yo lo abracé y antes de salir voltee a mirar y él también me miró. Fue la última vez que nos miramos a los ojos”.