NACIÓN
Laura Sarabia se desmarcó de Petro, su jefe, ante históricas marchas. Ella habló de “autocrítica”, él dijo que lo quieren “asesinar”
La mano derecha del primer mandatario hizo un llamado a la “grandeza” de reconocer el descontento. Mientras tanto, el primer mandatario aseguró que las marchas fueron “débiles”.
Por primera vez, Laura Sarabia reaccionó en un tono diametralmente opuesto a su jefe, Gustavo Petro. Este domingo, a la 1 de la tarde, cuando el país había llenado las principales calles de las capitales en rechazo al Gobierno, la mano derecha del primer mandatario escribió un mensaje poderoso.
“Hoy debemos tener la grandeza de reconocer que muchas personas se movilizaron, que lo hicieron con todas las garantías y pudieron expresar su descontento. Esta es una semana que como Gobierno debemos afrontar en reflexión y autocrítica”.
Como dijo María Isabel Rueda en su programa para SEMANA de este lunes, su trino fue “acertado y oportuno”.
Hoy debemos tener la grandeza de reconocer que muchas personas se movilizaron, que lo hicieron con todas las garantías y pudieron expresar su descontento.
— Laura Sarabia (@laurisarabia) April 21, 2024
Esta es una semana que como gobierno debemos afrontar en reflexión y autocrítica.
En medio de las imágenes de la multitud abarrotada, Sarabia reconocía que el pueblo le estaba dando una lección al Gobierno del cambio. Como ella suele ser la voz de la Casa de Nariño, muchos creyeron que había algo del presidente en ese trino. Pero no fue así.
Horas más tarde quedó claro que había una enorme división entre ambos por este tema. En un trino, el presidente tachó de “débiles” a las movilizaciones.
Las manifestaciones contra el gobierno tuvieron más o menos 250.000 personas en todo el país, fueron fuertes en su orden en Medellín, Bogotá y Bucaramanga. En las demás ciudades, alcanzando 18 sitios, fueron débiles.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) April 21, 2024
A las marchas se les respetó al máximo como se seguirá…
El presidente se lanzó en un extenso trino contra lo que sucedió el domingo. Primero dijo que habían salido muchas menos personas de las que realmente estuvieron en las calles. “Las manifestaciones contra el Gobierno tuvieron más o menos 250.000 personas en todo el país, fueron fuertes en su orden en Medellín, Bogotá y Bucaramanga. En las demás ciudades, alcanzando 18 sitios, fueron débiles”, aseguró.
La cifra contrastaba con el balance que habían dado las autoridades. Por ejemplo, solo en Medellín, el alcalde Federico Gutiérrez dijo que habían estado en las calles 350.000 personas. Y las imágenes de Bogotá, Cali y Barranquilla daban cuenta de salidas así de masivas en esas ciudades.
Pero, por otro lado, aseguró que detrás de quienes estaban marchando había un interés en sacarlo de la Casa de Nariño y volvió a usar la idea del “golpe blando”.
“El principal objetivo de las marchas es gritar “fuera Petro” y derrocar el Gobierno del cambio. Este proceso ya inició y es un golpe blando que anule la decisión popular por el cambio en el año 2022. Algunos sectores de los movilizados quieren un pacto que deshaga las reformas que van a favor del pueblo para mantener la captura de enormes cantidades de dinero público usado como ganancias de particulares. Rechazo a las reformas por los que se creen dueños del dinero público, este rechazo para ganar clases medias se viste a través de las redes y los medios de mecanismos de seducción centrados en el odio y la mentira”, agregó.
Y aseguró que rechazaban su gobierno por su origen de izquierda y no por su mal desempeño. “El presidente es guerrillero, dicen, o porque su procedencia popular no nos representa, o porque es de izquierda, no debe gobernar; es el odio el eje central del mensaje. Un odio que yo no quiero que regrese al poder porque mataría mucha gente, quizás peor que como lo hizo en el pasado”, aseguró.
Pero fue más allá. Petro acusó a quienes salieron a marchar de añorar “la represión abierta, las masacres paramilitares y los asesinatos de jóvenes. Ese pasado de mafiosos en el poder no debe volver” y calificó a los que estaban en las calles como “la derecha”.
En un nuevo trino, más tarde, aseguró que “aquí lo que quieren es tumbar al gobierno popular y matar al presidente”.
La reacción diametralmente opuesta del presidente y su principal escudera sorprendió. Es quizás la primera vez que están abiertamente en desacuerdo. Sarabia ha sido la principal defensora del primer mandatario.
Al punto, que en medio del enorme escándalo por las chuzadas ilegales a su niñera, Marelbys Meza, el presidente no solo la protegió, sino que después de que ella presentó su renuncia, la volvió a contratar.
La joven es la mujer más importante del Gobierno y tiene enorme poder. Por eso, llama la atención que, en un día clave, se desmarque así de su jefe. ¿Qué pasó?