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Las víctimas que esperan al exparamilitar Hernán Giraldo
La mayoría de víctimas del llamado “depredador de menores” son niñas y mujeres que secuestró, torturó y abusó. Se espera hoy la deportación de Giraldo.
El exjefe paramilitar Hernán Giraldo conocido con los alias el Patrón, el Taladro o el Señor de la Sierra tiene tiquete de deportación a Colombia para este 25 de enero luego de pagar una condena por narcotráfico en Estados Unidos.
Aún después de pagar una pena en cárceles norteamericanas, el llamado “depredador de menores” tendrá que cumplir con la condena de Justicia y Paz que en Colombia tiene pendiente, así que una vez esté en territorio nacional será notificado de la orden de captura y trasladado a una cárcel que disponga el Inpec.
Los casos en contra de Giraldo quedaron como testimonio en su prontuario que incluye abuso de mujeres y niñas, además de las actividades criminales relacionadas con el conflicto armado y el narcotráfico. Son más de 700 procesos en su contra, todos reunidos en la sentencia de Justicia y Paz.
Sin embargo, su llegada tiene en alerta a las comunidades en el departamento de Magdalena y principalmente a quienes fueron sus víctimas, pues lejos de imaginarse que con su extradición, hace 12 años, la violencia en esa zona del país desaparecería, la realidad que enfrentan los habitantes del departamento es un aumento de los actos criminales y la delincuencia, ahora en manos de sus herederos.
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Giraldo fue el fundador del Bloque Resistencia Tayrona, los encargados de sembrar el terror en esta zona del país, principalmente en la Sierra Nevada y Santa Marta. Tras su desmovilización y posterior extradición, sus integrantes, los que no participaron de Justicia y Paz, se rearmaron y conformaron nuevos grupos criminales como Los Pachenca, que mantienen su actividad delictiva.
“Giraldo Serna tiene órdenes de captura vigentes que fueron reactivadas por el Juzgado Penal del Circuito con Función de Ejecución de Sentencias para las Salas de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla, por delitos relacionados con masacres, desapariciones forzadas, secuestros, homicidios, desplazamientos, accesos carnales violentos contra menores de edad y personas protegidas, además de otras acciones delictivas”, aseguró el ministro de Justicia, Wilson Ruiz.
Las víctimas del exjefe paramilitar y las comunidades en el norte del país esperan que el Gobierno entienda la dificultad que enfrentan quienes hace menos de dos décadas sufrieron la expansión criminal de Giraldo. La mayoría de víctimas, en ese momento niñas, ahora jóvenes, advierten que la ola de violencia no es un asunto aislado, tiene que ver precisamente con la noticia de su llegada.
Muchas bandas se disputan el poder y control del tráfico de drogas, negocio que quedó en manos de los hijos de Giraldo, según la Fiscalía y la Policía, que luchan por las extorsiones, secuestros, tráfico de estupefacientes y los homicidios.
“El Gobierno nacional hace ingentes esfuerzos para que delincuentes que tanto daño han hecho al país, respondan ante la justicia y las víctimas por los delitos cometidos durante su militancia en las organizaciones armadas al margen de la ley”, insistió el ministro Ruiz, al resaltar la importancia y las gestiones del Gobierno por obligar a los responsables de crímenes en el marco del conflicto a responder en Colombia.
En diciembre de 2020, la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla, se anticipó y libró una orden de captura en contra de Giraldo, y la notificaron también a la oficina de Interpol Colombia. En esa decisión se resume parte de la sentencia inicial y que lo deja como autor de 339 crímenes y cobijado con tres medidas de aseguramiento por hechos ocurridos entre 1982 y 1995.
Las víctimas esperan que su reclusión sea en una cárcel de máxima seguridad, muy lejos de la zona de influencia de quienes ahora se ufanan de heredar el poder criminal que dejó en el departamento de Magdalena, es la petición que hacen al Ministerio de Justicia.